Juan F. Ruiz Claver. Concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Ciudad Real.- Un año más nuestra ciudad celebra la que podría ser catalogada como la fiesta -junto con la celebración de Alarcos-, más singular y emblemática de nuestra capital: La Pandorga. Este conjunto de actos en honor a nuestra patrona, la Virgen del Prado, tiene como eje central el acto de nombramiento oficial del Pandorgo del año y la posterior ofrenda a la Virgen, el día 31.
Pero la realidad confirma que el evento que más atractivo despierta entre nuestros vecinos-as es la tradicional Limoná o Zurra que se programa el día 30 de Julio.
Quiero recordar con cariño esas calurosas tardes en los jardines del Prado, en las que las distintas peñas y grupos locales se esmeraban con tesón en realizar un lebrillo de la popular bebida, manteniendo en secreto los ingredientes utilizados y el esmero en su elaboración para diferenciarse del resto de los participantes, consiguiendo así llamar la atención del jurado y optar a uno de los codiciados premios.
El ambiente era agradable y respetuoso, sin perder por ello el carácter festivo; los miembros del jurado (Pandorgos, autoridades locales…) en su mayoría ataviados con la indumentaria típica manchega, degustaban con rigurosidad cada propuesta, para llegar a un resultado final de criterio. El público asistente esperaba con paciencia su turno en la cata, asumiendo la reserva de los concursantes hasta el momento de la valoración, mientras se protegían del calor sobre el agradable albero del entorno a la sombra de los centenarios arboles. Y todo esto amenizado con tradicionales bailes y con cánticos regionales, interpretados por grupos folclóricos locales.
¿Y qué queda de esto actualmente? Poco o nada. Lo que en su momento fue un homenaje a la tradición se ha convertido actualmente en una “macro-fiesta” juvenil (evitando el termino macro-botellón) que ha necesitado de un espacio diáfano para albergar a los miles de chavales que desde primeras horas de la mañana cargan sus carros de la compra de vino tinto, por eso de que es el que más mancha, pese a no ser el de rigor según la tradicional receta, y que aguantan a pleno sol ayudados por la continuada ingesta de esa alterada zurra y otras bebidas espirituosas, sin que nadie les controle porque incluso desde sus progenitores se les ha concedido dispensa para “chisparse” en esta celebración.
El resultado final es una ciudad impregnada de olor a vino, plagada de jóvenes teñidos de tinto, que se desplazan por la capital manteniendo el equilibrio a duras penas, que dejan una cantidad de basura descomunal, y que satisfacen sus necesidades fisiológicas básicas (y no tan básicas) sin pudor entre cualquier coche estacionado o en cualquier tapia o esquina de la ciudad.
Quiero dejar claro, que no seré yo quien dictamine si esto está mejor o peor que lo que antes sucedía: solo constato una situación real que todos conocemos.
Cierto es que este año, la concejal responsable del área de festejos, Frasi López, se ha esforzado por incrementar los actos de Pandorga en cantidad y calidad: de esta forma ha programado una Noche Blanca en un intento de promoción del comercio local, ha apostado por el concierto de Julio Iglesias y ha intentado separar el concurso de zurra de la fiesta global, realizándolo en el auditorio de La Granja.
Es de valorar el esfuerzo de nuestra concejal por mejorar la fiesta sin olvidar que la Noche Blanca se ha teñido de gris al no poder ofertar a los ciudadanos la apertura de los museos capitalinos actualmente cerrados; también ha faltado la invitación a la participación previa al comercio local en su conjunto, que se ha quejado de que esta idea se ponga en práctica en temporada de rebajas; y en lo referente al concierto, ya se conocen las quejas de quienes compraron las entradas en venta anticipada a más precio que el ofertado finalmente por la promotora. Y qué decir de la ocurrencia de nuestra Alcaldesa al apropiarse de la iniciativa de ganchillo en la calle planteada por Carmen Lozano, afectada por la enfermedad de sensibilidad química múltiple, no reconocida por la sanidad pública. Intentar colárnosla como novedad en el programa de Pandorga es ser oportunista y desvirtuar un acto reivindicativo, transformándolo en un acto más del programa de fiestas patronales.
Por todo esto no nos queda otra que seguir luchando para conseguir una Pandorga mejorada en la que se conjugue la diversión juvenil controlada con las referencias tradicionales y culturales reclamadas por todos; que apueste por una celebración sana y saludable, cuidando de quienes no tienen edad aún para consumir alcohol descontroladamente en la “zurra con” y no optan por participar la “zurra sin” que, a día de hoy, solo es una actividad infantil dentro del programa, lejos de su objetivo de origen; que sea una referencia para el conocimiento de nuestras tradiciones para nuestros niños y jóvenes y sepan del por qué de esta celebración; que se enmarque en el entorno de una ciudad culturalmente en marcha durante todo el año, dando oportunidad a los grupos locales, más allá de tenerlos en cuenta solo para actuaciones gratuitas; y que en definitiva, complete un paquete turístico realmente exportable en beneficio de la economía local y de nuestra imagen como capital de primer orden.
Este hombre no ha debido estar en las últimas zurras celebradas en el Prado. Hablar sin saber. O sabiéndolo que es peor. Menudo personaje
Jajaja este señor Flipa solo. Su partido puso al ayuntamiento de hoja perejil cuando el año pasado en la feria se intentó quitar el botellón de la granja y cuando los jóvenes se fueron al Quijote arena se apresuraron a criticar. El mismo partido que críticó el taller de ganchillo que organizo Mamen y que contó con la ayuda del Ayuntamiento; como les salió el tiro por la culata y quedaron como cagancho en almagro ahora dicen que el ayuntamiento se adueñó de la idea. Y si borraran la zurra de la programación ? Seguro qué saldrían criticando igual. Pero si cuando se celebraba en el Prado olía la zona que te daban arcadas. Qué poca coherencia y rigor. Váyase señor liberado de rebote.
Rayo eres un poco rollo porque se te nota mucho de que pie cojeas y tus comentarios son siempre igualitos. A mi no me gusta la pandorga luego me importa un rábano lo que hagan pero no me toques a Carmen Lozano ( en tus palabras, Mamen, como si fuerais amiguitos del alma). El ayuntamiento no le dio ni un euro. Todo lo que hizo fue no cobrarle porque usara el Pilar y acompañarla a vestir estatuas para que la Rosita saliera en la foto. ¿Y a ti te parece bien que apareciera en el programa de actos del ayuntamiento? Pues eres tan indeseable como ellos, aunque estoy seguro de que eres uno de ellos. Vete a la vía
Se me nota e incluso lo he dicho abiertamente, pasa algo por ser del Pp? A Mamen la conozco si, y por eso hablo, y se movió mucho para dar a conocer esa actividad. Rollo? Irme a la vía? Indeseable? así rebaten los argumentos los progres jajaja
Para que se distingan convenientemente de un lado el tradicional y fiel concurso de zurra de las peñas y asociaciones varias, y el macro-botellón infanto-juvenil que se realiza en el recinto ferial con la permisividad de nuestras autoridades, como decía, para distinguir uno de otro y con el fin de conservar las raíces tradicionales cada vez más perdidas, el concurso debe volver al Prado, ojo, he dicho sólo el concurso, realizándolo en el paseo principal a los pies de la virgen que al fin y al cabo las fiestas son por ella.
Para «chisparse» no. Es lisa y llanamente, el fomento del consumo generalizado, de una de las drogas más adictivas y dañinas que se conocen: el alcohol. Además de generar un gasto enorme para los bolsillos de los ciudadanos. Recursos económicos que se podrían dedicar a algo más provechoso para la sociedad. Las Administraciones públicas no están para fomentar este tipo de cosas que nada tienen que ver con la cultura, el ocio o la diversión. Lean este reportaje de la prestigiosa revista inglesa «The Lancet», sobre el alcohol.
http://www.reportajes.org/salud/el-alcohol-la-droga-mas-peligrosa/