La presidenta del Gobierno regional, María Dolores Cospedal, ha señalado que el objetivo para el año 2014 es “perseverar en la recuperación e incrementar de manera muy importante la creación de empleo”. A su juicio, “estamos en la buena dirección, el futuro es esperanzador y parece que están empezando a cambiar las cosas”, en un escenario en el que la recesión económica ya nos ha abandonado y con unos datos de paro que indican un cambio de tendencia. “El esfuerzo de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha comienza a dar frutos”, ha enfatizado.
En el transcurso de una entrevista con 21 medios de comunicación castellano-manchegos, Cospedal ha recordado que la primera decisión que tuvo que tomar como presidenta regional fue la de “salvar el sistema de servicios públicos”, con el objetivo de generar credibilidad y que “en el exterior se volviera a confiar en nosotros, poder refinanciar nuestra deuda y conseguir más dinero para pagar esos servicios públicos”. En su opinión, fue acertado “poner encima de la mesa todos los problemas que teníamos nada más llegar y todo lo que teníamos que arreglar”.
No obstante, ha reconocido que 2013 “ha sido un año duro”, en el que ha habido que tomar decisiones difíciles, como el asunto de la incapacidad temporal de los funcionarios que ahora se ha podido revertir, y en el que ha habido que “terminar de curar a una economía enferma”.
Sobre sus objetivos para lo que resta de legislatura, Cospedal ha augurado un año 2015 en el que los ciudadanos de Castilla-La Mancha estén muy satisfechos por “haber recuperado a su región y su futuro”, que éstos puedan contar con unos buenos servicios públicos, con una Sanidad de calidad, que todo aquel que quiera trabajar pueda hacerlo, o que puedan saber que en 2018 todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos tendrán sección bilingüe.
Además, ha manifestado sentirse respaldada por la mayoría de los ciudadanos de Castilla-La Mancha durante el tiempo que lleva al frente del Ejecutivo. “Hay mucha gente que me da ánimos, palabras de aliento que dicen que lo vamos a sacar adelante entre todos, lo que me reconforta mucho”. No obstante, ha reconocido el derecho que tienen las personas “que estén disgustadas y enfadadas” a manifestar su descontento, aunque ha lamentado que esos mismos colectivos no hicieran lo propio con decisiones del mismo calado tomadas por otros gobiernos de distinto signo político.
