José Ignacio González Mozos.- Durante casi ocho siglos, España fue el solar en el que convivieron tres importantes culturas que aunque en ocasiones vieran alimentado el odio religioso y la intransigencia entre ellas, supieron fomentar un enriquecimiento cultural y económico patente aún hoy día en innumerables manifestaciones artísticas.
El arte es fiel reflejo del latido de las tres almas de una España que veía florecer, por un lado, la cultura de los cristianos de al-Andalus bajo la protección de los gobernantes Omeyas- los cristianos arabizados denominados Mozárabes- y el auge de las Aljamas hebreas, que llegarían a convertirse en las más ricas y dinámicas de toda Europa; y por otro, el esplendor de las peregrinaciones para venerar la tumba del apóstol Santiago que se multiplicarían desde toda la cristiandad, convirtiendo los caminos que confluían hacia la basílica en un eje de desarrollo económico y cultural que harían del camino de Santiago el principal enlace entre Europa y la península ibérica.
Una parte importante de esta cultura desarrollada en al-Andalus es la musical que suele ser denominada hoy día con el nombre de andalusí, término utilizado para designar ciertos tipos de música propios del norte de África que se dan en países como Marruecos, Argelia, Túnez y Libia.
En el año 711 España es invadida por los musulmanes- en su mayoría guerreros mercenarios reclutados en el norte de África y poco interesados en la cultura del país que ocupaban- a los que siguieron gran número de comerciantes, que mostraron más atención por aspectos de índole práctica que por otros de orden cultural y religioso. Estos primeros árabes que entraron en España, trajeron consigo la poesía árabe tradicional oriental denominada con el nombre de Qasidah, que se caracterizaba por tener una poesía monorrima, ser uniforme debido a que los poemas no estaban divididos en estrofas, tener rima consonante y métrica cuantitativa, es decir, construida por una sucesión de pies métricos formados por combinaciones de sílabas largas y breves. La Qasidah solía acompañarse de música- como por ejemplo el recitado del canto del camellero-, y se dividía en tres partes perfectamente diferenciadas, la primera en la que el poeta contaba sus amores frustrados a través de una elegía, la segunda en la que contaba sus viajes por el desierto y la tercera que acababa con un elogio al personaje al que iba dedicada. Evidentemente, esta poesía refleja los sentimientos del árabe nómada, pastor de camellos en un medio físico hostil, lo que hará que no tenga mucho que ver con la lírica posterior desarrollada en al-Andalus.
Igualmente, eran de gran importancia las esclavas cantoras que combinaban su talento musical con el de meretriz y que fueron conocidas con el nombre de Qaina-s. Las Qaina-s consiguieron gran notoriedad en la sociedad y solían realizar dos tipos de canto; uno de tema serio y profundo llamado Sinad compuesto de largos versos clásicos, y otro de carácter más ligero en versos clásicos cortos denominado Hazadj, para cuya interpretación solían acompañarse del Ud, instrumento predecesor del Laúd. Era habitual que los hombres más ricos dispusieran de cierto número de Qaina-s a su servicio, que recitaban y cantaban versos en honor a sus amos.
Este era el ambiente musical de la época de los primeros califas y de los Omeyas de Damasco y el que se presentaba en los primeros años de la invasión peninsular. Sin embargo, este panorama cambiará de forma drástica cuando, debido a las luchas entre Abbasíes y Omeyas, llega a España Abderramán I en el año 755, proclamándose emir independiente. Es a partir de este momento cuando comienza a cobrar importancia la ciudad de Córdoba como núcleo cultural de al-Andalus, intentando emular el esplendor de los grandes centros como Damasco y Bagdad. Todo esto tuvo como consecuencia, el desarrollo hacia el siglo IX de una intensa vida musical en Córdoba, que generará nuevas e importantísimas formas musicales como la Nawba, Moaxaja, la Jarcha y el Zejel que veremos más adelante.
El principal responsable del gran desarrollo musical, que tendrá lugar entre los siglos IX y XII en al-Andalus, es el gran músico, cantor, poeta y tañedor de Laúd llamado Ziryab, que se refugió en la corte cordobesa en el año 822, huyendo de su maestro Ishaq al-Mawssili quien sentía gran envidia por él. En Córdoba introducirá Ziryab gran cantidad de refinamientos orientales que fueron vistos con buenos ojos, creando, así mismo, importantes escuelas musicales que serán el germen de la denominada música andalusí, extendida a otros centros de al-Andalus como Sevilla y Granada desde donde pasará finalmente, tras la reconquista, a los países del Magreb.
La primera forma musical llevada por Ziryab a al-Andalus, es la Nawba o Núba. La Nawba es una suite clásica oriental que surgió en el Bagdad Abbasí a finales del siglo VIII, aunque se desarrollará en la capital Omeya de al-Andalus durante el siglo IX. Significa turno y hace referencia al tiempo que debían esperar los músicos antes de presentar su actuación ante el califa. Ziryab incluyó una quinta cuerda al Laúd clásico oriental con la finalidad de aumentar su sonoridad haciéndola más adecuada a los requerimientos técnicos de la Nawba e incluyendo el uso del plectro o pluma de ave para tañerlo.
Fruto de la revolución poética surgida en al-Andalus a partir del siglo IX, tenemos la muwashaha más conocida como Moaxaja y el Zejel.
La Moaxaja es un género cuya creación se atribuye tradicionalmente a Muqadamm ben Mu`saffá de la ciudad de Cabra, en la provincia de Córdoba, y cuya traducción es “doble collar de formas caprichosas” en alusión a la diversidad de piezas musicales que presentaba dicho género. Se caracterizaba por estar escrita en árabe clásico o incluso hebreo, tener variedad de rimas, ser estrófico e incluir al final una coplilla en lengua romance, que podía ser en Mozárabe o árabe vulgar, llamada Jarcha. La jarcha, por lo tanto, va enmarcada en la Moaxaja de la que constituye la última estrofa, siendo el núcleo estructural de la misma, es decir, que la Moaxaja se construía sobre la Jarcha a la que servía como ritmo y para la disposición de los versos, aunque siempre guardando cierta independencia temática. El principal rasgo de las Jarchas es su sencillez formal y conceptual, ya que su efecto poético reside en la brevedad y en la condensación expresiva, que pone en boca de una joven una queja amorosa por la ausencia del amado, vertida en presencia de una confidente que puede ser la madre o hermanas, y siempre dentro de un clima apasionado. La estructura de la Moaxaja suele ser una estrofa introductoria (A-A), estrofa 1(B-B-B), verso de vuelta (A-A), estrofa 2 ( C-C-C), verso de vuelta (A-A), estrofa 3 ( D-D-D) y Jarcha ( A-A).
El Zejel está escrito igualmente en lengua popular aunque al carecer de Jarcha, utiliza el estribillo para establecer el ritmo del poema. Su estructura bipartita basada en estribillo-copla, adquiere su máximo esplendor en el siglo XII con el poeta cordobés Ben-Quzman. El Zejel podía ser cantado por solista o por un coro y solía ser acompañado por instrumentos como el Laúd, flauta y la percusión (Adufes, Castañuelas, Tambores,…). Este género se extendió rápidamente por los diferentes reinos castellanos, haciéndose tan popular que algunos han visto en él los antecedentes del villancico español que tanta importancia llegará a tener durante el Renacimiento.
En definitiva, la España musulmana desarrolló de forma independiente, con respecto a los demás países islámicos contemporáneos, características peculiares que contribuyeron a crear e incluso exportar su propia música, dejando sentir su influencia con formas propias como la Moaxaja en Oriente o las Núbas en el Magreb, ya incluso antes de la expulsión de árabes y judíos en 1492 y de los moriscos en 1609.
Me encanta la música árabe y máxime cuando gracias a tus aportaciones históricas conozco un poco más sus orígenes…
Y dos curiosidades ¿Como definirías tú la música de las comparsas de las fiestas de Moros y cristianos? y…¿que opinas del pasodoble «Paquito el Chocolatero?
Un saludo.
La música festera, de larga tradición en las fiestas de moros y cristianos que se celebran principalmente en la comunidad valenciana;en las que los propios habitantes representan las luchas entre los moros y cristianos de la localidad y cuyos antecedentes se dan ya en la baja edad media y sobre todo a partir del siglo XVII;es una música interpretada por banda en la que tienen cabida no solo las típicas formas como las marchas moras y cristianas o los pasodobles sino también otro tipo de obras de banda como marchas de procesión, poemas sinfónicos, himnos patronales o de comparsa, etc…pudiendo encontrar el origen de esta música festera actual en el primer cuarto del siglo XIX con obras como el pasodoble «Mahomet» de Juan Cantó Francés compuesto expresamente en 1882 para estas celebraciones.
Por lo tanto Luis Mario esta música está cargada de un importante componente tradicional pero adaptado a la música de banda más actual. En cuanto al pasodoble «Paquito Chocolatero» es cierto que fue compuesto por Gustavo Pascual Falcó en 1937 para ser desfilado en la fiesta de Moros y Cristianos de la localidad alicantina de Cocentaina, aunque el tiempo se ha encargado de hacerlo tan popular que casi nadie puede saber de su cometido original.
Muchas gracias por tu lectura y tus puntualizaciones. Un cordial saludo.
Gracias a ti pos esta pequeña lección de historia de la música.
Si que me gustaría que en Ciudad Real hubiera fiestas de Moros y Cristianos; a fin de cuentas tuvimos las tres culturas conviviendo durante mucho tiempo en esta ciudad.
¿Sugerencia para próximos Mercadillos medievales…?
No me parece mala idea, al fin y al cabo nuestra tierra estuvo estrechamente vinculada con la reconquista gracias a la creación en 1164 de la Orden de Calatrava, que intervino en el desastre de la batalla de Alarcos en la que los Almohades derrotaron a los castellanos en 1195, y más tarde en la gloriosa batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, entre otras cosas… Es de agradecer que personas como tu se preocupen por nuestro pasado histórico y por su divulgación, a pesar de la apatía que en ocasiones nos rodea.
Me encanta mucho este articulo espero que sigas publicando mas , esto nos hace recordar lo pasado espero que sigas publicando mas .Un Saludo