La Plaza de las Lágrimas y el padre Castro en Ciudad Real

Francisco Blanco Mena.- En Marzo de 1953 y dentro del marco de una Italia que acusaba todavía los efectos económicos de la posguerra mundial , el agricultor Angelo Ianusso y su novia Antonina Giusto se casaron y fueron a vivir a un barrio obrero de Siracusa , en Sicilia.   Uno de los regalos que recibieron fue una imagen de escayola  policromada , representando en altorrelieve el torso del Inmaculado Corazón de María,  que colocaron sobre la  cama .   La esposa –que  de vez en cuando presentaba episodios de epilepsia- quedó embarazada, repitiéndose éstos más frecuentemente durante el periodo de gestación, por lo que los médicos le aconsejaron que guardara cama.  Antonina ,que veía  agudizarse su enfermedad y peligrar la vida de su hijo, rezaba a la Imagen que tenía sobre su cabecera  para que el niño naciera bien.    La mañana del 29 de Agosto , sufrió uno de esos espasmos y cuando se recuperó  se encontraban con ella en la habitación ,su madre, su cuñada y una tía.  Antonina advirtió que algo mojaba su almohada, y pudieron comprobar que eran de gotas de agua provenientes de la imagen de la Virgen:  se trataba de lágrimas.  Asustadas,  llamaron al marido que se encontraba en el trabajo, pensando que se podría tratarse de un triste presagio.  Avisaron también al Párroco P. Bruno  y a los vecinos.  La imagen seguía llorando y ante el aturdimiento lo pusieron en comunicación del Comisario de la localidad, quien de acuerdo con las autoridades eclesiásticas ,ordenó un exhaustivo análisis de las lágrimas.  Ante el revuelo que se formó, la noticia se fue extendiendo rápidamente, acudiendo numerosas personas a la casa del matrimonio Ianusso .Fueron  muchas las manifestaciones de curación de enfermedades   a raíz del milagroso hecho.   La Iglesia, a través de la conferencia de  obispos de    Sicilia  y a propuesta de su arzobispo Monseñor Ettore Baranzini,  una vez realizados los análisis químicos que confirmaron que se trataba de lágrimas de análoga composición a las humanas, y la constatación  de la sencillez del  material en que estaba realizada la Imagen por parte del vendedor, dictaminó que no  se podía poner en duda la lacrimación de la imagen Mariana . Ésta, que no había dejado de llorar durante cuatro días ,volvió a la casa de los Ianusso.    Desde el momento en que Antonina, en su postración comenzó a percibirlas, se recuperó totalmente de su enfermedad y el 25 de Diciembre de ese año dio a luz un  varón, que fue bautizado por el propio arzobispo Baranzini.     Pio XII, aprobó el  culto a la Virgen de las Lágrimas en una locución radiada el 17 de Octubre de 1954 . La imagen se ubicó en un retablo-altar construido en la Plaza Eurípides de la ciudad, siendo objeto de muchas pergrinaciones.   Posteriormente, en 1966  comenzó la construcción de un Santuario, que se concluyó algo más de 20 años más tarde.

Pues bien, en Ciudad Real, el entonces Párroco de Santiago, Javier María de Castro Díaz ( conocido popularmente por “el Padre Castro”),cuando tuvo conocimiento del hecho, peregrinó en Octubre de ese mismo año 1953 a Siracusa, donde tuvo ocasión de comprobar el fervor que se profesaba a la Virgen de las Lágrimas . También de oficiar Misa en su altar, comprometiéndose a traer a Ciudad Real la devoción por la Madonna , una vez que se hubiese pronunciado la Iglesia.  Así fue,  y además fue nombrado representante para España en la propagación de su devoción  , por la Curia Episcopal de Siracusa .  Conforme a la palabra dada ,en Diciembre comenzaron las obras del retablo-altar en una pequeña plaza de la  calle Calatrava donde se encontraba la Casa Parroquial de Santiago, siendo nuestra ciudad  la primera de España con esa advocación .  El 10 de Enero de 1954 llegó la imagen facsímil a la de Siracusa, realizada allí y regalada por su Arzobispo junto a algunos paños pasados por la milagrosa siciliana.

El 16 de Mayo fue el día de la inauguración del retablo-altar, en la plaza que a partir de entonces tomaría el nombre de Virgen de las Lágrimas .  Hubo primero una Misa a las 12:00 en Santiago, oficiada por el P. Castro y con la asistencia pontifical del Obispo Emeterio Echeverría Barrena , autoridades de la ciudad y gran número de feligreses .  El cuadro de la Virgen ocupaba lugar preferente del Altar Mayor.  Al terminar se leyó un comunicado del Vaticano , donde el Papa impartía su bendición a todos los parroquianos y devotos de la Virgen .                   

A las 18:30 se celebró una Misa multitudinaria en la Plaza Mayor, oficiada por el Prelado. Para ello se había levantado un altar en la fachada del Ayuntamiento , colocándose la imagen en lugar destacado.  Los cronistas de la época calculan que asistieron unas 15.000 personas, entre ciudadrealeños, provincianos y de otras poblaciones españolas, estando ocupadas las primeras filas por enfermos y siendo retransmitido el acto por Radio Nacional.   Acabado éste, se trasladó en procesión la Imagen bajo palio por el Obispo,  junto al Cabildo, autoridades, niños de primera comunión y numerosos  fieles hasta la Plazuela, donde el P. Castro colocó la Imagen en el lugar preparado al efecto. Posteriormente fue traído el Santísimo desde la Capilla del Colegio de S. José  y el prelado realizó la bendición solemne a  los enfermos y demás asistentes, quedando también el retablo-altar bajo su protección. Luego fue llevado de nuevo el Santísimo al Colegio, y  el Obispo Echeverría dio a besar la reliquia  mariana que enviara el Arzobispo Baranzini . Fueron muchos los donativos que fueron entregados por los fieles ,que se destinaron por partes iguales a la construcción que se estaba realizando del Santuario Mariano italiano, el  nuevo Seminario Diocesano  de Ciudad Real  y  para las Hermanas de la Cruz, recién llegadas.   Pronto fue creciendo la devoción por la Virgen de la Lágrimas,  realizándose funciones religiosas en sucesivos años, especialmente durante los meses de Mayo.

Este sacerdote , nacido en Ciudad Real en 1898, era muy querido por sus entrega a los demás, especialmente los más necesitados. Al poco tiempo de ser ordenado, marchó a Hispanoamérica  ejerciendo su ministerio misionero durante 20 años, fundamentalmente en Puerto Rico y Argentina. Regresó a Ciudad Real en 1950  y  como Párroco de Santiago desarrolló una importante labor:   con su habilidoso  estilo en conseguir ayudas para sus proyectos –incluso valiéndose de sus amistades en Latinoamérica- destacan la restauración del templo ,  la llegada de las Hermanas de la Cruz ,  la Construcción de una Guardería  infantil para las familias necesitadas del Barrio, en 1961 ( lo que actualmente son dependencias parroquiales ) y  la creación de  la Ciudad de Matrimonios ancianos en 1967.   Falleció en Ciudad Real el 9 de Febrero de 1970.

La Virgen de las Lágrimas ha sido un referente religioso destacado en la reciente historia de nuestra ciudad , pero en los primeros años de la década de  los pasados años 2000, la hornacina que albergaba la imagen fue objeto de vandalismo en varias ocasiones,  por lo que a petición del entonces  párroco de Santiago  Enrique Galán Ruedas al Ayuntamiento,  fue reformado el retablo altar, quedando conformado por  el mosaico  cerámico que hoy se puede contemplar , inaugurado y bendecido el 24 de Julio de 2008.  De factura sevillana , está compuesto por 35  baldosines de cerámica representando a la Virgen de las Lágrimas, con reminiscencias  de la  segunda titular  -de la Estrella-  de la Hermandad del Cristo de la Caridad  de Ciudad Real.  Los bordes están formados por molduras, predominando los colores azul cobalto y blanco   con las inscripciones de las fechas del primer altar y de la festividad de Santiago Apóstol.  Como remate del conjunto está  el antiguo tejadillo, y a los lados dos faroles de forja.

De este modo,  a través del P. Castro  sigue  perpetuada en la ciudad la devoción por la Virgen de las Lágrimas , cuya Basílica- Santuario  en Siracusa consagró en una Eucaristía   el Papa Juan Pablo II  -a la que asistieron Antonina Giusto y su hijo- el 6 de Noviembre de  1994, proclamando la oración que figura en la parte inferior de nuestro  mosaico actual , a través de la cual pide a la Virgen la protección de todos los desfavorecidos.