Multimedia.- Carrión de Calatrava inaugurará oficialmente este sábado su centro cultural El Torreón, localizado en la Casa Zaldívar, y declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1992 por la Junta de Comunidades. Este edificio del siglo XVII ha sido rehabilitado por el Ayuntamiento, con ayudas de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, suponiendo una inversión total de 332.685 euros.
Cuando llegó a la alcaldía Ana María López se propuso como uno de sus principales objetivos continuar con la rehabilitación de este edificio, propiedad municipal desde 2004, para que constituyera el verdadero motor cultural de la localidad. “Objetivo que ha sido compartido con mi equipo de gobierno, y además ha contado con el apoyo y el empeño de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, así como con la ayuda y colaboración de muchas empresas de nuestro pueblo, y de los trabajadores y funcionarios municipales que hicieron suyo este proyecto”, dice la alcaldesa carrionera.
Ana María López agradecía también su implicación a Juan Basiano Salcedo, arquitecto y director de obras de Ingeniería Salcedo ARIS SL; Miguel Angel Hervas, como arqueólogo, y de Carlos Arévalo Rodriguez-Peral, aparejador municipal.
El equipo de gobierno municipal quiere convertir este edificio en motor cultural de la localidad. Así en una parte se ubicará la Agrupación Musical Calatrava la Vieja; en otra, la nueva Escuela de Música, y también tenemos un espacio para exposiciones, y otro para eventos socioculturales. “En definitiva es un lugar donde se respirará cultura”, añade la alcaldesa de Carrión de Calatrava.
Fases de la rehabilitación
El proyecto de rehabilitación de El Torreón comenzó en el otoño del 2009, y supuso, en una primera fase, una inversión de 258.463 euros aproximadamente, contando con una subvención importante del programa LEADER, en torno a los 156.000 euros.
El Ayuntamiento ha consolidado el terreno y la cimentación para evitar previsibles derrumbes; ha recuperado los elementos de composición arquitectónica exterior y las fábricas primitivas, haciendo hincapié en resaltar la contundente volumetría del edificio. Ha recuperado, asimismo, la imagen arquitectónica en los espacios interiores en toda su integridad formal.
Posteriormente, en una segunda fase, habilitó el edificio como centro cultural, realizando las obras necesarias, creando los siguientes espacios: Area de exposiciones, sala de conferencias y reuniones, y recepción para atención al público.
En esta segunda actuación, a partir de 2012, el Ayuntamiento invirtió 74.222 euros, de los cuales más de 44.000 correspondieron a ayuda del Programa Leader.
En esta actuación se ha solado el patio, empedrándolo; eliminado barreras arquitectónicas, apertura de portada de acceso por la calle Cervantes, construcción de aseos, y de escenario, protegido la cueva existente (con catalogación arqueológica), y preinstalado la iluminación y el sonido.
Desde el siglo XVII
Los datos arquitectónicos indican que el edificio tiene planta rectangular y tres cuerpos levantados en fábrica de tapial y ladrillo con verdugadas de lo mismo, a excepción del cuerpo superior, todo él de ladrillo de era y separado del resto por una gran moldura de media caña. Los vanos de este cuerpo son pequeños y se cierran con arcos de medio punto, mientras que los restantes, tendentes a la verticalidad, son adintelados y enmarcados por ladrillo.
Tanto los aparejos como las molduras permiten adscribir la construcción de este edificio y de los anejos al siglo XVII, concretamente al último tercio del mismo y, aunque se carecen de referencias documentales, es muy probable que dicha construcción esté vinculada a la implantación en la villa del señorío de la familia Molina Manjón, acaecida en torno al año 1676.
Este hecho es el resultado de la “compra” de la jurisdicción municipal a finales del siglo XVI por parte del concejo mediante la constitución de un censo cuyos intereses (el derecho de cobro de los mismos) correspondían a Alfonso de Molina Manjón y Cañizares, quien en calidad de acreedor y ante la falta de dinero en el concejo de Carrión, recibió en 1676 la jurisdicción y las rentas municipales, constituyéndose así este señorío particular que a finales del siglo XVIII pasó a depender de los Condes de Carrión. La primera referencia documental al edificio la encontramos en el diccionario de Pascual Madoz.
