José Fernando Sánchez Bódalo.- No va a quedar nada. Todo el proyecto de ciudad construido durante décadas por los alcazareños está siendo arrasado. Ya se que es una afirmación rotunda, pero los datos son más rotundos, impactantes, demoledores. Lo explicaré.
Esta semana, la Presidenta Cospedal, ha presentado en Ciudad Real la Red de Centros de Excelencia, el instrumento del gobierno del PP para apoyar a las empresas en el camino de la innovación. No es mi propósito (por ahora) opinar sobre este Plan, sino destacar que Alcázar ha desaparecido del mapa. Alcázar simplemente no está, ni se le espera.
Hemos pasado de ser el Centro Coordinador de la red regional de centros de apoyo a la innovación empresarial (Innovared), a estar fuera del mapa.
Hemos pasado de tener un proyecto pionero en materia de Nuevas Tecnologías (el Centro de Demostración y Experimentación de la TV digital), referente y referencia internacional en el sector, a construir sobre sus terrenos una “incineradora de neumáticos usados”. Para llegar hasta aquí nuestro equipo de gobierno renunció a cuatro millones de euros firmados con la Junta de Comunidades; despidió a un gerente profesional y, a cambio, contrató a un concejal.
Igual nos ha pasado con las Rutas del Vino de España. De ser pioneros, promotores, ejemplo hemos pasado a no ser. No estamos, hemos perdido la Certificación y hemos desaparecido del mapa aunque para compensar a nuestro alcalde lo nombran “Maestro del vino de Bullas”. Quién no sabe defender lo suyo recibe menciones ajenas….ironías de la vida. Una “bulla” es lo que tenían que haberle montado por perder la calificación de su propia ruta.
Antes perdimos la Enológica, servicio público regional que convertía nuestro pueblo en la capital del control de la calidad en el comercio del vino. Vimos cómo la cerraban con la indolencia del alcalde que incluso defendía que se pusiera en Tomelloso. Lo mismo que lo hemos tenido que oír defendiendo que la biorefinería promovida por Cospedal se instale en Puertollano, a pesar de que su materia prima son los derivados de la vid y el vino y Alcázar está en el “corazón de ese mar de viñas” que es La Mancha.
Una ciudad que fue seleccionada y distinguida como destino turístico emergente, lo que le permitió obtener recursos económicos para financiar obras en museos, calles, plazas, molinos, y multiplicar por cuatro las plazas hoteleras tanto en cantidad como en calidad, ahora “celebra” haber perdido más de 120 camas de alojamientos hoteleros y, literalmente, estar desaparecida de la oferta turística regional y nacional.
Ahora presentan la Red de Centros de Excelencia. En nuestra Provincia hay dos: En la capital y en Tomelloso. En Cuenca, Albacete y Guadalajara uno en cada capital. En Toledo también dos, Talavera e Illescas, con un “punto de apoyo” en el Vivero de Empresas de Torrijos. Sorprende que no se cuente con el Centro de Empresas de Alcázar, que enseñó al de Torrijos. Sorprende también, que todos los centros estén ubicados en ciudades gobernadas por el PP. Aquí, en Alcázar, incluso eso da lo mismo. No pintamos nada, nadie nos defiende, nadie lucha por Alcázar.
Es más, incluso trabajan contra Alcázar ¿Quién va a fiarse de una ciudad gobernada por quienes asustan y engañan a los inversores? De ciudad modélica en la atracción de inversiones en energías renovables hemos pasado a ser el hazmerreír del sector, torpedeando el único proyecto de termosolar que se mantenía vivo en nuestro país.
Fuimos ciudad referencia en los servicios de Atención a las Personas. Contábamos con un Centro Integral de Atención a las Drogodependencias referencia nacional, con un Centro de Mediación Familiar, un Punto de Encuentro Familiar, una Oficina de Vivienda, todos ellos de carácter comarcal…Un pasado tan cercano que ha sido borrado.
Y lo que no ha sido borrado lo están destrozando: el Centro Frida Kahlo, sin problemas desde su creación, ahora cuestionado. La Ayuda a domicilio, sin rumbo y a unos precios que echará al 50% de los usuarios. Los servicios de atención a la mujer, a la discapacidad entregados a terceros sin control municipal. La Fundación Municipal reconocida y modélica en la formación y orientación para el empleo y la Promoción Económica extinguida y sus servicios amenazados, sin dirección.
No hay nada que se salve de la voracidad depredadora y aquello en lo que Alcázar destacaba, aumenta el ansia aniquiladora de nuestros gobernantes. Es más, incluso lo destrozan y lo venden, como la Empresa Pública Aguas de Alcázar.
Alcázar tenía todo organizado para que nuestro Hospital fuera universitario y se dotara de lo necesario para ser vanguardia en Formación y Docencia. Hemos desaparecido de cualquier proyecto de futuro y cada día el hospital tiene menos MIR, menos especialistas, menos recursos, menos comarca. En definitiva, cada día más lejos de la “capital sanitaria de La Mancha” que fuimos y, por el contrario, encabezando el ranquin de las listas de espera y de los hospitales que más personal ha perdido.
Ya se que muchos vecinos y vecinas no conocen todos estos servicios, que no los han utilizado nunca o no los han necesitado, incluso que les son indiferentes. Pero la suma de todos ellos, de todas las inteligencias que reunían, de los servicios que prestaban, de la gente que atraían, del trabajo de proporcionaban nos daban esa dimensión de “capital” de la que siempre hemos presumido. Una dimensión que no hubiera puesto fácil a ningún gobernante prescindir de nosotros, pasar de Alcázar, como ha pasado el gobierno de Castilla La Mancha en el diseño de la Red de Centros de Excelencia, en la red de los Centros de Profesores, en el diseño de los Bachilleratos de Excelencia, de las Enseñanzas Musicales y de Danza Superiores, en el reparto de especialidades de la Formación Profesional, en la apuesta por los nuevos Centros de Secundaria, en las inversiones en Hospitales…En todo.
Pasan de nosotros los de fuera y los de dentro. No les importa Alcázar. Mantenerse en el gobierno para que no gobierne el PSOE es su único proyecto.
Dicen que no se progresa intentando mejorar lo que ya está hecho, sino intentando realizar lo que no existe. En Alcázar, el alcalde y los concejales ni tan siquiera han dedicado su tiempo a mejorar lo que ya estaba hecho. No, se han dedicado, con empeño y con éxito, a arrasar todo lo que había. Bien podemos decir que hemos tenido suerte con la desgracia. Y la desgracia, en Alcázar, tiene nombre y apellidos.
