R.– Decir únicamente que las ayudas percibidas se han visto reducidas en dos años al cincuenta por ciento. Fuerte decremento para mantenerse en pie. Pero nuestra vocación está por encima de estas contingencias en las ayudas públicas que resultan justas y necesarias dada la labor social que realizamos.
P.- ¿A cuánto asciende la deuda de las administraciones públicas con Cáritas Ciudad Real?
R.- A día de hoy la deuda asciende a 555.128,66 euros, toda ella de la Junta de Comunidades. Decir que de esta suma me preocupa sobremanera la cantidad de 210.153,60 euros que corresponden a 2011, una partida pendiente de recibir el Ayuntamiento de Ciudad Real por parte de la Junta en concepto de subvención del antiguo CAI La Esperanza. Del resto de la deuda, la Junta ya nos ha abonado el 75% de las cantidades correspondientes a 2012.
P.- Hay quienes critican a la Iglesia que, en momentos como estos, no se desprenda de los recursos patrimoniales que le «sobran» para destinarlo a los más necesitados. ¿Qué opina al respecto?
R.- Mire, antes de asumir esta responsabilidad he estado colaborando durante cinco años, desde que accedí a la prejubilación, en el departamento de la Administración del Patrimonio de la Diócesis. Y le puedo asegurar una cosa: la solidaridad de la Iglesia con el mundo de la pobreza en esta Diócesis es, como no puede ser de otra manera, enorme. Lo que sucede es que por su propia idiosincrasia no puede ser pública. La caridad no se pregona. Y por eso, aun sabiendo datos, no puedo decirlos. Pero fíjese en un detalle. Antes le decía que las ayudas públicas se han visto reducidas a la mitad. Pues bien, en la Iglesia no ha habido ningún ERE. Eso nuestro obispo don Antonio lo tiene meridianamente claro. La «estructura» se mantiene a base de las ayudas, yo lo llamo préstamos que el Obispado nos está dando… y que algún día habrá que devolver, porque son muchos los frentes que tiene abiertos. Esa es una tarea en la que nos hemos embarcado, también con las empresas y algún día explicaré, si tienen a bien. Quien conoce a don Antonio sabe de su enorme vocación social, sí, social; para algunos, demasiado social, ya me entiende… Y como no lo puedo evitar, lo digo. Para nuestro obispo, los pobres son lo primero.
P.- ¿Nos puede adelantar algo sobre esa tarea con las empresas?
R.- Bueno, todavía está en mantillas. Antes hablaba de la colaboración de las empresas y de que quien realizan los donativos son las personas, eso es evidente. Pues bien, vamos a poner en funcionamiento un departamento de captación de recursos en el que va a tener cabida un proyecto que se viene realizando en otras diócesis, y que se denomina Empresas con Corazón. Se trata de una iniciativa que pretende vincular al mundo empresarial con los proyectos que nosotros venimos realizando de integración social. La empresas pueden ayudarnos de muchas maneras, no solamente contribuyendo económicamente, cuestión fundamental ante la bajada del importe de subvenciones, sino acogiendo personas para trabajar en ellas. Nosotros garantizamos que esas personas responden.
P.- Como ciudadrealeño de pura cepa, qué opina: ¿había menos angustia social en Ciudad Real hace 20, 30, 40 años…?
R.- Hace cuarenta años, hablo a nivel diocesano, creo que mucha gente no tenía angustia social porque para sentirla hay que haber experimentado otra situación mejor. Y en esos años la crisis era constante en muchas familias de nuestra región.Yo recuerdo de Ciudad Real los barrios, «oficialmente pobres», mis visitas a la Era del Cerrillo, la Barriada del Padre Ayala con Acción Católica… Cierto que hace quince años se inició un despegue económico que nos hizo creer que habíamos entrado en el paraíso económico terrenal, y ya vemos que no es así. Fui testigo privilegiado por mi trabajo de este desquicie en el que se dieron las circunstancias que desembocaron en un cóctel nefasto: el precio del dinero a ras de suelo, la falta de cultura monetaria, el anhelo consumista y la facilidad también de los bancos en dar préstamos.
P.- ¿Qué opinión le merecen las políticas sociales del Ayuntamiento de Ciudad Real? ¿Tiene Cáritas una buena relación con el Consistorio?
R.- Esta pregunta no debiera responderla yo, sino desde Cáritas Interparroquial de Ciudad Real. A nivel general la relación de Cáritas con este Ayuntamiento y con los demás es correcta. Con ocasión de mi anterior dedicación en el Obispado he tenido ocasión de comprobar la afectuosa relación que todos los Ayuntamientos del signo que fueran mantienen y dispensan a la Iglesia.
En aquellas poblaciones donde mantenemos Centros de Acogida, albergues para transeúntes (obligación de sus Ayuntamientos que nos tienen derivada a nosotros, lo cual agradecemos porque es síntoma de confianza), la relación es más estrecha, aunque nos gustaría que las cuantías económicas que nos ofrecen fueran mayores. Esta semana tengo concertadas dos visitas con dos alcaldes de estas poblaciones, a petición de ellos mismos. En este sentido las administraciones públicas deben valorar, sé que lo hacen, pero deberían hacerlo más, el servicio social que hacemos. Todo es mejorable.
Si quieres leer la primera parte de esta entrevista, pincha aquí.
Bravo Fermín. Coincido con tus respuestas al 100%. Sin pelos en la lengua.
Y me has dejado a cuadros con lo de la deuda de las Administraciones. Cómo pretenden que asumáis esa cantidad de problemas si os deben tal barbaridad?
Eso sí, para Audis de lujo con chófer de alquiler no les va a faltar nunca a los de siempre. Qué barbaridad. Ojalá nos dejaran administrar los impuestos a los ciudadanos, verás qué poquita deuda pendiente de pago ibas a tener… solo con que los presupuestos reales estuvieran en Internet con acceso público, como ocurre en las administraciones europeas transparentes, se acabarían las ingenierías financieras que tanto gustan a los «tesoreros» y no habría que pedir préstamos para ayudar a los que todo lo tienen que tomar prestado de quien no tiene para prestar.
«La Verdad os hará libres»
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres.(Jn 8,31-32)
Gracias por tu interés y seguimiento Blisterr. Un saludo muy afectuoso.
Esperaba esta segunda parte y no me has decepcionado.
Yo que trabajo en una ONG con drogodependientes se del trabajo de Cáritas en este sentido por ejemplo con «Siloé» en cuanto a ayuda a estos «marginales» que muchas veces por desgracia han pasado por lugares comunes como los jardines del Prado.
La labor de estas instituciones es impagable.
Ya se de las deudas que tienen las administraciones con vosotros. No me sorprende pues con la ONG con la que yo trabajo también hay un buen agujero… y aún así sobrevivimos como podemos.
En lo de vender el Patrimonio de la Iglesia, a voz de pronto yo estaría a favor con tal de solucionar los gravísimos problemas económicos y sociales que tienen ciertos colectivos pero pensando un poco más friamente pienso que quizá tengamos que pensar en otros medios ya que el patrimonio religioso entendido como patrimonio cultural creo que debe ser respetado para uso y disfrute de todos. Y digo todo esto a vez de pronto puesto que es un tema con muchos matices como para hablar de ellos en tan solo unas lineas.
Las preguntas de «MiCR» me has perecido muy acertadas y directas a los problemas sin andar con rodeos.
Yo echo en falta una pregunta: ¿Que opina Fermín del nuevo Papa y de los gestos y declaraciones que últimamente esta teniendo y diciendo mucho más cerca de planteamientos sociales que sus antecesores?
A mi personalmente – y no se me rasgan las vestiduras por decirlo – todo lo que está haciendo y diciendo el Papa Francisco me gusta y me parece una pequeña gran revolución dentro de la Iglesia, impensable hace años. Hace semanas le pregunté a un amigo cristiano y crítico con la Iglesia esa misma pregunta: ¿El Papa, socialista? y el me contestó con cierta sonrisa: «simplemente sigue el evangelio…». Me gustó.
Nada más.
Un abrazo Fermín, todo mi apoyo pues en cierto modo «estamos en el mismo barco».
Gracias por su interés Luis Mario. Próximamente publicaré un artículo sobre lo que me parece el Papa Francisco y alguna cosa más relacionado con su ministerio. Un fuerte abrazo.
Impagable labor, estimado Fermín.
En esta época en la que todos nos hemos convertido en «homoeconomicus» es de agradecer la solidaridad y generosidad de los demás. Un ejemplo a imitar.
Un saludo.
Muchas gracias José Manuel. «Homoeconómicus» esta expresión que has utilizado es el resumen de lo que supone el empobrecimiento de la sociedad. Pues bien, algunos, demasiados siguen pensando en que los seres humanos somos…billetes y monedas de cambio. Un fuerte abrazo.