Roncero asegura que no existe informe de los bomberos porque las pérgolas se instalaron antes de la actual ordenanza

La concejala de Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Ciudad Real, Rosario Roncero, ha explicado a miciudadreal.es que el proyecto de instalación de las pérgolas en las terrazas de la Plaza Cervantes se llevó a cabo antes de la aprobación de la Ordenanza reguladora de la ocupación de la vía pública con terrazas y otros elementos, según un condicionado técnico elaborado por peritos municipales. Razón por la cual, afirma la concejala, no sería preceptivo, ni existe, informe de bomberos sobre accesibilidad.

A lo largo de 2012, los hosteleros de la Plaza Cervantes se reunieron con la concejala de Sostenibilidad  para plantearle la posibilidad de colocar unas pérgolas en las terrazas, algo que en la ordenanza vigente en aquel momento no estaba previsto. «No obstante – explica Rosario Rocero-, para intentar dar una solución a un colectivo de personas que exponía una serie de necesidades y motivaciones, se estudió desde la Concejalía de qué manera se podía dar una solución a esta cuestión». Además, según la concejala, en un  momento en el que estaba tramitando el borrador de la Ordenanza de la ocupación de la vía pública. Norma en la que ya se incluirían este tipo de estructuras, «precisamente una cuestión muy demandada por los hosteleros».

«Efectivamente, con la ordenanza de la época en la mano, los hosteleros no podían instalar los cerramientos; pero también es cierto que estábamos redactando un nuevo reglamento en el que ya estaban previstos», señala Roncero. «Si esperábamos a que se cumplieran todos los trámites del proceso, se perdía un tiempo que los hosteleros entendían como muy valioso».

«Por un lado analizamos la cuestión legal con los técnicos de Urbanismo y Sostenibilidad, y estudiamos si se podían autorizar y de qué forma hacerlo», añade. Según la concejala,  el proyecto estaba avalado por Cristina Miranda, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, y contaba con el visto bueno de los propietarios de las viviendas que, mayoritariamente, no manifestaron su oposición tras una reunión celebrada en el Ayuntamiento. Aunque, tal y como reconoce Rosario Roncero, alguno de los vecinos sí que se mostró contrario desde el principio a la instalación de las pérgolas.

A partir de ahí se elaboró un condicionado técnico por parte los peritos de Urbanismo y de Sostenibilidad, «en el que se determinaba cómo debían que ser las pérgolas, de qué modo habían de instalarse, etc. para que fueran seguras». Los hosteleros implicados, así como la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería, participaron en la realización de este condicionado «que recogía los requisitos que debían cumplir las pérgolas para que se dieran las condiciones de seguridad adecuadas e, incluso, lo que debía pagarse por su utilización, puesto que los cerramientos no  estaban contemplados en la ordenanza vigente».  La concejala recalca que el jefe de servicio de Movilidad, el de Bomberos y el inspector de la Policía Local «garantizaron la accesibilidad y certificaron que no había problemas de seguridad». Además, Rosario Roncero asegura que el proyecto pasó por la Comisión de Accesibilidad y fue aprobado.

«No hay informe de bomberos porque no era necesario», insiste. «La nueva ordenanza sí recoge que debe hacerse un informe previo de los bomberos que determine que no hay problemas de seguridad. Sin embargo, cuando a los hosteleros de la Plaza Cervantes se les da autorización para instalar las pérgolas, se hace en base al condicionado técnico porque aún no estaba en vigor la ordenanza, que es la que obliga a contar con el informe de los bomberos. Los vecinos piden un informe que no existe y no tiene por qué haberlo», argumenta la concejala.

Por otro lado, reconoce que «es cierto que los hosteleros no están siendo todo los escrupulosos que deberían ser con el cumplimiento de las condiciones (mesas fuera del espacio habilitado, por ejemplo) y desde el Ayuntamiento les estamos levantando actas constantemente». Y añade que desde el Consistorio «se ha requerido a los hosteleros determinadas cuestiones que no están cumpliendo, como algunas instalaciones eléctricas que no estaban autorizadas en el condicionado técnico y que las tienen que legalizar».

Asimismo, en referencia a la pérgola de uno de los establecimientos hosteleros, que se sitúo en el trazado que la terraza había venido ocupando a lo largo de los años, justo enfrente del número 4 de la Plaza Cervantes, Roncero aclara que la Concejalía firmó un acuerdo en el que los hosteleros se comprometían a mantener libre el acceso al inmueble. «No existe norma que les obligue a ello, pero se lo exigimos por favorecer la convivencia con los vecinos», explica.

Por último, la concejala de Sostenibilidad lamenta que algunos vecinos estén difundiendo «informaciones segadas». Reconoce que «es muy difícil conciliar la hostelería con el descanso de los vecinos», y comprende que se trata de un asunto complejo y controvertido en el que deben convivir distintas opiniones e intereses, pero asegura que las medidas tomadas se ajustan a la legalidad y que, en ningún caso, ha habido mala fe.