Jorge Fernández Morales. Secretario de Organización Local de IU Ciudad Real.- Otra vez Cospedal nos odia. Quiere nuestra sangre y la policía del autoritario ministro de interior, Jorge Fernández Díaz, con el que tengo la desgracia de compartir nombre y primer apellido, ha cargado contra manifestantes pacíficos que se oponían a las intenciones del gobierno municipales del PP de privatizar el agua.
A las 16.14 horas del miércoles 19 de febrero, cuando escribo estas líneas, tengo noticias de que al menos tres personas han sido detenidas y dos sufren lesiones por la carga de la policía . Una carga que nos deja de nuevo imágenes escalofriantes. ¡¿Cómo puede el Partido Popular generar tanta violencia?! ¡¿Cómo puede estar ocurriendo esto en un pueblo tranquilo y pacífico como Alcázar?! ¡¿Cómo puede el Partido Popular ignorar y temer tanto al pueblo?!
Es evidente que el PP está dispuesto defender los intereses y los privilegios de unos pocos, a toda costa. Y la violencia y la represión con la que gestionan nuestras vidas son sólo una advertencia. Es su forma de infundir miedo, generar terror a la población para poder favorecer sus intereses y los de sus amigos en detrimento de una mayoría social que los rechaza, y además hacerlo impunemente. Si alguien protesta, multa. Si un grupo se organiza, cargan. Si somos muchas las personas que no nos resignamos entonces modifican el código penal y aprueban una nueva ley de seguridad ciudadana que anule de forma definitiva las pocas libertades que tenemos. Los derechos que la Constitución Española y la Declaración de Derechos Humanos nos confieren, hace tiempo que son papel mojado, porque ejercerlos en este país está perseguido y penado.
Ahora de forma activa el gobierno se ha comprometido a violar nuestros derechos políticos. La gente debe de saberlo. Nuestra raquítica democracia se ahoga y desaparece rápidamente.
Pero el fanático intento de generalizar el terror entre las trabajadoras y trabajadores de este país y esta provincia es en vano. Cada día que pasa nos enfrentamos a ellos con más determinación, con la confianza de saber que hacemos lo correcto. Con la responsabilidad de no permitir que nuestros derechos sociales, laborales y políticos sean enterrados. Con la convicción de que hacemos lo correcto porque exigimos un futuro diferente. Esta noche voy a ir a Alcázar de San Juan, a apoyar a los compañeros que a estas horas siguen encerrados en el ayuntamiento, convirtiéndose en un ejemplo de lucha, en el Gamonal manchego.
Espero que mucha más gente se acerque a visitar a nuestros amigas y nuestras vecinos. Son las gentes de un pueblo bravo que no quiere resignarse a perder lo que es de todas y todos. Ciudadanas y ciudadanos que no pueden comprender que hasta el agua que es de todas se vende. Personas que no quieren aceptar que el agua que cae de la lluvia y llena los pantanos, también es privatizada, para convertirse en un negocio de los de siempre. Son gente valiente que se levanta para denunciar un nuevo espolio, y no son escuchados. Hemos de acompañarles.
¡No más violencia! ¡No más represión! No a la privatización del agua en Alcázar de San Juan.
Es muy importante y vital para Alcazar, como en cualquier democracia civilizada, que la policía tenga la capacidad suficiente para reprimir cualquier algarada, sea del color que sea, y devuelva el orden a la ciudad. No es tolerable, de nuevo, que una decisión política tomada por una administración legítima y democráticamente elegida, se pretenda torcer por un grupo extremo y violento que por mucho que se empeñe, jamás tendrá la legitimidad de un alcalde.
Dicho lo cual, convendría decirle a este señor que por mil veces que repita la mentira de privatización del agua, no se va a convertir en verdad; lo que se privatiza es la gestión. El agua es y seguirá siendo de todos.
Yendo más allá, en vez de justificar -cuando no,participar- de este tipo de atentados contra las instituciones conformadas tras unas elecciones libres, convendría que explicar que, de no ser por la nefasta en las aguas, igual no estábamos así…pero claro, con «cospedal te odia» , todo esta justificado.
Al leer tu opinión recuerdo el dicho popular “te conozco bacalao aunque vengas disfrazao”, hablas de legitimidad democrática, pero invocas a la represión, esa capacidad de impedir un comportamiento, o de sancionarlo una vez producido. Un concepto radicalmente opuesto a libertad y tolerancia. Mediante la utilización de la policía, cuerpo público pagado por todos, encargada de mantener el orden público y la SEGURIDAD de los CIUDADANOS, también seguridad de estos a los que tu tachas de grupos violentos, por reclamar, por ejercer el derecho democrático de la protesta al incumplimiento de un programa electoral. Pero claro, esto va en contra de tu sentido democrático, el de vote usted cada cuatro años, nosotros pensaremos por usted, gestionaremos por usted, solo tendrá que pagar sus impuestos y nosotros a cambio le permitiremos que cada cuatro años participe con su voto y sea feliz.
Querido amigo, el agua no tiene dueño es la gestión del agua lo único que podemos privatizar, tu pagas una tasa por la infraestructura necesaria para la llegada de esta a todos los hogares, es decir por su gestión. Cuando se es demagogo, señor Bacalao, tengo la certeza de que algún interés se tiene. Si hablamos de la privatización del agua, hablamos de la gestión, y es a lo que los ciudadanos se oponen a hipotecar esta gestión. Hipotecar, tiene tanta relevancia para el futuro de un municipio que un grupo político democrático, tiene la obligación de sentarse con la ciudadanía, con la oposición con todas las fuerzas vivas de una localidad, y llegar a un consenso. A este proceder si podemos describirlo como actitud democrática, reprimir mediante los cuerpos de seguridad del estado, aun cuando las urnas te legitimen, la protesta generalizada de un pueblo, eso no es democracia. Y cuando las reclamaciones ciudadanas son definidas como “atentados contra las instituciones” , yo pienso como el autor de la opinión que “Cospedal te odia” bacalao.
Sr. Bacalao, lo que es importante y vital para Alcazar, es que si estos gestores que democráticamente el pueblo eligió no son capaces de hacer su trabajo, dimitan. Fueron elegidos para gestionar, y si no son capaces que se vayan.
Si yo soy incapaz de ejecutar mi trabajo, mi empresa prescinde de mí, como es lógico. Nunca darían mi responsabilidad a otra persona, dejándome a mí cobrando y menos justificar ante el consejo de administración de la empresa, que este ejecutará mejor la tarea y la empresa se beneficiará. La demagogia solo existe en lo público, que es donde el sentido común no es el más común de los sentidos. Cospedal te odia