Ángel López Jiménez.- En diferentes medios de comunicación se ha informado el pasado fin de semana, de una iniciativa muy interesante en torno al binomio gastronomía/turismo en el municipio de Bolaños. Se trata del I Túnel de los Sabores Calatravos, desde el que 20 empresas han reivindicado ser una experiencia para los sentidos basada en la riqueza gastronómica de nuestro Campo de Calatrava.
La iniciativa era el resultado de los talleres de empleo que, financiados por el gobierno regional, ha planteado y organizado la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava. Dicha Asociación trabaja con coherencia en los planteamientos que siempre tuvo en torno al Parque Cultural Calatrava, en el que uno de sus ejes era la calidad de los productos de la zona y sus denominaciones de origen. Trabajan con mentalidad de comarca, pues esa es su seña de identidad. Nada que objetar, antes al contrario, parabienes y felicitaciones.
El problema está en que Almagro, como tal ciudad, queda una vez más capitidisminuida, minimizada en el olvido de la generalidad y no en la alternativa del protagonismo. Pero esto es sólo responsabilidad propia de quien no exhibe ninguna iniciativa, de quien parece vivir sólo de la historia renunciando a hacer historia con su realidad actual.
En Almagro, con cerca de 1.100 parados, no se celebra ningún taller de empleo, bien porque no se pidieron bien porque la Consejería de Empleo no los concedió. En Almagro no hay iniciativas en torno a sus productos gastronómicos y su exquisita hostelería. Vemos cómo en otros pueblos se celebran las jornadas del melón, las fiestas del vino, sus mercados medievales, sus jornadas de caza, jornadas de la tapa, Sabor Arte, el día de la cebolla, las fiestas del pisto gigante, la cocina Alfonsí, los sabores del Quijote, feria de caza y turismo, ferias del stok y un largo etc., hasta llegar a esta reciente iniciativa que comentamos del Túnel de los Sabores Calatravos.
Cualquiera de estas iniciativas pretende incentivar el comercio, reactivar el consumo, dar a conocer potencialidades, atraer a visitantes, sentar ciertas bases turísticas, intercambiar experiencias, forjar una imagen de iniciativa y hasta crear un cierto nivel empleo.
Almagro es verdad que tiene historia, el monarca Enrique II le concedió en 1374 el privilegio de celebrar dos ferias anuales de quince días de duración cada una para ser un centro de artesanía y comercio de gran renombre y potencialidad. Hoy no haría falta la concesión de ningún Privilegio Real para tomar iniciativa en este campo. Hoy, simplemente, nos hace falta espabilar. La iniciativa deben tomarla los políticos locales actuales, que para eso están en el puesto, ya que el electorado creyó sus promesas.
Dice un proverbio árabe que ‘quien llama repetidamente a la puerta acaba entrando’, el problema está en que “hay que llamar a la puerta”, hay que ponerse manos a la obra e intentarlo una y otra vez. En la actual legislatura municipal las iniciativas en ese sentido brillan por su ausencia; más bien todo parece rodar hacia una decadencia constante, más allá de prestar sillas a Farcama y encima estar orgullosos de ello.
Parecemos entretenidos, como regodeándonos, en resucitar Cronistas Oficiales de la Villa, en colgar cuadros de paisanos ilustres almagreños ya carcomidos por la historia en el Salón de Plenos Municipales, en sembrar huertos ecológicos que después casi nadie utiliza. Entretenidos en destituir de sus funciones concejalías o aceptar dimisiones de otras, incluso pasmados suprimiendo la fiesta taurina por excelencia de la provincia cuando todo el resto del mundo organizaba las suyas.
¿Dónde están las iniciativas económicas del pueblo con más historia de la provincia? Recomiendo a las autoridades competentes que desactiven sus hábitos negativos de tener miedo al fracaso. Que hay que tener iniciativas para sacar Almagro adelante. Incluso es posible que no puedan alcanzarse todos los sueños, pero ya se logrará mucho si al menos se intenta.
Las autoridades municipales tienen la misión de poner en el horizonte colectivo de la ciudad aquello que un día iluminó el corazón de la misma: su autoestima. No tienen mucho tiempo. Mientras tanto, la iniciativa está en el I Túnel de los Sabores Calatravos, en Bolaños. Como en tantos otros pueblos que nos están dando “sopas con onda”. ¡Hay que llamar a la puerta de las iniciativas, que se termina entrando!