Los responsables políticos del PSOE en Almagro, Bolaños de Calatrava, Malagón, Miguelturra y Villarrubia de los Ojos se han congratulado de que los responsables del Gobierno de Castilla-La Mancha hayan recapaciten y para dar marcha atrás en la decisión de despedir a un equipo de médico y enfermera en los servicios diurnos de los centros de salud de estos municipios.
Una decisión que haberse aplicado entraría en vigor a partir del 1 de febrero, y que tal y como ha apuntado el alcalde de Miguelturra, Román Rivero, “traería más perjuicios que beneficios”.
De hecho, entiende Rivero que la medida no se debía a motivos económicos, puesto que el ahorro sería mínimo –unos 2.000 euros al mes- si se compara con el deterioro que experimentaría el servicio que se viene prestando hasta la fecha a los ciudadanos.
Un deterioro que significaría que el médico que está pasando consulta tendría que dejar de hacerlo cada vez que tuviera que salir del centro de salud para atender una urgencia, por lo tanto, los pacientes tendrían que esperar a que el profesional regresara para seguir pasando consulta.
Para el alcalde miguelturreño, que ha ejercido como portavoz de las cinco localidades amenazadas por el despido de personal sanitario en sus respectivos centros de salud, ha dicho que a la vista de los argumentos expuestos la medida que cree que “se había tomado muy a la ligera” provocaría un “trastorno evidente” entre los profesionales médicos y entre los ciudadanos.
En este sentido, antes de que los responsables del Sescam dieran marcha atrás en los despidos de personal sanitario, Román Rivero realizó un llamamiento para que se estudiaran con detenimiento los pros y los contras, ya que entendía que la medida iba a ser más contraproducente aún porque provocaría más saturación de las Urgencias del Hospital General de Ciudad Real ante la decisión de los ciudadanos de estos municipios de acudir a la capital para ser atendidos ante la ausencia de personal en sus centros de salud de referencia.
Consciente de que se trataba de un asunto muy sensible en el que debía primar la unidad en beneficio ciudadano lejos de cualquier matiz político, Rivero ha reconocido contactos con varios alcaldes del Partido Popular que se iban a ver afectados por la medida, quienes le reconocieron “un malestar evidente”.
Rivero, que ha comparecido junto a los portavoces de Almagro, Bolaños de Calatrava, Pozuelo de Calatrava y Villarrubia de los Ojos, ha concluido señalando que la situación de los centros de salud afectados “supondría un retroceso de 20 ó 30 años” en cuanto a agilidad y calidad asistencial.