Carmen Rodrigo Morillas. Secretaria de Educación e Investigación del PSOE de Castilla la Mancha.- Es penoso ver estos días cómo desde el gobierno de Cospedal, con Marín como principal portavoz, se afananpor intentar convencernos de que el curso que comienza es poco menos que “excelente”.
En esta región, en la que tanto hay que trabajar aún por mejorar la calidad de la Educación, ya se habían sentado las bases adecuadas. No lo digo yo. Son conclusiones de distintos informes y expertos en la materia.
Es cierto que el camino aún es largo, pero debe saberse, y repetirse tanto como sea necesario, que en CLM (donde hasta hace muy poco, una parte importante de jóvenes dejaba prematuramente sus estudios para trabajar en sectores como el campo, primero, o la construcción después) se ha conseguido reducir de manera paulatina el abandono escolar desde que se recibieron las transferencias educativas. Si bien es verdad, que partíamos de unos datos elevados que aún requieren la implicación y el trabajo de todos para mejorarlos.
Sin embargo, tras tantos esfuerzos, el destrozo ideológico llevado a cabo en Educación en estos dos últimos años indigna y sorprende, además de tirar al traste mucho del trabajo realizado.
Indigna, porque se han despedido profesores y recortado medios y recursos que mejoraban la calidad real de la Educación y, especialmente, igualaban en derechos a todos los alumnos, independientemente de los recursos de sus familias.
En este sentido, y como muestra sintomática, debe recordarse cómo al poco de llegar al gobierno, Cospedal suprimió de un plumazo todos los docentes de apoyo en Educación Infantil que había en la región. Ahora, por la subida de ratios, un maestro de esta etapa puede tener en clase hasta 30 niños sin ningún apoyo. Todo lo contrario a lo que hacen países más avanzados como Finlandia donde se trabaja en grupos pequeños y se ofrece apoyo sistemático a todos los alumnos que lo necesitan. Parecido ocurre en secundaria,con clases de hasta 36 alumnos o en bachillerato, con 40 y con medios y recursos objeto de drásticos ajustes.
Han recortado los gastos para funcionamiento de los centros entre un 40 y un 70%. No han cubierto las bajas de profesores hasta transcurridas varias semanas (con el retraso en la materia que ello ha supuesto para los alumnos –que son los que siempre pierden-). Han suprimido las becas de comedor cuando más se necesitan. Eliminado la gratuidad de los libros de texto y del transporte escolar para Bachillerato y FP (obligando a las familias de pueblos sin instituto a asumir un gasto mensual por hijo de más de 100 euros,si quieren que sus hijos continúen sus estudios).
Han aumentado las tasas universitarias y reducido las becas,hecho que (unido a la difícil situación por la que atraviesan muchas familias) ha provocado la triste circunstancia de que muchosjóvenes de nuestra región no puedan acceder a estudios superiores, negándoseles con ello la posibilidad de un futuro mejor (las estadísticas acreditan que quienes más sufren los efectos de la crisis son las personas con menor formación).
Y esto es lo que sorprende, que Cospedal haya recortado más de un 80% la I+D+i (ámbito fundamental para alcanzar un sector productivo avanzado en la región)o que haya acometido hachazos considerables en todas las etapas educativas. Desde Infantil y Primaria hasta la Universidad, pasando por la Formación Profesional o la Educación de Adultos (justo en estos momentos en que tantas personas la necesitan para mejorar su cualificación de cara a reincorporarse en las mejores condiciones al mercado laboral).
A la vista de todo ello, sólo cabe preguntarse ¿qué posibilidades nos brinda este gobierno a todos como sociedad y como personas? ¿Qué sectores económicos y productivos de futuro nos preparan? O ¿Cuánto talento vamos a perder en el camino por falta de ayudas y oportunidades?
La Educación es fundamental para el avance y el desarrollo de la sociedad. Y sólo será de calidad y excelente si es para todos y tiene los medios adecuados. Por eso, indigna y sorprende pensar en todo ello.
