Entrevista a Cayo Lara, coordinador federal de IU: «Lo que ha llegado con Cospedal ha sido terrible, ¡la marabunta!»

El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, aborda en esta entrevista coral concedida a Miciudadreal.es una actualidad política y social que, a su juicio, está marcada por la «marabunta» Cospedal en Castilla-La Mancha y la «estafa electoral» de Rajoy en el resto de España. Lara repasa con nosotros desde sus relaciones con el Rey o el presidente del Gobierno hasta el papel de IU en las cajas de ahorro, pasando por su estrategia de coaliciones, sus propuestas económicas  o las añoranzas de su pueblo, Argamasilla de Alba.

PREGUNTA.- ¿Echa de menos los tiempos de Argamasilla de Alba? ¿Regresa a su pueblo con frecuencia?

RESPUESTA.- Cuando miro al pasado o cuando miro al futuro, mi pueblo es mi referencia vital. Mi etapa en la actualidad es transitoria y durará lo que tenga que durar. Así y todo, siempre que me enfrento a la necesidad de explicar un asunto complejo no me doy por satisfecho hasta que entiendo que el tema está lo suficientemente trabajado que lo entenderán mis vecinos del pueblo. Luego lo compartirán o no, pero lo entenderán. De aquella etapa en la alcaldía de Argamasilla me he quedado con el realismo que siempre incorpora la actividad política a nivel local. Lo repito a menudo, el grifo tiene que dar agua todos los días. En cuanto al tiempo que paso en el pueblo, la verdad es que mucho menos de lo que me gustaría…

P.- ¿Teme que la reforma del estatuto de autonomía en Castilla-La Mancha (con el consiguiente descenso del número de diputados regionales) y la reforma de la administración local (con una posible reducción de concejales) borre del mapa a partidos como IU?

R.- Izquierda Unida ya lo tenía muy mal en Castilla-La Mancha debido a la muy poco democrática normativa electoral que nos dejó en herencia Bono. Lo que ha llegado después con Cospedal ha sido terrible, ¡la marabunta! El Gobierno del PP en la región ha llegado tan lejos que, sencillamente, nos ha metido en la máquina del tiempo y nos ha devuelto a los tiempos en que únicamente hacían política los que, debido a sus rentas, se podían dedicar a esta actividad, pero no la gente de abajo que, lógicamente, tiene que trabajar para vivir. Esto no debería ser tan complicado de entender, salvo en unos momentos históricos tan disparatados como estos…

P.-  IU ha participado en los consejos de administración de las cajas, ¿cómo llevan ese baldón habida cuenta del dispendio, el descontrol y la desvergüenza política con la que se han administrado?

R.- IU ha tenido un representante en Caja Madrid, es cierto, pero esa persona ya no pertenece a esta organización. Ahora bien, pretender equiparar nuestra responsabilidad con la de las grandes formaciones que han detentado el verdadero poder, el poder a lo grande, en los consejos de administración de las cajas de este país es injusto y, además, tergiversa la historia. Pero además, si me refiero a la caja de esta región, a Caja Castilla-La Mancha (CCM), tengo que recordar que nosotros somos tan víctimas como el que más. Pero fuimos unas víctimas porque fuimos derrotados, no porque nos negásemos a luchar. ¿O no avisamos de los que estaba ocurriendo en Seseña? ¿O no avisamos de lo que se estaba generando con el proyecto del Reino de Don Quijote? Y tengo que decir que, como organización, estuvimos muy solos en aquella pelea tan desigual. Ahora se nos mete a todos en el mismo saco, no me parece justo con la trayectoria de cada uno y, desde el punto de vista democrático, tampoco me parece sano.

Nuestro grupo parlamentario ha presentado ya varias iniciativas para crear una comisión de investigación que se ocupe de aclarar el inmenso desastre y la estafa que ha tenido lugar en las entidades financieras de nuestro país. Para que sepamos cómo ha ocurrido esta catástrofe y quiénes han sido los responsables. Siempre hemos dicho que quien la hace, tiene que pagarla.

P.- IU también es víctima del desafecto que la población muestra por los partidos políticos. ¿Cómo piensa la formación volver a ilusionar a los ciudadanos?

R.- Esa circunstancia conforma una realidad complicada. Es cierto que existe un clima general de antipolítica que lo avasalla todo, sin matices, da igual lo ocurrido en el pasado y el bagaje que nos acompañe a cada uno en función de nuestras trayectorias políticas. Es una cuestión delicada y peligrosa que nos puede llevar a terrenos pantanosos. Espero que seamos capaces entre todos de gestionar este “sarampión” en el terreno de la racionalidad. Por lo que respecta a nosotros, al papel de IU, es necesario que sigamos trabajando para elaborar una propuesta audaz y creíble. Nuestra organización, por otra parte, debe asentar su discurso sobre la coherencia de su gestión y sobre el comportamiento sin mácula de sus hombres y mujeres. No obstante hemos de saber que la derecha y su escudería mediática, cada vez más amplia, van a seguir perforando sobre la credibilidad y la transparencia de nuestro sistema democrático. Bien, así las cosas, la defensa de la democracia también constituye un eje esencial de nuestro quehacer político. Esa lucha está en nuestros genes y con la misma convicción democrática que nos movió en el pasado queremos afrontar el futuro.

P.- En Andalucía, donde gobiernan en coalición con el PSOE, han despedido a cientos de profesores siguiendo las directrices del gobierno de la Nación. ¿Por qué? Si se les diera la oportunidad de gobernar el Estado en coalición ¿cómo esquivarían las presiones que hace Europa para despedir a más profesores?

R.- En primer lugar, Europa no presiona para despedir profesores. Lo que hace es establecer unas metas, como la limitación del déficit, y después es labor de los gobiernos decidir qué políticas se ponen en marcha para alcanzar esas metas. En el caso del Gobierno de Rajoy y de Zapatero desde 2010, ambos optaron por la vía de los recortes y el ajuste duro en lugar de intentar obtener más ingresos a través de la lucha contra el fraude y el impulso de un sistema fiscal justo y progresivo. Los gobiernos tienen que gobernar siempre pensando en las personas y en solucionar sus problemas, y no pensando en el interés de los bancos, las grandes fortunas y las multinacionales.

Los ajustes y recortes impuestos a las comunidades por parte del Gobierno del PP han tenido consecuencias muy graves, sobre todo en aquellas competencias que están transferidas como son la Educación o la Sanidad. Por tanto, en el caso de que tuviéramos responsabilidades de gobierno intentaríamos cambiar las políticas del Estado para que las comunidades no tuvieran que asumir esos recortes. Bien es verdad que algunas comunidades gobernadas por el Partido Popular han sido ella mismas las que han impulsado y se han puesto al frente de la aplicación de los recortes…

P.- La crisis y el aparente desmoronamiento del bipartidismo parecen estar beneficiando a IU, al menos en los sondeos de intención de voto. Su influencia en la opinión pública también parece ganar peso. ¿Qué aspiraciones electorales tienen en estos momentos?

R.- Nuestros esfuerzos están centrados en construir una alternativa para salir de la crisis y no en escrutar los resultados de los sondeos. Es importante que, como organización, nos mostremos unidos y cohesionados para ser capaces de impulsar un proyecto que ilusione a la sociedad. Lo demás vendrá por añadido. No es este el momento de hacer cálculos electoralistas, sino de trabajar para los ciudadanos y confiar en lo que es capaz de lograr el esfuerzo común.

P.- ¿Ha sido la crisis una bendición para IU, un “deus ex machina” justo al borde del desastre?

R.- Las crisis nunca son una bendición, todo lo contrario. Sólo traen sufrimiento y problemas a la gente. La expresión latina «dios de la máquina», se origina en el teatro griego y romano, cuando una grúa (machina) introduce una deidad (deus) proveniente de fuera del escenario para resolver una situación. Pero no creo, sinceramente, que ese sea el caso de IU. Nosotros estamos creciendo porque en el presente contexto la gente, los ciudadanos, son receptivos a un discurso elaborado y que huye de los simplismos, como el de IU. Por tanto, ese es un aspecto positivo que hay que destacar de nuestra ubicación en lo que significa  la crisis. Es decir, algo no estaremos haciendo mal… ¿Una bendición la crisis? Pues no, a mí me gustaría que la juventud, mis hijos por ejemplo, tuvieran trabajo y expectativas de futuro.

P.- ¿Cuál sería su aliado natural en un Congreso de los Diputados en el que IU fuera partido bisagra?

R.- Yo invertiría la pregunta, ¿quién o quiénes serían los aliados de IU en el caso de que tuviese que formar gobierno? En cualquier caso y, como los votos no son de nadie más que de los ciudadanos, esperemos a que el pueblo se manifieste en las urnas y luego veamos cual es la correlación de fuerzas resultante. Después confrontemos los programas. Veremos.

P.- ¿Sigue siendo el comunismo una salida?

R.- Lo que habría que preguntarse es si el actual sistema capitalista, que es el responsable de gravísimas crisis como la que nos asuela, es el sistema adecuado para sacarnos de ella. En mi opinión, creo que luchar por la justicia, la igualdad, el progreso y los derechos sociales es lo mejor que podemos hacer por esta sociedad. Como decía el novelista Armando López Salinas, “nada más marxista que comer y trabajar”, pues eso.

P.- ¿Qué impuestos congelarían o bajarían ustedes y cuáles serían los primeros en subir?

R.- Los impuestos que habría que bajar son aquellos que pagan todos los ciudadanos independientemente de un nivel de riqueza, como por ejemplo el IVA. También hay impuestos que están haciendo daño a sectores cruciales como la Cultura, y que también habría que bajar. En otro orden habría que eliminar todas las tasas y repagos establecidos en los últimos años en servicios básicos como la Sanidad y la Justicia. Por el contrario, los impuestos que habría que subir o crear de nuevo serían un nuevo impuesto sobre la riqueza que sustituya al de Patrimonio; un Impuesto sobre las Transacciones Financieras que grave la especulación; aumentar el Impuesto de Sociedades hasta el 35% para empresas con beneficios de más de un millón de euros y otras medidas similares de lucha contra el fraude.

P.- ¿Habla a menudo con el presidente del Gobierno?

R.- No, tuvimos una larga reunión en Moncloa hace tiempo, pero no se ha vuelto a repetir. De todas formas estamos en las antípodas, casi podríamos decir que su realidad y la nuestra son cosas distintas.

P.- ¿Y con el rey, qué ha hablado, si ha hablado algo?

R.- Hemos hablado un par de veces, sabe lo que pienso de la monarquía porque lo ha oído de mi boca, para que nadie se lo cuente. De todas formas, desde la última vez que hablamos, al principio de esta legislatura hasta la actualidad, ha pasado mucha agua bajo el puente.

P.- Usted reclama una y otra vez elecciones anticipadas. ¿Lo hace por el bien del país o por el interés de una IU estimulada por las encuestas?

R.- Lo hago por salud democrática, pues Mariano Rajoy ya no tienen legitimidad y no puede continuar gobernando entre la sospecha de corruptelas. En el deporte y en democracia el doping es una trampa, y en las últimas elecciones el PP podría haber violado el principio de igualdad de oportunidades si ganó los comicios generales con recursos provenientes de la ilegalidad. Por ello hemos pedido la dimisión de Rajoy y la convocatoria de elecciones. Ante el mayor escándalo de corrupción de la democracia la elecciones se hacen necesarias por dignidad e higiene democrática.

Ante la corrupción y la crisis económica, política e institucional, apuesto por intensificar en otoño las movilizaciones para exigir la dimisión de Rajoy y aglutinar fuerzas entorno a un bloque social y político capaz de construir una alternativa de gobierno. El problema del PP no es de Rajoy, es del Gobierno, del partido, de estafa electoral y de fondos ilegales. La solución no es un cambio de presidente, sino un cambio de Gobierno, que no se recoge en principio en la moción de censura anunciada por el PSOE.

P.-  ¿Usted cree que en España sigue palpitando el sectarismo y el cainismo político?

R- Creo que en ocasiones la gente insiste en buscar diferencias en aquello que nos separa en vez de intentar llegar a acuerdos y lugares en los que nos podamos sentir cómodos. A veces damos excesiva importancia a lo que no son más que matices, en vez de ir a la raíz de los asuntos y ocuparnos de lo que de verdad preocupa a los ciudadanos.

P.- La I República acabó con Cartagena declarando la guerra a Madrid y la segunda ni le cuento. Si llega la tercera será mejor, aunque la presida un político de derechas… ¿no?

R.- En principio, no es buena cosa acomodarse datos históricos para hacer proyecciones de futuro. Dicho lo anterior, si llega la tercera –que llegará más pronto que tarde- la habrá de presidir aquella persona a la que elija el pueblo, ni más ni menos. Será de derechas o de izquierdas; será rico o pobre; será hombre o mujer…, en fin, será el pueblo quien decida a quién quiere para que conduzca sus destinos. Es muy sencillo, se trata de dejar atrás un anacronismo histórico que, además, comienza a ser un lastre porque arrastra una losa de opacidad que no sirve para caminar hacia el futuro.

P.-  ¿Hay algo en la izquierda ortodoxa que haya sido superado por la historia?

R.- Se cumplen ahora 60 años desde que Nikita Kruschev asumiera las funciones de primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1953. Su mandato supuso un golpe de timón en la política soviética con un demoledor informe que criticaba duramente a su predecesor Stalin por sus métodos autoritarios amparados por el “culto a la personalidad” durante su liderazgo. En un fragmento de su histórico informe sobre la gestión de Stalin se decía: “En lugar de demostrar la idoneidad de su política, eligió casi únicamente el camino de la represión y del aniquilamiento físico”. Bien, este es un buen ejemplo de autocrítica, un hecho histórico que en modo alguno ha tenido su réplica en el mundo capitalista.