Que las organizaciones civicas o los ciudadanos en general se manifiesten contra un partido es correcto y legítimo, incluso que la protesta se haga ante las puertas de la sede del PP. Pero existe una sosprechosa unidireccionalidad en las protestas de este tipo ya que es este partido el centro de las iras «populares». Sin embargo, ese hecho devalúa la sinceridad ultima de las convocatorias. Marchas contra el PP las que hagan falta, pero también ante la sede del PSOE, la Junta de Andalucía e Izquierda Unida por apoyar una administración como la andaluza podrida hasta el tuétano o ante la sede de CiU por la misma cuestión. Entonces el descontento sería ecuánime y justo. Pero cuando se dirige todo en una única dirección el objetivo no es moral, es político: quitate tú que se pongan los nuestros.