Jesus Ruiz Ormeño, responsable de Estudios y Programas del Consejo Territorial de UPyD en Castilla-La Mancha.- Estos últimos días estamos viendo en los medios de comunicación diferentes informaciones de las reuniones que algunos de los miembros de la ejecutiva regional de UPyD mantuvimos tanto con dirigentes del Partido Socialista, entre ellos, su Secretario Regional, Emiliano García Page, como con miembros de la Dirección de IU, entre los que estaba el Coordinador Regional de dicha formación, Daniel Martínez.
Con anterioridad a estas conversaciones, también mantuvimos una reunión con el portavoz del grupo parlamentario del PP, Francisco Cañizares.
Estos encuentros, que fueron todos ellos a iniciativa de UPyD, estaban enmarcados en el intercambio de los planteamientos que las formaciones políticas tenemos respecto a las modificaciones de la Ley electoral regional, que bien ya se han realizado, como la que aprobó el año pasado el Partido Popular aumentando en 4 diputados la composición del Parlamento Regional, y la que pretende hacer ahora disminuyendo esta vez, en una horquilla de entre 25 a 35, los diputados autonómicos.
La toma de iniciativa por parte de UPyD en este asunto es lógica, pues siempre hemos hecho bandera del objetivo de intentar conseguir que las diferentes leyes electorales existentes en España sean justas, característica que en el caso de nuestra Comunidad Autónoma ni se consiguió con las dos anteriores reformas de la ley electoral de los años 2007 y 2012, ni tampoco se va a conseguir con la anunciada recientemente si no se modifica sustancialmente el contenido inicial de ésta.
Hace ahora un año ya le transmitimos a Francisco Cañizares nuestra firme oposición a que, en tiempos de grave crisis económica, desde el Partido Popular se plantease un aumento de diputados, aunque a nosotros como partido minoritario esta decisión favoreciera notablemente nuestras posibilidades electorales, en contraposición, le propusimos que se redujera el número de diputados a la cifra mínima que contempla el actual Estatuto (47), que se implantara el distrito electoral único, que se establecieran las listas abiertas e incluso la sustitución del actual sistema electoral por otro más proporcional.
Ninguna de estas propuestas alternativas tuvieron acogida por parte del representante del PP, argumentó para ello hipotéticas dificultades legales (decía entonces que lo que proponíamos necesitaba de una reforma estatutaria y que ello resultaría muy complicado, justo lo que tienen que hacer ahora con su nueva reforma); Cañizares también defendió el aumento de diputados con la justificación de que otras Comunidades Autónomas con menor población, caso de Extremadura, tenían aún más diputados que Castilla-La Mancha, y finalizó su argumentación en que dicho incremento apenas significaría más gasto, cuando ahora reiteran como razón básica de la reducción precisamente lo contrario.
Las reuniones que hemos mantenido por separado en los últimos meses con IU y con PSOE han supuesto que con los primeros no compartamos su oposición rotunda a toda disminución del número de diputados regionales, sí que coincidimos en la exigencia de implantar un distrito electoral único, y con los segundos, celebramos que ahora sí estén por la labor de aprobar un sólo distrito electoral, cuando en la reforma de la Ley electoral que hizo el último ejecutivo de Barreda en el año 2007 no lo hicieran teniendo la mayoría parlamentaria para instaurarlo.
La postura de UPyD siempre ha sido clara y transparente en esta cuestión, como prueba están los reiterados comunicados realizados y lo hablado en las reuniones mantenidas. De esta forma, nuestra prioridad ha sido en todo momento conseguir una ley electoral justa para que el voto de cada ciudadano valga lo mismo con independencia de la provincia donde resida, igualmente hemos solicitado que cualquier modificación que se produzca en esta materia sea fruto del consenso, y por último hemos manifestado que en principio tampoco nos oponemos a una reducción del número de diputados regionales, sino que no compartimos el que una modificación tan importante que precisa de una reforma estatutaria, no vaya acompañada de otras medidas, como la del distrito electoral único y las listas desbloqueadas.
Por último, UPyD no va a hacer demagogia o populismo con esta cuestión. Por supuesto, tampoco forma ni formará parte de ningún frente antigubernamental, es más, nuestra intención es llegar a acuerdos con cualquier formación política, si fuera con todas, mejor, siempre que dichos pactos supongan la consecución de una ley electoral, y esto es lo fundamental para nosotros, que garantice la igualdad del voto de todos los ciudadanos y que haga que en las futuras Cortes Regionales se encuentre representado el pluralismo político que, sin ninguna duda, ya está presente en la sociedad castellano-manchega.
La pelota está ahora en el tejado del Partido Popular, si saca adelante la modificación de la ley electoral con el contenido anunciado, sin dialogo y sin admitir ninguna de las propuestas de las demás fuerzas políticas, conseguirá una ley electoral a su medida y posiblemente ello le facilite la victoria en las elecciones del año 2015, pero perderá una oportunidad histórica para conseguir que en nuestra región exista una democracia de mayor calidad.