Con la edad se van adquiriendo una serie de conocimientos de esos que ni en la Escuela se pueden enseñar: es la vida la que los va añadiendo día a día a nuestra configuración personal. Sin embargo, hay veces en que la exclamación “ cuanto más sé, menos sé” , tristemente se hace realidad, poniendo una zancadilla en la aquiescencia de nuestra bonhomía. La modificación por parte del Ayuntamiento de la legislación acerca de la propiedad de sepulturas en el cementerio de Ciudad Real, es una de las cosas que no llego a entender: una familia tendrá que abonar -periódicamente un impuesto por mantener los restos de sus difuntos sin que sean exhumados y colocados en un recinto común, al margen que hayan pagado inicialmente por ese terreno o nicho . Me parece discutible, pero lo que de ninguna manera puedo aceptar -incluso me atrevería a calificar como tolerar- es que en el tiempo en que hasta tanto esa nueva Ley se modificó de un plumazo , las personas que compraran en condiciones de perpetuidad esas sepulturas, puedan dar con sus huesos –nunca mejor dicho- en un osario común porque nadie los reclame en un periodo acotado de tiempo. Admito que las arcas municipales se vean necesitadas de dinero –a pesar de algún lamentable derroche en el terreno histórico-urbanístico de todos conocido- pero algunos impuestos son inadmisibles, y en mi opinión éste de carácter retroactivo es uno de ellos.
Francisco Blanco Mena
Retazos
Sencillamente lamentable.
Mi familia está afectada por la decisión del ayuntamiento de Ciudad Real con nada menos que cuatro sepulturas cuyas escrituras a perpetuidad obran en nuestro poder. La opción es recomprar lo nuestro o ver los huesos de nuestros ancestros en cualquier lugar, porque, eso de la reinhumación en el osario general, es una quimera, ya que recuerdo la denuncia de huesos entre escombros tras unas obras en el cementerio. Es decir, que les da igual el respeto a los muertos por un puñado de euros.
Repito, lamentable.