Puede que la pretensión de José María Maravall con la publicación de su artículo ‘Más participación para salvar la política’ (El País, 16 septiembre) haya sido otra que la realmente conseguida. El artículo del ex ministro de Educación y Ciencia de Felipe González, entre 1982 y 1988, pretende denostar ‘las ocurrencias’ (así las llama, con desdén) de los críticos, frente al peso de las ‘ideas verdaderas’ (así las llamo yo a sus ocurrencias) que él mismo despliega. Y todo ello en aras de redimir y justificar el papel desempeñado por los políticos en unos momentos de severa crisis institucional y de grietas abiertas en muchas instituciones representativas y no representativas.
Ocurrencias que circulan en la sociedad, como las críticas crecientes al modelo de Transición, durante tanto tiempo ensalzada y puesta como modelo a seguir, y hoy anatemizada al máximo. Ocurrencias parecidas, como fijar ciertos problemas en el sistema electoral, o en señalar la ‘selección negativa de los políticos’ como causa de algunos problemas, son minimizadas por el sociólogo o ¿por el ex político? Maravall. No olvidemos que Maravall, ha sido junto a Ludolfo Paramio, unas de las cabezas pensantes más activas y prominentes del PSOE. Ha sido, consecuentemente, parte misma de la almendra del sistema de Partidos Políticos Vigentes. Y que sus valoraciones críticas y contracríticas, son como el pez que se muerde la cola.
De tal forma que puede llegar a leerse que “los objetivos de representar fielmente las preferencias de los ciudadanos, de acercar los ciudadanos a los políticos y de controlar mejor los Gobiernos, no son fácilmente compatibles”, desvelan ya cierta impotencia y ciertos desajustes en nuestro sistema Político Institucional. O ciertos compromisos incumplidos. Pese a las diatribas maravallianas sobre las ocurrencias de los disconformes y críticos. Más aún cuando prosigue señalando que: “No pienso que existan remedios institucionales mágicos a las carencias de nuestra vida política, pero no acepto resignación y fatalismo. Creo que la solución podría venir de una mayor participación política en una sociedad largo tiempo desmovilizada”
Todo eso dicho por alguien que ha sido parte de los Aparatos Políticos y miembro activo de los Gobiernos sucesivos, parece más una justificación que una solución a los problemas que detectan las ocurrencias. ¿Cómo reclamar más participación política ahora; si el sino histórico de las directrices partidistas y partidarias, ha sido su limitación? Y si la sociedad en su conjunto aparece como “largo tiempo desmovilizada”, es que algo ha limitado e impedido esa participación.
Todo eso dicho de alguien que ha venido reflexionando, en paralelo, sobre las limitaciones del sistema político institucional en trabajos como ‘El control de los políticos’ (2003) o el reciente ‘Las promesas políticas’. Pues bien, entre el control y las promesas de nuestros políticos se debate el sino de los problemas del sistema cuestionado..
P.D. Para más desgaste de las ideas expuestas, el mismo día que Maravall publicaba su texto, conocíamos, la compra de una finca en Guadalupe por el ex presidente Felipe González, por 1 millón de euros, el autoconsiderado conferenciante ‘muy caro’ según cuenta Romero Abreu, director de ‘Thinking Heads’; sabíamos de Famaztella empresa de Aznar-Botella para explotar derechos de propiedad intelectual (¿…?) sufrió una fuerte depreciación de sus inversiones financieras, o que Carmen Chacón era denunciada por realizar obras sin licencia en su chalé almeriense.
Periferia sentimental
José Rivero
Pese a que la foto adjunta presente un trío personal, ésta no tiene relacion alguna con el terceto del título. Porque llegaríamos a identificar a F.G. con el pez y a J.L.C. con la cola. O tal, fuera al revés.
Cómo está el patio. Si es que con este PSOE ya no hay nada que hacer. Incinerarlo y a ver si lo del Ave Fénix es cierto…aunque me temo que los mitos son eso, mitos.
Por cierto, de pequeño Ludolfo Paramio me daba mucho miedo…era como salido de Notre Dame (y hablo de sus formas no físicas -Dios me libre-, sino ideológicas).
Y lo de Felipe González y sus negocios. Que no digo yo que no se lo merezca pero, «al final volquemos» con el socialismo que vino de Francia para llevar a España a Europa y lo que ha hecho es hacerse multimillonario en Latinoamérica y Marraquech…
Nos hemos quedado con Rayos, Arqueros de la Oje y Rosa Romero, P’abernos matao…