Juan Fernando Ruiz Claver. Concejal del grupo municipal socialista de Ciudad Real.- La falta de criterio en la gestión municipal realizada por el gobierno de nuestra Alcaldesa, Rosa Romero y su equipo de gobierno, sigue siendo la tónica por la que se rigen los programas planteados desde el consistorio capitalino.
El Grupo Municipal Socialista ha criticado continuamente esta situación. Queremos referimos en esta ocasión al anuncio de la concejal responsable del área de Promoción Económica y Turismo, Lola Merino, sobre la celebración de la sexta edición de las Jornadas de Cocina Alfonsí, organizadas por el IMPEFE, que se celebrarán del 19 al 22 de Septiembre, el II Gran Mercado Medieval en las mismas fechas, y las jornadas de Tapearte para el mes de octubre.
Nuestro grupo municipal defiende habitualmente que es preciso dinamizar el comercio y la economía de la ciudad con actividades atractivas no solo para los vecinos sino también y especialmente para que sirvan de atracción de visitantes. Sin embargo entendemos que la programación de las mismas debe hacerse con criterio y en torno a algún centro de interés.
¿Alguien puede entender que permaneciendo cerrado el parque arqueológico de Alarcos se celebren estas actividades Alfonsíes? ¿No hubiera sido más razonable haber acelerado la firma del convenio con la Junta de Comunidades y haber hecho coincidir todas estas actividades con la reapertura del mismo?
Parece como si la Sra. Merino quisiera cubrir el expediente y rellenar por rellenar para cubrir alguna cuota mensual sin más miramientos.
La ciudad necesita desesperadamente salir del letargo en la que está sumida pero lo hará si primero nos ocupamos de poner a disposición el escaso patrimonio cultural del que disponemos. ¿Para cuándo el Museo provincial? ¿Para cuándo el Museo D. Quijote? Ocupémonos de tener en orden toda la infraestructura cultural y patrimonial y luego generemos actividades gastronómicas o festivas de cualquier índole alrededor, programándolas en las fechas oportunas.
Nuestro grupo considera que después del periodo vacacional, y al comienzo del curso escolar, los ya “desnutridos” bolsillos de los ciudadanos-as de la capital no están para gastos extraordinarios de ningún tipo.
Pensamos también que aglutinar en un paquete turístico completo, que englobase estos eventos en una semana promocional bien diseñada, podría convertirse en un proyecto turística “vendible” a los potenciales turistas y a los vecinos de la capital.
Criticamos también la falta de imaginación en el diseño de estos eventos: ¿II Gran Mercado Medieval? La realidad es que es el mismo “mercadillo de siempre” o el “mercadillo de los años 50” que fue similar pero con “aires más casposos”.
Nos preguntamos por los resultados, cuestionamos que los ciudadanos valoren realmente estas iniciativas como intento de promocionar comercio local, puesto que no cumplen con el objetivo.
Cabe destacar que en nuestra capital las tapas acompañan de forma gratuita y con calidad las consumiciones, en un gesto que honra el buen hacer de los hosteleros de la ciudad.
Queremos advertir también del gasto que suponen estas “promociones” para las arcas municipales, en épocas donde el despilfarro no se puede permitir, y hay que ser muy prácticos en los proyectos diseñados.
Los resultados reales son los que nos ratifican en nuestra crítica: la situación del sector hostelero de Ciudad Real es cada día más difícil, las quejas de los responsables de dichos negocios son continuas y el cierre de establecimientos del ramo es incesante.
Por todo ello, insistimos en nuestro apoyo incondicional a la promoción económica y turística de Ciudad Real, pero no de cualquier manera, sino atendiendo a prioridades y valorando resultados objetivos, y siempre desde la participación y el consenso ciudadano.
La obligación de un gobierno responsable es saber utilizar los recursos de los que dispone para conseguir dinamizar los sectores económicos y sociales en beneficio de los ciudadanos, con resultados prácticos y positivos, y no “vender programas a bombo y platillo” para justificar un trabajo mal diseñado y carente de beneficios para una ciudad que se sigue muriendo bajo el gobierno de Rosa Romero.