Francisco Blanco Mena.- Ultimamente en publicidad se está empleando bastante el tiempo verbal DISFRUTAR. Raro va siendo el eslogan que no uliliza el infinitivo para convencernos de las bondades de un determinado producto. Ante ello experimento una mezcla de sentimientos de difícil convivencia: perplejidad y malestar. Definitivamente pienso que algunos diseñadores de esas campañas que utilizan el verbo como buque insignia para su marketing, consideran a los consumidores poco menos que rayando en la memez: ¿ cómo se puede disfrutar –por ejemplo- del coste más bajo en el recibo de una compañía de seguros con respecto a otra, o de la tarifa de una empresa de ADSL o telefonía móvil? . Se disfruta de una buena compañía, de un buen paisaje, de una buena lectura, de una buena actuación, etc. No colaboremos en destruir aún más nuestro rico idioma español de lo que está, y considéresenos a los consumidores con más coherencia. Dicho esto, voy a intentar disfrutar de un día sin anuncios, aunque los hay muy buenos y bondadosos ,y no nos invitan a disfrutar…
Francisco Blanco Mena
Retazos
Razón tiene usted D. Francisco al fijarse en esto.
Con lo riquísima que es la lengua castellana en acepciones, sinónimos, la obsesión por la economía llega también a dañar nuestro lenguaje.¿Qué más da? dicen. La reducción de nuestro vocabulario, quizá sea expresión de la reducción de nuestra capacidad de reflexión para apelar a cada cosa y circunstancia por su nombre.
Palabras, insignia que se van trasmitiendo, sin saber porqué.
Y de otro lado el permanente interés de disfrutar…con lo que sea.Quizá sea el subconsciente que quiere liberar a la situación de precariedad…disfrutando de lo que sea…aunque se trate de un helado de basura…televisiva
Buen artículo y crítico con ciertas «moderneces» que de modernas no tienen nada, al contrario, destruyen el idioma y son un insulto a la inteligencia humana.