El Sindicato de Enfermería en Ciudad Real, SATSE, rechaza la decisión de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real de eliminar el equipo de atención sanitaria de urgencia (compuesto por una enfermera y un médico) que hay en horario de mañana en los centros de Salud de Almagro, Bolaños, Malagón, Miguelturra y Villarrubia de los Ojos. SATSE ha exigido a la Gerencia la retirada de esta medida adoptada de forma unilateral, que ya ha sido comunicada a los trabajadores y que sería efectiva a partir del día 1 de febrero.
El Sindicato de Enfermería considera que los centros de salud son la puerta de entrada al sistema sanitario para la población y su adecuado funcionamiento resulta imprescindible para garantizar la cobertura urgente de los pacientes, la continuidad de tratamientos y cuidados, así como la promoción y prevención de la salud en estas localidades, que suman casi 60.000 habitantes (en total, 20 núcleos de población incluyendo anejos).
SATSE recuerda a los gestores sanitarios que las urgencias atendidas en los centros que integran la Gerencia de Ciudad Real se han ido incrementando año tras año, siendo la segunda provincia que más urgencias atiende a través de los centros de salud (453.297 urgencias atendidas en 2012), solamente superada por Albacete, y cuya frecuentación se cifra en 1,45 consultas urgentes por habitante y año, según datos del propio SESCAM.
Además, la supresión de estos equipos no supondría ningún ahorro, ya que el hecho de que un 5% de las urgencias que se prestaron en los centros de salud fueran atendidas en el hospital conllevaría un sobrecoste de 5,5 millones de euros. Y no sólo se incrementaría el gasto sanitario sino que provocaría el colapso de los servicios de urgencias hospitalarias, tal y como ha venido ocurriendo en las Urgencias del Hospital General de Ciudad Real estos días y ha denunciado este sindicato.
Para SATSE cualquier reducción de personal sanitario de los centros de salud repercutirá de una forma directa sobre la población, provocando un deterioro en las condiciones de salud y, como demuestran numerosos estudios científicos, el aumento de la morbimortalidad y la reducción de la esperanza de vida.
El Sindicato de Enfermería reitera su rechazo a cualquier decisión que siguiendo criterios economicistas pase por la reducción de profesionales sanitarios y la destrucción de empleo, con la consiguiente repercusión en la salud de la población.