Semanas después de que este digital denunciara el lamentable estado en el que se encontraban los humedales del Bañuelos y el paraje del Chaparral, en Malagón, parece que empiezan a recobrar el aspecto que siempre debió tener. Las tareas de desbroce y limpieza han hecho que El Chaparral comience a recobrar su esplendor, tal y como asegura el lector que nos manda estas fotografías.
Ya no yacen animales muertos en sus humedales, y ahora vuelan o nadan, como las abundantes cigüeñuelas, fochas, ánades y somormujos. Esta notable mejoría ha propiciado actividades como el piragüismo y la ornitología, ya que desde el observatorio se pueden contemplar diversas aves acuáticas. El Chaparral se convierte, de nuevo, en un importante motivo por el que visitar Malagón.