Manuel Valero.– Y empezó la función. A las diez en punto de la noche de un noviembre sobre el que el clima iba bordando un festón de lluvias, nieblas y días de profunda melancolía otoñal, Rita Rovira, ante un teatro en el que ya no cabía un cuerpo más, comenzó hablar en le instante preciso en el que uno de los cámara le hizo la señal con un movimiento lento del brazo. En el escenario, junto a ella, ocho invitados y un monitor de considerables proporciones colgado de las varas.
– Buenas noches a todos, a quienes habéis venido aquí a seguir este programa especial y cuantos están en sus casas, que a buen seguro son millones, muchos millones. Pero por una vez, no hemos venido a agradecerles a todos ustedes su fidelidad, ni a hablar de audiencias. No, no es el momento. De hecho, y por primera vez en la historia de la televisión de este país, los dos espacios punteros que ofrecen cada tarde y cada noche la información de sociedad con los mejores profesionales en buena lid y competencia leal, nos hemos fundido en un abrazo, en un mismo programa que emitimos desde el Teatro Moderno, para hacer más visible la autenticidad de nuestra alianza.”
Rita vestida con un traje de chaqueta de color azul pálido que le ceñía su perfecta figura inició su parlamento de pie, en el proscenio. Y prosiguió:
– Los profesionales que nos dedicamos a esto, a este tipo periodismo cuyo objetivo es distraer a nuestros telespectadores de los problemas diarios, vivimos unas circunstancias muy difíciles y dramáticamene inéditas. El mejor de todos nosotros…
Rita tuvo una levísima inflexión en la voz al reconocer públicamente que ella no era la mejor.
-…El mejor de todos nosotros… Tony Lobera….
El público estalló en un aplauso tras la mecha de varias palmadas espontáneas de la primera fila. Rita mantuvo el tipo y la sonrisa. Pero un hábil observador hubiera detectado que Rita hubiera dado cualquier cosa por ser ella el blanco del reconocimiento público.
-…fue asesinado en el aparcamiento de su trabajo, hecho luctuoso que nos encogió a todos el corazón. Creíamos que el desgraciado final de nuestro compañero fue a causa de un atraco que se resolvió fatalmente por la inexperiencia del atracador asesino. Pero días después apareció un extraño material en el que el mismo Tony Lobera, aparentemente, se jactaba ante las cámaras de estar vivo y muy satisfecho de su macabra broma, puesto que había un cadáver que todos vimos y que correspondía exactamente a la fisonomía de nuestro gran compañero y amigo.
Ahora Rita caminó unos pasos hacia la derecha y se detuvo para seguir con su intervención.
-Es verdad que en mi programa Corazón Abierto fuimos muy duros con él, porque sinceramente pensábamos que Tony había sido capaz de montar esta farsa con asesinato de por medio para llevar el impacto mediático de Trapos Limpios… ¿o no? ha registros de audiencia jamás imaginados….
Rita hizo una pausa.
-Pero hace apenas una semana, otro colaborador de Trapos Limpios... ¿o no?, otro compañero nuestro, Antonio Perales, al que yo tuve el honor de incluirlo en mi equipo hasta que fue contratado por MediaMil, apareció en su casa con un disparo en el pecho…
Dos palmadas trataron de incendiar de nuevo el patio de butacas del Teatro Moderno pero quizá el inconsciente colectivo actuó sabiamente y abortó la absurda ovación por la muerte de una persona.
– De nuevo se recibieron fotografías espantosas del estado en que quedó nuestro compañero y de nuevo con Tony Lobera junto a él, como si estuviera decidido a continuar este macabro juego. Pues bien…
Rita Rovira otra vez en el centro del escenario miró fijamente a la cámara y dijo…
-Allí donde estés, Tony o quien quiera que seas, eres un asesino, no vas a acabar ni con nosotros, ni con nuestro trabajo, ni con el modelo de televisión que hacemos para hacer más feliz a la gente. Te exigimos que des la cara, que te entregues a la policía o que si tienes… valor, acudas a nuestro plató a contar la verdad. De esa manera millones de personas podrán seguir tu detención en directo. Ahora, con mis compañeros, ocho en total, cuatro por cada uno de los programas van a analizar con su experiencia y su agudeza todo lo relacionado con este caso, y si nos estás viendo, Tony o quien quiera que seas, espero que te animes a dar el paso que tienes que dar si eres un hombre decente. Hacemos un corte comercial y volvemos en diez minutos, perdonen esta pausa tan poco común pero nuestros anunciantes también son nuestros clientes con quienes tenemos compromisos ineludibles que cumplir. Pero no se vayan, será una noche, muy, muy, pero que muy movidita…En nada, nuestro programa ¿Es Tony, un cadáver o un asesino?
Ahora sí, el público volvió a atronar el Teatro Moderno. Rita se dio media vuelta y ocupó su puesto en una mesa colocada en el centro del escenario. A su derecha tenía a los compañeros de Corazón Abierto y a su izquierda los de Trapos. Entre el público, Peinado y Ortega y media docena de policías de paisano repartidos por el patio de butacas y en el exterior varios coches patrulla camuflados vigilando la entrada al Teatro.