Daimiel Noticias.- Medio centenar de jóvenes daimieleños finalizan el Camino de Santiago. Tras una semana de recorrido a pie por la última etapa de la Vía de la Plata los peregrinos llegaban a la Catedral de Santiago. 106 kilómetros y muchas historias enmarcan una «experiencia emocionante» para todos los peregrinos.
Los jóvenes daimieleños que el 5 de agosto emprendían a pie el Camino de Santiago, llegaron el domingo a la Catedral. Un viaje a pie por la última etapa de la Vía de la Plata que finalizaba con emoción y lágrimas entre los peregrinos, al llegar a la Plaza del Obradoiro y terminar así su camino. «Llegar a Santiago es muy emocionante, sobre todo cuando entras a la ciudad y ves las torres de la Catedral te entran ganas de llorar», explicaba la directora de Actividades, Lucía Susmozas.
El medio centenar de daimieleños que han marchado a pie por los senderos gallegos, compartían el sentimiento de haber vivido una «experiencia inolvidable». Así lo manifestaba a Radio Daimiel una de las peregrinas, Ángela, quien comentó que «es una experiencia muy bonita y emocionante que volvería a repetir sin duda». Por su parte, su compañera de viaje, Clara, añadía «se han cumplido mis expectativas y ha sido incluso mejor de lo que pensaba».
El camino no ha sido fácil. Andar 106 kilómetros puede producir algunas lesiones, sobretodo ampollas y rozaduras. Elena contaba a la emisora municipal Radio Daimiel que finalizar el recorrido «cuesta mucho, pero merece la pena. El primer día me hice un pequeño esguince pero al llegar a Santiago se quitan todas las penas». Una llegada que suele terminar con un gesto común entre los peregrinos, como fue el caso de esta daimieleña: «al llegar tiré la mochila y me tumbé en el suelo de la plaza a ver la Catedral», apuntaba Elena.
De esta forma finalizaba una semana de peregrinación para conseguir La Compostelana, que reconoce a los peregrinos su paso por las diferentes paradas del camino. Un recorrido en el que el caminar no siempre era lo importante, y es que este tiempo ha servido para estrechar los lazos entre los caminantes y conocer a gente de diferentes lugares, según palabras de la directora del grupo.
La mañana del lunes, la dedicaron a conocer la ciudad de Santiago y visitar la catedral. Una jornada tranquila en la que los jóvenes cambiaron las mochilas y bastones por las guías turísticas, mientras comentaban los lujos de dormir en una cama individual, con almohada, y no tener que madrugar. Tras un día para el descanso y el turismo, los daimieleños regresaron a casa el martes.
El viaje se enmarca en una iniciativa llevada a cabo por la concejalía de Juventud para promover hábitos saludables entre los adolescentes. Un proyecto que este año cumple su segunda edición.