Las Cortes regionales han aprobado la ley de Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para el año 2014, unas cuentas que suponen “el paso necesario hacia la recuperación económica”, según ha afirmado el consejero de Hacienda, Arturo Romaní, durante su intervención en el debate parlamentario. Arturo Romaní ha puesto de manifiesto la dificultad que supone gestionar los servicios públicos con el dinero disponible “y sin cerrar nada”, por lo que ha agradecido la labor de todas las consejerías y de los funcionarios de Castilla-La Mancha en esa tarea.
“La situación no es fácil, aunque los presupuestos 2014 son los mejores de los posibles dentro de las dificultades”, ha afirmado.
Las líneas maestras de las cuentas públicas para el año que viene, ha recordado el consejero, son “el compromiso con los servicios sociales básicos y con el estímulo económico”. Así, el 85,64 por ciento del techo de gasto se destina a Sanidad, Educación y Asuntos Sociales, el 90,13 por ciento de los gastos de personal son para el personal de Sanidad, Educación y Asuntos Sociales, mientras que el 89,91 por ciento de los gastos corrientes se dedica a bienes y servicios de las tres partidas mencionadas.
Para conseguir el estímulo económico, los presupuestos crecen en términos absolutos en las consejerías de Agricultura y Fomento, el Instituto de la Mujer, el Instituto de Promoción Exterior y la Agencia del Agua. La inversión en infraestructuras básicas sube un 5,85 por ciento, un 9,53 por ciento en inversiones agrarias, un 11,05 por ciento en I+d+i, un 10 por ciento en internacionalización, mientras que en fomento y gestión del empleo un 8,33 por ciento.
“No hay nada más que ajustar”
A juicio del titular de Hacienda, ejecutar las cuentas públicas tal y como están “garantiza cumplir los compromisos de estabilidad marcados en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, por lo que no hay nada más que ajustar”. En este sentido, ha reprochado al Grupo socialista su “mundo feliz” basado en gastar dinero sin control.
“Ya está bien”, ha dicho Romaní. “Su último mundo feliz nos costó 8.000 millones de déficit en una legislatura, que vamos a tardar mucho tiempo en pagar”. En contraposición, ha afirmado el titular de Hacienda, “el Gobierno de Cospedal ha dado un giro a esas políticas suicidas”.
Afortunadamente, según Romaní, se ha dejado atrás el falso debate de que la austeridad lastra el crecimiento. “Ahora se demuestra que dijimos la verdad: la reducción del gasto público y del déficit es indispensable como paso previo hacia la recuperación y la base necesaria para el crecimiento económico y la creación de empleo”.
“Como era verdad, y se ha demostrado, ya no se habla de eso”, ha afirmado Romaní. Los signos de recuperación, ha concluido el consejero, son “un acicate para seguir trabajando con ilusión y energía”.