El Colectivo Estudiantil de Ciudad Real ha enviado un comunicado a los medios en el que considera que el rector de la Universidad regional, Miguel Ángel Collado, ha firmado un convenio «de miserias» con la Junta de Comunidades y que el delegado de estudiantes no defiende los intereses del colectivo. Reproducim0s el comunicado en su integridad:
Como bien es conocido por todos los alumnos y alumnas de la UCLM, el señor Miguel Ángel Collado, rector de nuestra universidad, decidió emprender acciones legales ante la falta de financiación proporcionada por la junta y los múltiples pagos atrasados que esta acumula desde el ejercicio de 2011. Debido a estos atrasos y falta de financiación se vio obligado a prorrogar los presupuestos del pasado año, unos presupuestos en los cuales se pueden observar gravísimos recortes tanto en investigación, Becas ERASMUS, o incluso para biblioteca.
Con todo esto, el señor Miguel Ángel Collado retiró todo tipo de acusaciones a la junta de comunidades cuando esta le propuso la firma de un convenio para la financiación de la UCLM hasta 2015. Así demostró que su oposición a la junta era una mera estrategia para ganar tiempo e intentar ganarse a la comunidad educativa.
A primera vista parece una buena noticia. Sin embargo, tras analizar detenidamente el documento, desde el CECR tenemos la obligación de informar de nuestro desacuerdo ante su firma. Por ello estamos en el firme deber de informar a todos los estudiantes del campus de Ciudad Real de los nuevos acuerdos alcanzados.
En primera instancia este documento, validado hasta el año 2015, trata a los estudiantes de esta universidad como si fueran meras piezas en formación, además de que en este se promueven unos valores que para nada deberían ir ligados a nuestra formación, como es la competitividad.
No debemos olvidar tampoco la parte en la cual figura que la universidad deberá ir aumentando paulatinamente sus ingresos de forma autónoma, así como la obligación de esta de obtener financiación mediante empresas privadas.
Y nos gustaría terminar aquí pero, como de costumbre, no es posible; pues además obliga a la universidad a colaborar con empresas privadas en la investigación y da vía libre a estas para hacerse con múltiples servicios, sin olvidar que la universidad deberá facilitar el acceso de estudiantes dentro de empresas privadas, todo un auténtico bufet libre para que estas elijan de forma despreocupada y sin oposición.
En segunda instancia debemos recalcar que el documento firmado hará de la universidad un órgano dependiente de la junta, en el sentido de que deberá proporcionar todo tipo de información sobre sus actos, pues para ello se crea un consejo que está integrado por miembros tanto de la UCLM como de la junta de comunidades. A lo que cabe añadir que la junta no manifiesta una postura estable ante la reanudación de la construcción de las infraestructuras que ya están en marcha como la facultad de farmacia en el campus de Albacete, pues ante esto la junta se compromete en la medida de lo posible a hacerse cargo de estas infraestructuras. Con este acuerdo, este curso 2013-2014 se queda estancado en contracción de profesores, investigación, materiales, etc. Tampoco se aclara del todo si los estudiantes sufriremos una nueva subida de tasas, porque está demostrado que las palabras de Marcial Marín no valen nada. Todavía nos acordamos de aquella subida de tasas que dijo que sería de un 15% y finalmente fue de un 20%.
Y para finalizar, no podemos concluir sin recalcar que la financiación acordada no es para nada suficientemente alta como para hacer que estos recortes que hemos recibido sean depuestos, algo que “misteriosamente” a ojos de nuestro delegado de la UCLM, parece correcto. Por ello, ante la actitud de apoyo de Juan Antonio Montero, delegado de la UCLM, no nos queda otra alternativa que desenmascarar todo lo anteriormente resaltado, pues bien es visto que los órganos de representación estudiantil en nuestra universidad están ocupados por personas cuyo interés es hacer una carrera de méritos propios y no la de velar por el bien y los intereses de los estudiantes, los cuales sin duda están gravemente abandonados por parte de estos representantes.
El delegado de la UCLM, Juan Antonio Montero, en vez de defender los derechos de los estudiantes, actúa como mediador ente Rectorado y los estudiantes que formamos el C.E.C.R. para, de este modo, crear confusión entre los estudiantes. A lo que cabe añadir que la legislación vigente para elegir a estos órganos representativos carece de democracia, lo que asegura una larga y duradera ocupación de estas personas en los cargos.
Debido a todo lo anterior, desde el CECR queremos revindicar la transparencia y el trato de igualdad de información que merecemos los estudiantes, denunciar la posición del rector Miguel Ángel Collado al ejecutar la firma de este convenio de miserias y finalmente la democratización de los cargos de representación estudiantil, para que puedan ser ocupados por estudiantes que tengan preocupaciones e inquietudes relacionadas con el verdadero espíritu de la representación estudiantil.