Nazanin Armanian, escritora iraní, especialista en análisis sobre la actualidad en Oriente Medio y el Norte de África y profesora de la Universidad de Barcelona impartía ayer, en la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha, la conferencia «La Primavera Árabe: lo que ganó lo que perdió la mujer». El Grupo de Ciudad Real de Amnistía Internacional organizaba esta actividad.
La escritora iraní explicaba a Luis Mario Sobrino Simal, colaborador de este digital, que tras el derrocamiento de los regímenes autoritarios en Túnez, Egipto o Libia, las mujeres no han conquistado nada y que la situación, quizá, haya empeorado para ellas. «En algunos de estos países las mujeres han perdido los derechos que tenían durante la dictadura, y en países como Siria o Libia están padeciendo una situación de guerra total. Ya no es sólo perder los derechos, sino perder la vida».
«La Primavera Árabe fue como una ilusión por la democracia, económica y política, pero las fuerzas que encabezaron estas revueltas no fueron capaces de canalizarlas bien», comentaba. «Las fuerzas islamistas lo único que quieren es islamizar la sociedad, no piensan en la economía o en cómo hacer desaparecer el hambre y la pobreza; no piensan en la igualdad ni en los derechos de los ciudadanos». Y añadía que, en el momento en que comenzaron estas revueltas, «ya tenían el gen del fracaso dentro porque estaban descabezadas, no tenían líder».
Sin embargo, Armanian asegura que queda un resquicio de esperanza, «porque estas revueltas han arrastrado a millones de personas fuera de sus casas y sacarlas a las calles. Pues ahora es imposible devolverlas a las casas. Ahí reside la esperanza; no volveremos atrás, aunque el futuro es incierto y está construyéndose».
