El presunto delito fiscal imputado al futbolista del Barcelona Fútbol Club, Lionel Messi, reabre heridas viejas y temores nuevos. Heridas viejas de fraudes fiscales de las mega-estrellas del deporte, capaces de evadir sus obligaciones fiscales y seguir tan frescos y aplaudidos; y temores nuevos de que nada cambia bajo el sol.
No basta con predicar la modestia de los orígenes de algunas figuras, para concluir su bonhomía civil y su coherencia ciudadana. No basta con saber que al ser uno, de orígenes modestos, incluso humildes, se convertirá en un triunfal ciudadano coherente y responsable con sus obligaciones fiscales y tributarias. Como si sólo los defraudadores fiscales y los ladrones de guante blanco, estuvieran capacitados para el pelotazo por la alcurnia de la cuna y por el parentesco originario. Quedando vedadas tales prácticas a los pobres de nacimiento y a los modestos de cuna. Que a la fuerza, deberán de ser cumplidores estrictos de sus obligaciones sociales.
Algo parecido ocurre con los ciudadanos procedentes de los Paraísos del Proletariado. Reinos que que desaparecidos sus poderes de la faz de la tierra, convierten a sus antiguos súbditos, en los más fervientes capitalistas y en los más firmes partidarios de la explotación de los trabajadores.
Pues eso, líbrenos el cielo de todos aquellos que presumen de orígenes plebeyos, proletarios, modestos y aún pobres. Porque al fin ya la postre, los peores enemigos de algo son sus más radicales y enérgicos partidarios hasta ayer mismo. Que cambiaron de faz y discurso.
José Rivero
El fútbol, Pepe, es el mejor de los inventos. LA «PURGA BENITO» DE DICTADURAS Y DEMOCRACIAS. Los VIPS de Hacienda y Seguridad Social.Aglutina en torno a unos colores hasta aquellos que bien pueden enfrentarse en otros campos de la vida.
Y perdona el abuso, pero ¡¡AUPA OSASUNA!!!. Gracias
Me da la sensación de que este caso se va a diluir. El Barça es «más que un club» y se ha tocado a la guinda de la tarta.
A ver cuántos años de cárcel le caen…
Y, a ver cuántos millones devuelve de esos 4,1 que le reclama la fiscalía.
Nuestro querido Nadal también hace de las suyas con ingeniería financiera y tiene sus empresas en Euskadi.
No vale con ser buen deportista, hay que ser también buen ciudadano. Y lo dice un culé.
Bien cierto es lo afirmado por los comentarios de los amigos. Deportistas de postín, muchos y muy postineros, que publicitan la ‘Marca España’, con salero y tronío y un fajo de euros en la faltriquera. Por si la solidaridad fiscal fuera inestable y escasa, ahora emerge la cuarta pata cortada de la mesa fiscal que se cae. Junto a las patas de políticos, financieros y empresarios, sumamos ahora a los amados y admirados(¿…?) deportistas.
Permiso Pepe para este quite. Gracias.
Viva el «furgol»
Parece inevitable tener que admitir esto: “lo que el fútbol une…no lo separa ni dios”. Porque lo que sucede con las aficiones futbolísticas es un fenómeno social de masas que merecería un estudio en profundidad. ¿A qué zonas del cerebro y de la emotividad humana afecta este espectáculo para que miles de personas que no se conocen, que pertenecen a sectores sociales muy distintos,que políticamente pueden tener ideas tan distantes que en otras circunstancias incluso podrían encontrarse enfrentados en la calle, se unan como una piña a la hora de alentar y defender a un equipo de fútbol?
Da la sensación de que la entrega a los colores de un club sobrepasa y transciende todo lo demás. Personas que lloran amargamente cuando su equipo pierde o desciende, gente que se gasta una pasta que no tiene para hacerse con una entrada, “delirium tremens” en aficionados que se vuelven locos cuando su equipo gana la liga o alguna copa…es el admirable carrusel de emociones que se descargan cuando el trencilla pita el final de un partido decisivo o transcendental.
Los aficionados son esos fieles sufridores que nunca abandonan al equipo; cuando está arriba en la tabla clasificatoria cuestión que resulta fácil y cuando se encuentra en posiciones de peligro para el descenso lo cual resulta ya mucho menos atrayente.
Y en la otra esquina virtual del cuadrilátero futbolístico se encuentran los que tienen montado el circo del fútbol con negocios monumentales, brutales, manejando cantidades que marean;intermediarios, comisionistas, jugadores, presidentes…Dos mundos dentro de un mismo estadio: los profesionales que viven, algunos espléndidamente de esto y los admirables aficionados que viven para esto del bello espectáculo del balompié. Un juego que inventaron los británicos…nada menos que en el siglo XVII, es decir un juego que es una pasada multi secular. Lo dicho, como el fútbol para pasar el rato, ganar dinero a espuertas, defraudar al fisco y aglutinar corazones ni ha habido, ni hay…nada parecido.
¡¡¡Viva el furgol!!!
Alguien me dijo una vez de un personaje al que idolatraba y que era referencia social de multitudes: «Si está a bien con el fisco, todo lo demás es perdonable». Por lo demás, coincido, amigo Rivero.
No me gusta el futbol, como negocio, sí me gusta como deporte y si es de base mejor que mejor.
Para mi los clubes son maaquinas de hacer dinero y punto y en cierto modo y en ciertos equipos, unas mafias totales.
Luego está el tema de la «cantera». Que yo sepa el único equipo que tiene cantera es el atlético de Bilbao, los demás se nutren de los extrangeros en su inmensa mayoría por eso cuando veo esas pasiones por un equipo «español» me rio porque pienso: ¿español? pero si la mayoría son extrangeros; y evidentemente no tiene porque sonar esto a xenofobia ni muchísimos menos, simplemente es reconocer lo que hay.
Por lo tanto repito, me gusta el futbol base, el futbol de los pequeños equipos de barrio como los que dirigía mi querido amigo Aurelio Borja hace años… de ahí a lo que vemos hoy todo es negocio, marketing y estafas a la hacienda pública.