Carlos García del Castillo Serrano.- Currantes somos todos, pero en esta ocasión especial hablamos de un currante en mayúsculas. Francisco Javier Muñoz Pérez, es un profesional que ha dedicado 33 años de su vida a su negocio. La Ferretería Santa Marta además de ser una pequeña empresa es un icono de referencia en nuestra ciudad. La calle Olivo no será la misma cuando próximamente cierre sus puertas. Con grandes descuentos vive sus últimos días en el mercado.
¿Cuánto tiempo lleva en marcha el negocio?
El negocio lo fundamos en el año 1980, llevamos de forma ininterrumpida trabajando 33 años en el mismo sector.
Echando la mente atrás Javier. ¿Cuál fue el motivo que le impulso a comenzar este negocio?
La idea de empezar el negocio no fue mía, sino de mi suegro. Hicimos en aquella época un pequeño estudio de mercado y descubrimos que había pocas ferreterías. En ese momento consideramos que el sector estaba bajo de productos y arrancamos el negocio a medias.
¿Por qué en aquel momento considerabas que podía tener éxito?
Porque la población que había en Ciudad Real en aquel entonces era similar a la que hay actualmente. Veíamos que había pocas ferreterías en relación al número de habitantes y vimos que eso era una oportunidad. No solo para una ferretería sino para más de una. Y el tiempo nos ha dado la razón porque a día de hoy hay muchas en la ciudad.
Con su experiencia y con tantos años en el negocio ¿Cuál ha sido su perfil de clientes durante todo este tiempo?
Después de más de 30 años, puedo decir que en nuestro caso el perfil de clientes ha sido muy heterogéneo. Desde niños, mujeres, hombres, empresas, industriales, etc. siempre ha sido muy diverso, hemos tenido absolutamente de todo. Sin embargo, a día de hoy, ha bajado mucho la variedad de cliente, porque ya no existe tanta industria ni tanta construcción.
Con el tiempo que ha ejercido dentro de su negocio. ¿Ha sabido siempre la opinión de sus clientes?
Sí, Los clientes habituales, que por suerte son muchos, siempre han depositado su confianza en nosotros y nosotros en ellos, están muy satisfechos. Siempre hemos trabajado para ayudarles y los clientes saben que jamás hemos decepcionado, hemos ofrecido un buen servicio, buenos precios y el mejor de los asesoramientos, que es algo que siempre se busca en las ferreterías. Sin duda todo eso ha sido el motivo de nuestro éxito tantos años.
Una experiencia tan grande como la que posee no se consigue fácilmente ¿Ha sufrido grandes dificultades durante los 33 años que lleva en marcha?
Sí, muchas. No sabría por dónde empezar. Estar tantos años no es fácil y se soluciona a base de trabajo, al final aprendes de las dificultades. Por ejemplo, hace años los problemas venían de los proveedores y el tiempo que tardaban. Por suerte con el tiempo todo eso ha ido cambiando y de hecho, eso es de lo que mejor funciona a día de hoy.
En la actualidad, las dificultades han venido por el bajón de ventas debido a la caída de la construcción. Clientes como carpinteros, herreros o pintores han bajado considerablemente y nos hemos tenido que adaptarnos a las nuevas necesidades. Al final todo se supera trabajando mucho, los clientes nos apodaban recientemente “Ferretería de guardia” de la cantidad de horas que trabajábamos.
En la historia de la Ferretería Santa Marta ¿Cuántas personas han llegado a trabajar junto a ti?
Durante todo este tiempo he compartido mi proyecto con muchos trabajadores. Incluso hemos llegado a tener en nómina hasta 5 personas a la vez. Todos ellos me han aportado mucho al negocio y les estoy muy agradecido.
De todos los trabajadores que he tenido me gustaría destacar a mi amigo y compañero Alfonso, comenzó conmigo hace más de 20 años y actualmente continua luchando a mi lado, codo con codo.
Tantos años en la espalda le convierten en todo un profesional del sector, a pesar de eso ¿Se ha seguido formando todo este tiempo?
Sí, tienes que estar formándote constantemente. La formación que más me ha aportado ha sido la prensa especializada en el sector. Tienes que estar al día de todos los productos, saber cómo son y cómo funcionan. Nunca me he negado a innovar y arriesgarme con los productos que llegaban nuevos.
Realmente una ferretería obliga a formarte continuamente. Por ejemplo, en maquinaría siempre hay que estar a la ultima porque la tecnología evoluciona constantemente y su valor puede variar en muy poco tiempo.
¿Le hubiera gustado expandirse en algún momento?
Sí, mucho. Concretamente, cuando vimos que la ciudad comenzaba a crecer. En aquel entonces, sabíamos que una tienda en el casco urbano no facilitaba la venta a clientes industriales de gran cantidad. Tuvimos la idea de recolocarnos en un polígono industrial. Sin embargo, tras estudiarlo a fondo y ver la gran inversión tuve que abandonar la idea.
En tus últimos días con el negocio y después de pasar por tantos momentos ¿Considera que la crisis ha afectado a su sector?
Sí, además por desgracia en un porcentaje muy grande. Un 60% de los productos se han tenido que dejar de trabajar porque no hay mercado donde venderlo. El problema es que el sector industrial ha dejado de trabajar tan intenso como antes y la caída se ha notado.
Javier, una ferretería tan longeva ha tenido productos de todo tipo. Sin embargo ¿Cuáles han sido los productos más vendido?
Lo que más he vendido y lo que más me ha gustado vender ha sido al sector de la carpintería. Vender a todo tipo de artesanos es una de mis grandes satisfacciones. En la venta diaria nunca se ha dejado de vender el clásico tornillo, el clavo o el martillo.
El producto más demandado durante todos estos años ha sido el herraje, desde la manivela, los pomos, copia de llaves, mirillas de puertas… Son producto que aunque pasan los años se siguen vendiendo y se venderán.
¿Le hubiera gustado haber tenido presencia en las redes sociales?
Me hubiera encantado. Es para mí una asignatura pendiente, ya que quería y no he sabido llevarlo a cabo o no he tenido quizás el mejor asesoramiento. Lo he dejado en el tintero sin hacer.
Sabía perfectamente que las redes sociales tienen un gran espacio de proyección y que podía aumentar mi número de ventas. Gracias a internet cualquier persona puede encontrarte desde el lugar que sea, como por ejemplo desde Japón. Realmente se me ha quedado una espina clavada
Y Javier para despedirnos ¿Cómo ves ahora tu futuro después de que acabe pronto tu aventura empresarial?
Mi futuro siempre estará ligado a mi profesión, porque siempre he sido una persona que ha amado mucho su trabajo. El motivo por el que estoy liquidando mi negocio es porque ha llegado el momento de jubilarme. Me gustaría poder desconectar del día a día y poder ver la vida desde otro punto de vista. Ahora es el momento de disfrutar de mi tallercillo y seguir disfrutando de la profesión como más me gusta.
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Qué lástima, probablemente la ferretería que de más aprietos me ha sacado.
Una pena que cierren.
Toda la vida viendo la ferretería y toda la vida viendo a esos dos fenómenos ayudando a la gente. Me ha dolido leer esto y saber que cierran! Gracias por todo Javier!
Qué pena que un icono como es para Ciudad Real la Ferretería Santa Marta cierre sus puertas, como bien decís, la calle Olivo no será la misma. Mucha suerte para Javier, seguro que tantos años de trabajo tendrán su recompensa. Un saludo
Pues sí, es una pena que ferreterías clásicas como esta cierren por jubilación o por la «maldita crisis».
Todavía me acuerdo de otra céntrica ferretería en pleno centro, la de Carmona o más antigua, la de Fernandez.
Recuerdo a esta sección de «Currantes» que aún quedan dos comercios antiguos – que yo recuerde – sobreviviendo en Ciudad Real: Almacenes Jarlins y los Curtidos Garcia, dos establecimientos en los que al entrar «se huele» aún el ambiente de las antiguas tiendas.
Espero que duren mucho, por sus dueños y por nosotros sus clientes. Si la tienda de barrio muere, muere también algo de la ciudad…
los estoy llamando al 4216108 y no contestan cual es el numero de ustedes busco llave para tuercas de seguridad camioneta ford urgente gracias estoy en santa marta