La sede de la peña El Cencerro abría sus puertas el jueves por la noche. Fueron muchos los peñeros y vecinos que quisieron estar presentes en esta fiesta de inauguración, entre ellos el alcalde de la localidad, Leopoldo Sierra, junto a los miembros de otras asociaciones y peñas que dan vida a la cultura daimieleña.
La calle Santa María 50 respiraba fiesta y carnaval en la noche del 17 de octubre con la inauguración de la sede de la Peña el Cencerro. Un edificio de dos amplios habitáculos decorado con las fotografías de los innumerables desfiles carnavaleros que durante los más veinte años de historia de la asociación han llenado de color y alegría las calles de la localidad y pueblos vecinos. También hay sitio para los diplomas y premios que han valorado el esfuerzo de estos daimieleños y como no podía faltar, un cencerro.
El acto comenzaba con el corte de cinta a manos del alcalde, Leopoldo Sierra y la presidenta de la Peña, María Lozano, que servía como inicio de la inauguración. Posteriormente, en la primera planta tuvo lugar la presentación de la sede. Una casa cedida por el equipo local del PSOE y que los peñeros han acondicionado y restaurado para poder albergar los enseres de la asociación y además les servirá como lugar de reunión y de confección de sus trajes.
El primero en tomar la palabra fue Miguel Ángel Escuderos, antiguo presidente de la peña, seguido de la nueva presidenta “que veía como por fin se hacía realidad: una sede propia” y recogía el testigo para “continuar haciendo del carnaval daimieleño una gran fiesta”.
No faltó a la cita el representante del grupo socialista, Saturnino Salcedo, que ha cedido la sede, ni tampoco Leopoldo Sierra, que, como alcalde, se comprometió a apoyar a la peña en todo lo que estuviera en su mano y destacó “la alegría, como sinónimo de la peña, algo muy necesario en estos tiempos que no son fáciles para algunos pero que gracias a gente como la que conforman la Peña el Cencerro, se hace más llevadero”.
El último en sumarse a esta inauguración fue José María Díaz Salazar, presidente de FEDADA, quién destaco “la importancia de tener una sede propia y del asociacionismo para dar aún más esplendor a la vida cultural del pueblo.”
El acto inaugural terminó con un vino y aperitivos para los asistentes, poniendo así el broche final a una noche de fiesta que aunque en octubre, respiraba carnaval.