Claudia Torres Gallego. Profesora de Educación Secundaria en CLM.- La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, o LOMCE y también denominada «Ley Wert«, es una propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Educación(2/2006, del 3 de mayo) o LOE y de la LOGSE de 1990, que son las leyes que regulan el sistema educativo español. El proyecto de ley definitivo fue presentado el 17 de mayo de 2013 por el ministro de Educación, Cultura y Deporte José Ignacio Wert y ahora está en el Senado.
Desde que se hizo público el primer borrador de la ley ciertos sectores sociales encabezados por los partidos de izquierda, los sindicatos y las asociaciones de padres y de alumnos de la enseñanza pública han mostrado su rechazo a la misma mediante concentraciones, manifestaciones y huelgas, dados los numerosos y polémicos cambios que en la misma se recogen. No pretendo hacer en este artículo una minuciosa explicación de los puntos claves que reforma la Ley Wert y de sus posibles consecuencias para el sistema educativo, ya que ello requeriría disponer de varias páginas de prensa y claro está no cuento con ellas. Pero si puedo afirmar sin reticencias que hay demasiados cambios (no consensuados con la comunidad educativa) y que afectan seriamente a la calidad educativa y la igualdad de oportunidades del alumnado y que además es lamentable, que para mayor tomadura de pelo a la ciudadanía, la ley se llame para “la mejora de la calidad educativa”.
Mi análisis es mucho más cercano y llano, e incluso más fácil de entender para el ciudadano de a pie que ya esta muy perdido ante los numerosos cambios que se han sucedido en Educación en España. Yo quiero hablar desde la cercanía de las aulas y como profesora que a diario ve los problemas a los que se enfrentan, los profesores, los centros y por tanto también los propios alumnos.
La ecuación formulada desde el Gobierno es muy simple: menos medios económicos, menos profesores y más alumnos por aula. (En la comunidad de Madrid, modelo por excelencia de destrucción del sistema público de educación y de apoyo a la enseñanza concertada y privada, los Institutos y Escuelas Públicas tienen hasta 40 alumnos por aula. Los que se sientan atrás a veces han de levantarse para tomar los apuntes porque no ven bien lo que se escribe en las pizarras).
Si hablo de mi centro, del IES donde trabajo, he observado una larga lista de cambios seriamente preocupantes: por ejemplo la calefacción se enciende poco porque no se sabe si habrá dinero para poder pagarla, el mobiliario está cada vez más desgastado y no se repone, se ha reducido o anulado la asignación de presupuesto a los departamentos, se han eliminado la dietas a lo profesores cuando se van con los alumnos a actividades extraescolares, a los profesores se les descuenta del sueldo si tiene bajas por enfermedad justificadas, se han aumentado la horas de docencia sin dejarnos tiempo para cubrir otras necesidades educativas, se ha reducido el número de compañeros en plantilla, los profesores de apoyo a los alumnos son menos, hay más alumnos en las aulas a pesar de no hay ni espacios ni equipamientos…. y un largo etcétera.
Y si sigo hablando de la Formación Profesional, que en concreto es mi rama educativa, todas las familias profesionales están infradotadas: en los ciclos de Administración faltan ordenadores y todos son muy viejos y lentos…, en los ciclos de Peluquería y Estética no hay tintes, ni lacas, ni otros materiales, los secadores y planchas no funcionan…, en los Ciclos de Sanitaria no tienen conexión a Internet y sólo hay una cama para hacer prácticas, los alumnos de prótesis dental se quedan sin yeso ni siliconas para hacer moldes a mitad de año, y carecen que aparatos técnicos adecuados…los de talleres automoción más de lo mismo, y no sigo por no llorar…
Estando así la ley Wert plantea como solución estrella para la F.P la Formación Dual, que el alumno vaya a la empresa y que gratis trabaje haciendo prácticas, careciendo aún de la formación suficiente y becándoles con 400 euros, renunciando así a dotar como Dios manda las aulas, los ciclos y la formación en general.
¡Basta de leyes politizadas y absurdas que nos vuelven loca la cabeza a los profesores!, ¡basta de hipocresía y de ocultación de la verdadera realidad presupuestaria de la Educación! ,¡y basta de ataques continuados a la dignidad de la Escuela Pública!
¿Y qué podemos hacer nosotros?. Como poco ir a la Huelga.
En fin, no me extraña, que ante la nueva ley que se nos avecina, y en la que ni tan siquiera he querido entrar, que al final la sabiduría popular circule por la red diciendo:
«La energía se mide en Julios, la luz en watios, y la estupidez en Wert”.
Preguntas qué podemos hacer nosotros: TODO.
Si bien es cierto que hay que esperar a que lleguen las elecciones. Pero, en nuestras manos está poner a gente que no haga esta barbaridad con España, Castilla La Mancha y con Ciudad real.
Es que no hablamos solo de educación, hablamos de servicios sociales, de sanidad, de política local, de empleo, de sueldos, de impuestos, de investigación, de competitividad. Nos han pasado el rodillo de la mayoría absoluta por la cabeza sin pararse a pensar que ganaron por un absoluto cabreo de los ciudadanos progresistas que se quedaron en casa hartos de ver un inoperante PSOE que se quedó con la boca abierta ante la crisis más grande de la historia.
Y están usando esa mayoría para lo que ellos denominan «cambio de modelo» que no es ni más ni menos que: te freímos a impuestos y por cada cosa que quieras te lo tienes que pagar. O sea, que ahora todo nos va a costar el doble para que cuatro pájaros se hagan de oro. Al final, sociedad polarizada de 4 ricos y 40 millones de pobres, clase media al carajo y….a saber…
Me da exactamente igual lo que vote cada uno en las próximas pero, cuando llegue el día, quedarse en casa o votar en blanco va a ser darle alas a Cospedal, Rajoy y Rosa Romero y creo que no nos lo merecemos.
Por lo tanto, a tu pregunta está clara la respuesta: EJERCER LA SOBERANÍA y poner a gente con sentido de lo público en puestos públicos. Y quien crea en lo ultraliberal, pues que se monte una empresa y la dirija manu militari.