La “Carmen” de Antonio Gades cumplió todas las expectativas. Más de 1.000 personas llenaron el Auditorio de Puertollano en una función que mostró no solo una de las mejores coreografías de Gades, sino una de las obras más raciales de la historia de la danza española.
El Auditorio “Pedro Almodóvar” de Puertollano colgó este jueves por la noche el cartel de completo con la representación del ballet “Carmen” de la Compañía Antonio Gades. Más de 1.100 personas disfrutaron de este espectáculo, que han traído Fundación Repsol y el Complejo Industrial de Puertollano con motivo de las fiestas patronales de la ciudad.
La recaudación íntegra de las entradas, que tenían un precio popular de 4 euros, se destinará a Cruz Roja y su programa de lucha contra la pobreza. Además de ser solidarios, los espectadores pudieron disfrutar de unas de las mejores coreografías que nos legó el genial bailarín.
“Carmen” mostró en el escenario su fuerza racial en una representación que combinó la música en directo con fragmentos de la ópera del mismo nombre del francés Bizet: una sorprendente mezcla entre cante hondo y notas operísticas aderezadas con el flamenco más técnico y una escenografía sencilla pero cargada de simbolismo.
El montaje, de gran formato, contaba con veintitrés bailarines en escena y con una coreografía perfectamente encajada con la escenografía y mostró un equilibrio perfecto entre lo visual de la danza y lo sensitivo de la música. Un espectáculo que arrancó los aplausos del público casi a cada golpe de tacón.
Los protagonistas, acompañados en todo momento por el resto de bailarines, representaron a la perfección la personalidad de dos mundos enfrentados: el de Carmen, pasional e irracional y el de José, el soldado que se dispone a abandonarlo todo y lucha contra su racionalidad.
Y todo esto traducido a la danza española, al flamenco tal y como lo entendía Gades pero con un trabajo que ha intentado unir el legado del bailarín con las nuevas generaciones de artistas que hoy conforman su compañía. Para el público, fue, sin duda, una noche en la que el arte fue protagonista.
Finalmente, en agradecimiento a su dedicación, el Complejo Industrial de Repsol, Fundación Repsol y la ciudad de Puertollano entregaron un recuerdo de la noche, a la directora artística de la Compañía Antonio Gades, Stella Arauzo, a la viuda de Antonio Gades, Eugenia Eiriz y a la hija del bailarín, María Esteve, estas dos últimas implicadas activamente con la Fundación Antonio Gades como directora y presidenta, respectivamente.
Geniaaaal y espectacular de las que te levantan el culo del asiento
Carmen Y El Lago de los cisnes lo mejor que se ha visto en Puertollano en los últimos meses, ya hacían falta cosas de calidad pa alegrar el espiritu.
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