Es una historia por muchos conocida. En el paso del antiguo Camino Real de Toledo a Córdoba por nuestro actual Valle de Alcudia , en el término de Almodóvar del Campo se encuentra la Venta de la Inés, que es la única cervantina que se conserva con su estructura original casi intacta. Las relaciones Topográficas de Felipe II ya hacen mención a ella en el S. XVI ( llamada entonces del Alcalde) si bien ha sido la literatura principalmente la encargada de dar renombre al paraje. Precisamente Cervantes , conocedor de las ventas que servían para descanso del viajero, hace alusión a ella en Rinconete y Cortadillo , y a la Fuente del Alcornoque –próximo a aquélla- en el Quijote. El lugar tuvo importante actividad y contaba además con servicio de postas y despacho de estanco. Regado por el rio Tablillas, constituía un paraje muy agradable para el viajero. La Venta fue propiedad de la familia que tuvo la del Molinillo, y luego la adquirió Dª. Inés Ruiz Castellanos a finales del S. XVIII, tomando desde entonces su nombre . En la actualidad es vivienda familiar y pertenece a D. Felipe Ferreiro Alarcón -octogenario y honrado labrador jubilado -desde que la heredara de sus antepasados , oriundos de Galicia que llegaron a trabajar en las Minas del Horcajo a finales del S. XIX. El entorno se conformaba con otras cuantas pequeñas casas, cuyos propietarios se dedicaban también fundamentalmente a labores de campo. La falta de agua corriente y electricidad no era óbice para que la vida de trabajo cotidiana, transcurriera apaciblemente en un paraje de gran belleza :aparte de la histórica fuente mencionada, también en las proximidades se encuentra la Cueva de la Venta, con pinturas rupestres que datan de más de 5.000 años , y el rio Tabillas. El conjunto lo completan restos de calzada romana y una rica variedad de flora y fauna con destacadas rutas de senderismo , que forman parte de la Ruta del Quijote por esos lares, teniendo como paso el expuesto Camino Real.
Hablaba en pasado de los labradores, porque junto a estas construcciones se sitúa ”La Cotofía”: una finca de cerca de 900 hectáreas, cuyos propietarios a partir de 1986 –“Patrimonios y Negocios, S.A”- han sido una auténtica pesadilla para la Venta y los demás vecinos. Dada la singularidad del lugar y con el fin de no ser incomodados por visitantes y “forasteros”, fueron presionados a vender sus casas , consiguiéndolo con todos excepto con D. Felipe: su familia y él nunca cedieron ante las tropelías de que han sido objeto. Sin ánimo de extenderme en la abundante relación de actuaciones judiciales originadas por ello, reseñaré los aspectos más destacados de la situación, propia de una novela de Delibes.
Un abuelo de D. Felipe llegó en 1879 a estas tierras procedente de Orense para trabajar en las Minas del Horcajo, y después de varias generaciones nos encontramos a nuestro particular Quijote, trabajando su campo y viviendo tranquilamente en la heredada Venta, pero con una delicada situación familiar por efecto de la salud. Por toda iluminación de la casa, primero el carburo, luego el candil de aceite y últimamente un generador de gasolina simultaneado con alguna placa foto-voltaica. El agua era traída de la Fuente del Alcornoque a través de una pequeña tubería cerámica de tiempos cervantinos.
Dado el atractivo añadido que la Venta tenía, eran numerosas las personas que la visitaban y D. Felipe –afable y hospitalario- atendía con gusto y documentaba a los viajeros acerca del paraje. Pero esas idas y venidas molestaban a “La Cotofía”, que empezó como digo una serie de atropellos para hacer que la familia se marchara de allí como la habían conseguido con sus antiguos vecinos: cerraron los accesos cortando incluso el Camino Real -obviamente público- hasta la Venta ,y desde ésta hasta la Fuente del Alcornoque ( en muchos casos, los guardas de aquella finca intimidaban a los visitantes.
Acaso el hecho más grave para los Ferreiro-García fue que destruyeron la histórica conducción de agua, con lo cual les dejaron sin abastecimiento. ( Paradójicamente , el poderoso –como lo denomina D. Felipe- había desviado a su antojo el curso del rio Tablillas y se había construido un particular lago )…
Todo ello tuvo una importante repercusión social , y grupos de personas que habían sido agraciados con la amistad de la familia, se movilizaron para apoyarle en la causa, constituyéndose una Asociación de Amigos de la Venta de la Inés. El Sr. Ferreiro manifestó a la Cotofía su deseo de que cesaran en sus zancadillas y repusieran el servicio de agua: fue en vano . Posteriormente pidió autorización para realizar la acometida de electricidad a su casa desde una de sus torres , obteniendo por respuesta que todo se resolvería si firmaba un documento por el cual, a su muerte y la de su esposa, la Venta pasaría a propiedad de la finca. Lógicamente D. Felipe se negó rotundamente a la falacia.
Afortunadamente la instalación eléctrica en la Venta fue instalada en Diciembre de 2007 gracias a la actuación de la Diputación de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Almodóvar y otros colectivos que siempre han colaborado con la causa: Ecologistas en acción, Club senderismo de Ciudad Real, Club Ciclo-Turista” Caminos y Cañadas”, Asociación de Amigos, etc. En 2009, gracias a la iniciativa de todos ellos, la JCCLM catalogó la Venta de la Inés como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento..
Pues bien, a día de hoy , debido a los recursos presentados a todo ello por La Cotofía – incluido la declaración de BIC – a pesar de que según todas las sentencias se debía permitir el paso por los caminos públicos y el acceso a los lugares mencionados , así como la aprobación para la toma de agua como siempre la tuvo , la familia Ferreiro-García sigue comprobando con impotencia que continúan las dificultades para dichos accesos, al tiempo que esperan se pueda ejecutar lo del agua, ya que ante tanta dilatación de resoluciones hizo un pozo en su terreno, del que no es posible su utilización para el consumo por su alto contenido ferruginoso, teniéndola que utilizar embotellada.
Dias pasados, el TS de CLM corroboró la declaración de BIC, pero parece que las administraciones no actúan con la debida eficacia, y el poso del feudalismo parece extender su sombra sobre la familia Ferreiro y el Patrimonio Público. Es la antigua historia del poderoso frente al sencillo en la merma de sus derechos. Eso sí: la actitud siempre generosa y quijotesca de Don Felipe –cuya amistad me honra- dispuesto a servir a los demás al tiempo que protege y defiende lo que es suyo, constituye una auténtica lección para mí.
Reconociendo la labor de todas las personas que le han apoyado siempre –me vienen a la memoria los nombres de Rafael González (q.e.p.d.), Isidro Sánchez, Vicente Luchena, Eduardo Egido , Asociación de amigos de la Venta de la Inés y otros colectivos- y siendo consciente de que hay voces más autorizadas que la mía, me planteo : si en épocas pasadas la Venta tomó su nombre de las personas que la dignificaron, no sería oportuno conocerla ahora como “ La Venta de Don Felipe” ?.
Francisco Blanco Mena
Retazos
Me parace una gran idea la de poner a la venta el nombre de quién tanto la dignifica, hombre humilde, hospitalario, rara avis en el mundo actual, para mi un placer haberlo conocido.
Deberia además ser ejemplo, en los tiempos actuales, para las nuevas y no tan nuevas generaciones por su lucha contra el poderoso y por su indoblegable caracter, por no arrodillarse nunca.