La ONG Ongawa minará simbólicamente de heces la Plaza del Pilar de Ciudad Real este sábado para hacer una llamada de atención «sobre la situación en la que viven 1.000 millones de personas que defecan diariamente al aire libre, lo que tiene importantes consecuencias para su salud y sus opciones para salir de la pobreza», según anuncia en un comunicado.
Este sábado, 30 de noviembre a las 12 h, Ongawa minará simbólicamente de heces la Plaza del Pilar de Ciudad Real «para llamar la atención e incitar al compromiso de la ciudadanía y de entidades públicas y privadas ante un problema que afecta a 1.000 millones de personas en todo el mundo: la defecación al aire libre».
«La falta de acceso al saneamiento afecta a la salud de millones de personas, pero también a su educación, al incrementarse las ausencias a la escuela por enfermedades diarreicas, a sus ingresos familiares debido a las bajas laborales y la disminución de la productividad, o a su seguridad personal, cuando viven en zonas en conflicto y tienen que salir fuera de sus comunidades para hacer sus necesidades al aire libre», señala la organización.
Esta acción forma parte de la campaña We Love Saneamiento que está llevando a cabo Ongawa durante el presente mes de Noviembre, para reivindicar el Derecho Humano al Saneamiento.
Otras actividades han sido:
– Tuiteracción: a 800 días para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que ha consistido en recordar a través de Twitter (#WeLoveSaneamiento) a diferentes agentes de cooperación y a personalidades políticas con capacidad de decisión sobre políticas de cooperación que la meta de saneamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es una de las que no se va a alcanzar en 2015.
– Culo veo, saneamiento quiero: que ha consistido en animar a las personas a grabar un video corto de 6 segundos (vine) donde reivindicar el Derecho al Saneamiento para todos. Agunos ejemplos se pueden ver en nuestras redes sociales como facebook o twiter (#CuloVeoSaneamientoQuiero).
El saneamiento, un derecho humano reconocido por Naciones Unidas
En julio de 2010, tras un trabajo muy intenso de negociaciones en todos los niveles, desde las instituciones de Naciones Unidas a la sociedad civil, el agua y el saneamiento fueron reconocidos como derechos humanos.
Según Naciones Unidas, se considera que una persona disfruta de su Derecho al Saneamiento si tiene acceso de forma continuada a una infraestructura segura, salubre, accesible, culturalmente aceptable y a unos costos asumibles de manera que no limiten el ejercicio de otros derechos.
Pese a este reconocimiento, según datos de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, al ritmo de progreso actual, en 2015 apenas se logrará el 67% de cobertura en todo el mundo, cifra lejana del 75% necesario para alcanzar la meta relativa al saneamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Según estas dos organizaciones internacionales, a menos que se logre acelerar el ritmo, es posible que la meta de 2015 no se alcance hasta 2026.
Pues vaya mierda!!!!!!! Nooooo
No hacen falta que hagan eso. Con irse al parque que hay dondese encuentran los silos ( final del paseo Carlos Eraña) tienen bastante. Ya que esa zona se encuentra minada de eexcrementos de perro sin importar que sea el unico acceso de casi un centenar de niños a la guardería alli situada.
Aun estoy esperando que esa campaña de limpieza que iba a comenzar el ayuntamiento , precisamente por el barrio de Los Angeles llegue a esa zona. Porque de la conciencia de los dueños de los perritos prefiero no hablar
Que vaya el tal Marín, concejal. Que cada vez que habla, la caga.
Ya en serio, buena iniciativa para concienciar a la gente de un problema que afecta a millones de personas. Ahora mismo estoy en las antípodas de España y lo veo a mi alrededor. Es increíble que los niños sobrevivan a estas situaciones.
He coincidido con varios equipos de bomberos de España y han hecho una excelente labor en Filipinas. Y lo que han visto les ha dejado marcados de por vida, y no hablo del tifón, sino del día a día de las zonas más pobres del mundo donde mierda y comida comparten espacios comúnes.