La ex alcaldesa de Fontanarejo arremete contra el PSOE y la Fiscalía tras salir victoriosa de dos «jaques» en los tribunales

Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Aurora Fernández Arcos, ex alcaldesa de Fontanarejo, comparecía en rueda de prensa esta mañana para informar de las sentencias absolutorias dictadas por el Juzgado de lo Penal sobre dos supuestos delitos de prevaricación y para arremeter contra el alcalde inhabilitado Abraham Martín Pavón, la secretaria de Organización del PSOE, Blanca Fernández y el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Jesús Caballero Klint, a los que acusa de haber emprendido una campaña de «acoso» contra ella que ha durado seis años.

Bajo una cartel que rezaba Jaque mate a la cúpula socialista de Ciudad Real incluido el Fiscal Jefe, la ex alcaldesa de Fontanajero anunciaba el fin de un largo «calvario» judicial. «He vivido una partida que ha durado seis años; seis largos años con denuncias y acusaciones falsas». «Esto no hay bolsillo que lo resista ni cuerpo que lo aguante -comentaba-; han intentado manchar mi excelente reputación sin tener en cuenta que mis hijos eran menores y no entendían este linchamiento».

Fernández Arcos resumía las dos sentencias absolutorias a su favor, «resultado de unas acusaciones que el PSOE difundió por los medios de comunicación para contar cómo la Fiscalía me había imputado en dos delitos de prevaricación«. Con el único afán, según la ex alcaldesa de Fontanarejo, «de imputarme por estar el alcalde socialista Abraham Martín Pavón inhabilitado por prevaricador en sentencia firme y ratificada por la Audiencia».

Sentencias sobre el tablero
Tal y como explicaba Aurora Fernández Arcos, las sentencias, «en las que no salen muy bien parados los demandantes», no han sido recurridas. Una de las denuncias recogía una supuesta modificación irregular de las tasas de determinadas licencias de obras, «en la que se rebajó el porcentaje a pagar de los vecinos que necesitaban proyectos para hacer la obra». «A todos por igual», apuntaba la ex alcaldesa. «Ellos me acusaban de favorecer a familiares y amigos, todo falso como ha quedado probado».

«La segunda era sobre la construcción de un salón de usos múltiples para el que teníamos una subvención y que conseguí hacer la obra prácticamente por la mitad de lo presupuestado», argumentaba Fernández Arcos. La sentencia recoge que los hechos por los que se formula acusación no han quedado acreditados, así como la falta de concreción en los escritos de acusación. Además, expone que las obras no fueron cometidas por «capricho» de la acusada, que no han ocasionado perjuicio alguno para los habitantes de la localidad de Fontanarejo, ni ha sido «guiadas por motivo espurio alguno en su desarrollo». En definitiva, queda reflejado en la sentencia que la actuación de la alcaldesa «pudo ser ilegal, pero en ningún caso fue arbitraria o injusta, por lo que no procede otro pronunciamiento que el absolutorio para la misma».

Jaque a la dama
La ex alcaldesa ha denunciado una campaña de acoso emprendida por Abraham Martín con el apoyo incondicional del Partido Socialista, especialmente de la vicepresidenta de la Diputación, Blanca Fernández, así como por el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, Jesús Caballero Klint, «que ha secundado todas las denuncias que los socialistas de Fontanarejo han presentado contra mí, aunque algunas las haya tenido que archivar tras haberlas investigado minuciosamente». Fernández Arcos aseguraba que habían llegado a presentar nóminas falsas para poder acusarla; «tal ha sido el empeño del Fiscal Jefe, que llegó a encasquetarme una denuncia que había puesto el alcalde de Fontanarejo contra otro alcalde». «El señor Caballero Klint no se percató que las demás demandas eran para mí, que me llamo Aurora, por lo que difícilmente podría ser yo Inocente Pérez», bromeaba. «Un error -añadía- que yo nunca hubiera considerado delito, como ha hecho él con los errores que yo hay podido cometer ante mi ignorancia o falta de preparación administrativa, como bien ha expuesto el magistrado don José Luis Cobo».

Sin embargo, según la ex alcaldesa, las denuncias elevadas por ella  la Fiscalía no eran consideradas por este órgano como constitutivas de delito: «como la malversación de abultar las nóminas a dos funcionarios del Ayuntamiento, que fue enviada al Tribunal de Cuentas, o que se habilitara como secretario al alguacil Miguel Fernández García para hacer una certificación en la que se perjudicaba al Ayuntamiento».

Moviendo piezas
La ex alcaldesa reiteraba que Blanca Fernández la había acusado de dar licencias de obra sin que éstas existieran, «está publicado en la prensa y en internet». «Desde 2007 que dejé la alcaldía ha sido denuncia tras denuncia, acoso tras acoso con el único fin de inhabilitarme», manifestaba. Y añadía que, «de un error administrativo, ellos lo hacían delito y el Fiscal Jefe lo secundaba como tal». Según Fernández Arcos, la secretaria de Organización del PSOE, «afirmó que cuando dejé el Ayuntamiento tenía hasta cardos en la puerta, que había dejado en muy mal estado al Consistorio, que daba licencias de obra y las cobraba según a quién, como favoritismo, y que daba licencias de obra sin que éstas existieran». Por estas declaraciones, la ex alcaldesa de Fontanarejo presentó una denuncia contra Blanca Fernández. «Una cosa es opinar, en lo que se escuda ella, y otra muy distinta es acusar de un delito».

Por último, anunciaba que también presentaría una denuncia contra Abraham Martín, pues «estando bajo juramento en el juicio sobre la construcción del salón de usos múltiples dijo que cobraba viajes por ir de Ciudad Real a Fontanarejo a desempeñar mi labor como alcaldesa». «Eso no es así; si resides fuera de la localidad, el Ayuntamiento no tiene por qué soportar tus viajes, ése es tu problema», aclaraba Fernández Arcos. «Los viajes que he cobrado han sido por venir de Fontanarejo a Ciudad Real,  a reuniones en la Diputación, la Consejería, etc., es decir, viajes oficiales», puntualizaba. «Él dijo lo contrario y yo lo voy a denunciar».