Por todo el morro

Después de meses polemizando sobre si el sonido nuevo de los motores V6 Turbo iban a descafeinar la F-1, sobre si las nuevas reglas aerodinámicas “anti-Red Bull” harían o no coches más lentos… Después de todo, la comidilla del “paddock” ha estado centrada en los nuevos frontales de los monoplazas donde zoología, sexualidad y semántica se funden en una sola ciencia.

A carajo “sacao”
En un doble sentido: uno, porque la mayoría de los equipos fueron disparados urgentemente a los test de esta semana en Jerez , y dos, porque la un vasto porcentaje de los vehículos vistos en la pista andaluza lucían unos apéndices frontales que recordaban tanto al mono narigudo, a un idealizado oso hormiguero o al miembro viril de Nacho Vidal. Los chistes no tardaron en fluir e hicieron de las pesadas jornadas de test un más llevadero trabajo de pre-temporada. Con la presencia de toda la futura parrilla, menos la ya avisada de Lotus ( no sabemos si acabó alegrándose de no acudir) el objetivo de todos los ingenieros era comprobar la fiabilidad de sus nuevas plantas motrices ahora que el término “motor” ha quedado en desuso por el más moderno y descriptivo de “unidad de energía” (UE) que engloba al motor V6 Turbo, el ERS (sustituto del KERS) y la batería para que todo “rule”. Enseguida se vio que las UE de Renault estaban muy lejos de sus contrincantes en donde Mercedes se llevaba el gato al agua con sus dos equipos punteros (el de la casa y McLaren) sin olvidar a los otros dos (Force-India y Williams) que, a falta de Red Bull, se inmiscuyeron en el top-5 de los tiempos de la semana. Rosberg, Hamilton, Button y Magnussen eran las “stars” de Mercedes los primeros días, permitiendo fugazmente a Räikkönen y Alonso mezclarse entre ellos. El viernes el sorpresón lo daba Felipe Massa marcando un gran tiempo con su nuevo Williams, precediendo en bastante al Ferrari de Alonso, que batía por los pelos al Force-India manejado por Dani Juncadella al que han hecho un hueco como tercer piloto y no está dispuesto a decepcionar a sus valedores de Mercedes-DTM.

El toro renquea
La gran decepción (y “notición”, por tanto) fue el fiasco del equipo tetracampeón del mundo que se marchó de Jerez como llegó en cuanto a pruebas, pero bastante más cabreado que a su llegada. Un primer día para olvidar, un segundo con preámbulos de tragedia y un tercero donde todos dieron espantada, convirtieron los pacíficos primeros ensayos del año en la tormenta perfecta. Horner y Marko se largaban para Milton Keynes donde ya estaba Adrian Newey con sus lápices rediseñando ubicaciones de elementos en la planta motriz de Renault, desde donde su ingeniero jefe, Taffin, eludía admitir problemas en el motor, aunque según avanzaba la semana no negaba ciertos errores estructurales. Al final iba a resultar cierto, como se comentaba en Jerez, que Lotus acertó con no aparecer: ¿sabían los franceses que Renault estaba lejos de “estar listo”? Lo cierto es que Lotus, sin estar en Andalucía, tenía sus quince minutos de gloria en la presentación de su coche, vía Internet, con unos característicos “colmillos gemelos” asimétricos que están a años luz de las tendencias dominantes en estilismo de “morro”. También Red Bull, ahora que regresamos al tema de la semana, se alejaba de la moda fálica y presentaba un estilizado saliente más en línea con las proas de ciertos barcos antiguos. Ferrari y Mercedes, los grandes triunfadores en fiabilidad (fueron los que más vueltas dieron y con menos problemas) han optado por el morro “succionador”, una especia de bocaza a ras de alerón que puede recordar tanto a una aspiradora como a ciertos peces exóticos del “Nat Geo Wild”. Como todo está inventado, sugerimos visualizar las imágenes del Arrows (nº 35) y del Wolf (nº 20) que en los ochenta ya sabían cómo hacer monoplazas feos “de narices” o con “mucho morro”.

Juanma Núñez
A41- Todo Motor