José Ignacio González Mozos.- Con motivo de dos importantes acontecimientos musicales, que durante este mes de Julio de 2013 han tenido lugar en el ámbito de las bandas de música de nuestra provincia, vamos a dedicar este artículo a hablar brevemente de la evolución y desarrollo de las bandas de instrumentos de viento a través de la historia, y a comentar la trayectoria musical de alguna de las bandas de la provincia de Ciudad Real; concretamente la brillante participación de la “Asociación Musical Maestro Emilio Cano” de Membrilla en el prestigioso concurso WMC de Kerkrade(Holanda), y de la “Filarmónica Beethoven” de Campo de Criptana, que ha conseguido un increíble primer premio en la sección primera del “Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia 2013”. Desde MICIUDADREAL.ES todo nuestro reconocimiento y aprecio para estas dos agrupaciones.
Desarrollo de las Bandas de Música.
El significado de la palabra banda ha variado notablemente a lo largo de los siglos aplicándose a diversos tipos de agrupaciones musicales, a través de las diferentes épocas que forman parte de nuestro patrimonio histórico musical. Así, por ejemplo, “La Grande Bande” de Luis XIV, estaba formada por un conjunto de 24 violines, mientras que hoy día, la etimología de la palabra banda, se utiliza para designar un conjunto de instrumentos de viento y percusión, que en ocasiones incluye instrumentos graves de cuerda frotada tales como violoncellos y contrabajos.
En cualquier caso, el origen y posterior desarrollo de las actuales bandas de música, lo podemos situar en la milicia. Tenemos constancia, ya en el S. VI A.C., del uso que Servio Tulio, sexto rey de Roma, dio a un conjunto de instrumentos de viento formado por Lituus, Tubae, Buccinas y Cornu, que situaba al frente de su ejército para acompasar la marcha y exaltar el ánimo de los guerreros, tal y como hicieran también los Celtas con los grupos de Carnyx o los Griegos con los Salpynx, instrumentos a los que se fueron sumando diversos tipos de tambores.
Ya en la Edad Media se utilizaron conjuntos de tambores y trompetas para las batallas, aunque con el auge de la música profana, la creación de las primeras ciudades y la aparición de Juglares y Ministriles, las bandas de instrumentos de viento y percusión comienzan a sufrir una fuerte evolución, apareciendo documentos, ya entrado el siglo XIV, que nos hablan de agrupaciones formadas por trompetas bastardas, añafiles, chirimías, atabales y atambores, que tocaban en celebraciones públicas, danzas, entradas y grandes celebraciones religiosas.
El Renacimiento supone un nuevo impulso para las agrupaciones de instrumentos de viento, gracias a la proliferación de capillas musicales, tanto catedralicias como nobiliarias, que utilizarán los servicios de ministriles para sus actos más importantes y también a la construcción de familias de un mismo instrumento, lo que abrirá las puertas a nuevas sonoridades.
Existen gran cantidad de documentos iconográficos, que nos muestran bandas de instrumentos de viento de la época, como ejemplo valga destacar el medallón de bronce del Facistol de la Catedral de Sevilla, en el que se puede observar un conjunto de instrumentos de viento formado por chirimías, cornetas y sacabuches, agrupación denominada durante este periodo como “instrumentos altos” debido a su mayor potencia sonora, lo cual les hacía adecuados para procesiones y otros actos solemnes y que nos da una idea aproximada de cómo funcionaban las bandas de instrumentos de viento en las capillas catedralicias.
El Barroco perfecciona la construcción de los instrumentos de viento, acentuando las diferencias entre las agrupaciones de las capillas musicales de la iglesia y la aristocracia, por un lado, y las del ejército y ministriles que trabajaban para los ayuntamientos de algunas ciudades europeas, por otro. Para el ejército se emplearon en muchos países europeos bandas de Pífanos- flautas traveseras de madera de pequeña longitud, construidas en una sola pieza- y tambores. Estas bandas de viento fueron usadas por la infantería en desfiles. En cuanto al uso de agrupaciones de viento en las capillas, tenemos un buen ejemplo en la obra del gran compositor inglés Henry Purcell en su obra para los funerales de la reina Mary II, en los que empleó un grupo de trompetas, sacabuches y timbales, agrupación muy similar a la que empleó Monteverdi en algunos pasajes de su ópera “Orfeo” de 1607. En cuanto a capillas aristocráticas destacaré “La Gran Écurie” del rey Luis XIV, que era una banda formada por cuarenta instrumentistas de viento y percusión, que solía acompañar al coche real en sus desplazamientos.
Durante el Clasicismo, las bandas de viento incluyen la denominada “Música Turca”, que no era otra cosa más que la inclusión de instrumentos, usados por los Jenízaros, tales como triángulos, platillos, bombo, etc…, dentro de las bandas de la época, también llamadas “Harmoniemusik”, y que enriquecieron en gran medida la sonoridad de este tipo de agrupaciones.
Por otra parte, Mozart compuso varias serenatas para instrumentos de viento, destacando la “Serenata en Sib. K. 370”, “Serenata K. 375” y “Serenata en Do menor K. 384”, que tuvieron su origen en actos festivos de la nobleza. También Beethoven, compone para agrupaciones de viento sus “Three Equali” para cuatro trombones inspirándose en los “músicos de torre” del torrero de la ciudad de Linz.
El Romanticismo, supone la aparición de nuevos instrumentos y la creación de bandas de música tal y como las conocemos hoy día. El enorme desarrollo de los instrumentos de viento metal, gracias a la invención y aplicación del sistema de pistones para hacerles cromáticos, supuso un gran paso adelante. Heinrich Stölzel, Friedrich Bluhmel y más tarde Adolph Sax, dotaron a los instrumentos de metal de pistones y en el caso del último de ellos inventó la familia de los Sax-horn de tubo cónico y de los Saxofones.
Por otra parte la mejora de los mecanismos de los instrumentos de viento madera gracias a Theobald Boehm, también contribuyó al avance técnico en la sonoridad de las bandas de música, hecho que ha continuado hasta nuestros días de manera casi ininterrumpida.
Dos bandas manchegas triunfan en Valencia y Kerkrade.
El fenómeno de las bandas de música es hoy día un hecho de innegable importancia en cientos y cientos de ciudades y pueblos de nuestra geografía nacional, donde el entusiasmo y esfuerzo continuado de muchas personas, hace posible que día tras día, estas agrupaciones instrumentales aumenten en calidad y nivel musical, cada vez más apreciado en muchas partes del mundo, a través de los festivales y concursos que se celebran cada año.
Por tradición, las grandes bandas de música españolas se han concentrado históricamente en la comunidad valenciana, donde existen verdaderos emblemas musicales como la “Banda Primitiva de Llíria” cuya sociedad fue fundada en 1819, “El Ateneo Musical de Cullera” fundado en 1896, o “La Armónica de Buñol” fundada en 1888 y que como otras muchas bandas de esta comunidad son respetadas y reconocidas a nivel mundial, avaladas por la gran cantidad de premios con los que cuentan en su haber.
Sin embargo, en otros lugares de España se ha hecho un gran esfuerzo durante la última década, que está dando sus frutos y que nos obliga a destacar la grandísima calidad musical que han alcanzado las bandas de música de por ejemplo la comunidad gallega, de algunas provincias andaluzas y castellano-manchegas, y de otros muchos lugares de un país, España, que está haciendo un más que notable esfuerzo por elevar la calidad musical de sus bandas, catapultándolas a la cabeza de Europa.
En nuestra provincia, Ciudad Real, existe también una veterana y sólida tradición en el mundo de las bandas de música, algunas de ellas ya centenarias, y entre las que cabe destacar la banda de música “Filarmónica Beethoven” de Campo de Criptana, fundada aproximadamente hacia 1850 y que cuenta con una escuela de música que data del año 1940.
Esta agrupación cuenta con infinidad de galardones, destacando a directores como D. Rafael Calonge y D. Miguel Romea Chicote que han hecho posible que la banda de Campo de Criptana sea hoy todo un referente musical, no solo en nuestra comunidad o en nuestro país, sino también a nivel mundial, hecho que constatamos gracias al primer premio que acaba de obtener en la sección primera del “Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia 2013”, con un total de 334`5 puntos.
Otra banda de nuestra provincia que tampoco podemos olvidar, es la ya desaparecida “Banda Municipal de música de Puertollano”, fundada en el año 1880 y que a lo largo de sus más de 130 años de historia como banda municipal, ha obtenido gran cantidad de premios; destacando, entre otros, los logrados en el “Certamen Internacional de Bandas de Música de Aranda de Duero” en 2001 o en “Certamen de Bandas de Música Villa de Leganés” en el año 2000, bajo la batuta del que fuera su director titular D. Ángel Parla Candenas y que también merece un reconocimiento especial para todos sus miembros, por su buen hacer a lo largo de todos estos años.
Sin embargo, existen en nuestra provincia bandas de música más modestas- en lo que a recursos materiales se refiere que no en ilusión y capacidad de trabajo- en las que se está realizando una labor realmente excepcional, tanto por parte de los músicos que la forman, como por los responsables que las dirigen y gestionan. Este es el caso de la “Asociación Maestro Emilio Cano” de Membrilla en la provincia de Ciudad Real, banda que ha sido seleccionada para participar en uno de los festivales más prestigiosos del mundo; el festival de música, WMC de la localidad holandesa de Kerkrade. La actuación que tuvo lugar el pasado día 20 de Julio de 2013 a las 11`00 h. se puede valorar muy positivamente, ya que la calificación obtenida por esta agrupación es más que notable, alcanzando los 83`75 puntos sobre 100, lo cual refleja el intenso y concienzudo trabajo que tanto el director titular D. Gustavo Ramírez, como los invitados D. Enrique García Asensio y D. Rafael Pascual Vilaplana han realizado durante estos últimos meses.
En el viaje de seis días de duración, los componentes de esta agrupación manchega, han visitado a parte de la ciudad holandesa de Kerkrade, donde se celebraba el festival, otras localidades como Lieja, Bruselas, Brujas, Colonia y Aquisgrán, en un viaje inolvidable que a buen seguro ha dejado una profunda huella en todos los músicos que han participado en este gran evento.
La banda de música de Membrilla, “Asociación Maestro Emilio Cano”, es una agrupación relativamente joven que apenas llega a los veinte años de existencia. A pesar de eso, la ilusión, empeño y disciplina de trabajo de todos y cada uno de sus miembros es encomiable, lo que se ha traducido en la buena puntuación que ha obtenido en un festival, que viene celebrándose desde el año 1951, y que hoy por hoy, es considerado como uno de los más importantes que existen para bandas de música a nivel mundial.
Es gratificante ver como en una localidad como Membrilla, de tan sólo 6.000 habitantes la disciplina, el trabajo en equipo y el amor a la música, ha hecho que una banda a priori humilde, haya podido codearse sin ningún tipo de complejo, con prestigiosas agrupaciones de otros países, obteniendo una magnífica calificación y el elogio de muchos de los que allí estuvimos para poder dar fe de ello.
Desde MICIUDADREAL.ES sólo cabe dar la enhorabuena a su director D. Gustavo Ramírez, al presidente de la asociación D. Félix Arias y demás miembros de la directiva, a todos los músicos de la banda de Membrilla y a los músicos invitados que han participado junto a ella, por el gran trabajo realizado y animarles a seguir creciendo con paso firme por este camino.
Enhorabuena a Membrilla y,
enhurabuena a Criptana desde la que fue su más dura rival en certámenes, encuentros y concursos. Allí la tradición continuó y aquí se perdió. Enhorabuena al pueblo de Criptana por valorar la cultura musical, allí que hay medio conservatorio. Aquí hay un conservatorio entero, pero la banda ya es pasado.
Excelente artículo.
Emociona ver como en muchos lugares, se estima y valora el trabajo realizado por sus bandas de música, participando intensamente de sus triunfos tanto ayuntamientos como los ciudadanos que practicamente abarrotan auditorios y salas de concierto para escuchar, aplaudir y apoyar a estas agrupaciones que por otro lado llevan con orgullo, por todo lo alto, el buen nombre de las localidades que avalan su esfuerzo con algo tan simple como es su respeto y su apoyo. Gracias por tu lectura Juán López!
Y para cuándo quedó el respeto y el aplauso de nuestros ediles, ¿para cuando hubiera coches solares?¿Para cuando se limpiaren el cerumen de su taponado intelecto?¿Para cuando una ciudad valore algo más que el tapeo?Pero la Banda ya pasó. Un aplauso a la magnífica labor de quien suelta el bastón, con tanta ceguera, normal que llevara bastón. El bastón sale más económico que los perros…