Daimiel Noticias.- La mayor parte de los comerciantes consultados afirma que las ventan aumentan en el periodo de rebajas, pero también destacan que los consumidores compran con más cabeza y esperan hasta la llegada de los descuentos más ventajosos.
Desde el 7 de enero y hasta el 7 de marzo se desarrollan las rebajas de invierno. Dos meses durante los que los comerciantes de la localidad esperan aumentar sus ventas, sin embargo los consumidores miran cada vez más por la economía y se lo piensan dos veces antes de comprar algún producto que no les sea necesario. Así, al menos, lo confirma Pilar Molina, dependienta de una tienda de moda, «de momento», explica, «la gente no está respondiendo como se esperaba, ya que la campaña de Navidad ha sido muy buena y quizá ese sea el motivo por el que las rebajas están siendo más flojas». «La gente suele esperar a que los porcentajes de descuento sean mayores», así lo confirma el dependiente de otra tienda de calzado daimieleña, «hemos comenzado con un descuento del 30 y 40%, pero a partir de mediados de febrero, que es cuando llega la nueva temporada, los descuentos aumentan».
En el lado del consumidor, diversidad de opiniones. Cristina, por ejemplo, confiesa no ser «muy asidua a las rebajas», pero si que suele comprar «algún que otro producto, en especial aquello que realmente necesita, incluso prendas de mayor talla para su hija que luego podrá aprovechar más adelante». Por otro lado, María del Carmen, confiesa aprovechar las rebajas para darse algún que otro capricho.
Las rebajas son una época en la que los precios bajan, pero, desde la Oficina Municipal de Información al Consumidor, se recuerda que la bajada del precio no debe estar asociada a una rebaja en la calidad de los productos. También es obligatorio para los establecimientos que los productos rebajados hayan formado parte de su oferta habitual durante, al menos, un mes.
Es aconsejable fijarse bien en las indicaciones expresas para la época de rebajas, preguntar antes si se admiten devoluciones, guardar el ticket de compra e intentar, en caso de irregularidad, resolver el problema amistosamente. Si no fuera así, se pueden pedir las hojas de reclamaciones pertinentes y presentarlas en la OMIC o en los servicios de consumo provinciales o autonómicos.