EQUO Castilla-La Mancha.- El día 21 de mayo de 2013 se publicó en el B.O.E. el Real Decreto 354/2013, de 17 de mayo, por el que se aprueba el Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana (1). Del resultado del análisis de su articulado, se observa que en el artículo 13, se cambia el orden habitual de la preferencia 
(es decir, quién tiene agua y quién no) en los diferentes usos del agua, de los diferentes proyectos que soliciten cualquier aprobación, sea municipal, regional o estatal, en cualquier ámbito (industrial, recreativo, agroganadero, forestal, …).
Un pozo de fracking consume entre 9.000 y 30.000 m3 de agua. En una plataforma de seis pozos, se consumen entre 54.000 y 180.000 m3 de agua. El ajo y el maíz, cultivos con alta demanda de agua, consumen a pie de parcela unos 6.000 y 7.500 m3 por hectárea. Esa plataforma consume lo mismo que entre 6 y 30 hectáreas de ajos. O lo mismo que entre 4 y 20 hectáreas de alfalfa, el cultivo más ‘sediento’.
La modificación de la preferencia en los usos del agua de esta parte de la cuenca del Guadiana, unida a la autorización de los permisos de investigación de hidrocarburos antes mencionada, implica, en pocas palabras, que se concederá prioridad al uso del agua para actividades industriales extractivas, antes que, por ejemplo, para las actividades agroganaderas que producen alimentos.
Cabe destacar que dichas actividades industriales extractivas, contempladas en el artículo 12.1.d) iii) que pudieran situarse en la zona, en cuanto a grandes demandas de agua, por lo que se conoce hasta el momento, solamente se pueden referir a los proyectos de ‘fractura hidráulica’ o ‘fracking’, que fueron autorizados por la JCCM, en concreto, los Permisos de Investigación Nava, Esteros y Almorada, que la Consejería de Fomento autorizó en el D.O.C.M. de 4 de septiembre de 2012, mediante la publicación de la Resolución de 26/07/2012, de la Dirección General de Industria, Energía y Minas, por la que se otorgan a Oil and Gas Capital, S.L., los permisos de investigación de hidrocarburos denominados Esteros, Almorada y Nava. (2)
Desde EQUO CLM, rechazamos de plano esta modificación legislativa, que va en contra del sentido común y de los principios inspiradores de la Propuesta de Reglamento relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, así como de la propuesta de Reglamento por el que se establecen disposiciones comunes relativas al Fondo Europeo de Desarrollo Regional, al Fondo Social Europeo, al Fondo de Cohesión, al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y al Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca, incluidos en el Marco Estratégico Común, y por el que se establecen disposiciones generales relativas al Fondo Europeo de Desarrollo Regional, al Fondo Social Europeo y al Fondo de Cohesión y se deroga el Reglamento (CE) nº 1083/2006 del Consejo, ambos de 12 de octubre de 2011.
En resumen, estas medidas del Plan Hidrológico del Guadiana, se oponen frontalmente a la Comunicación de la Comisión, de 3 de marzo de 2010, titulada “Europa 2020. Un estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador” (“Estrategia Europa 2020”), la cual se fundamenta en 3 prioridades:
- Crecimiento inteligente: desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación.
- Crecimiento sostenible: promoción de una economía que haga un uso más eficaz de los recursos, que sea más verde y competitiva.
- Crecimiento integrador: fomento de una economía con alto nivel de empleo que tenga cohesión social y territorial
El desarrollo de proyectos de fracking en nuestra región (y en cualquier sitio) ni es inteligente, ni es sostenible, ni es integrador. Por ello, desde EQUO CLM se van a emprender próximamente acciones legales, contra la autorización de los Permisos de Investigación de hidrocarburos Nava, Esteros y Almorada, por las graves consecuencias que pueden traer a nuestros acuíferos y al futuro del desarrollo rural en Castilla La Mancha. Y se propondrá que se modifique el artículo 13 del Plan Hidrológico del Guadiana, por estar en contra de los principios de desarrollo sostenible que se plantea Europa en el horizonte 2020.
