La conclusión casi unánime de los medios sobre el resultado del GP de Canadá de F1 es que, si Alonso quiere ganar carreras los domingos, deberá despabilar en la calificación de los sábados porque, saliendo tan atrás como nos lleva acostumbrados hace bastantes pruebas, cuando quiere llegar a luchar por la victoria, el líder está casi bajo la bandera a cuadros, otros dicen que empaquetando sus cosas para coger el avión de regreso. Y, claro, así no hay quien pueda aunque uno disponga del “mejor ritmo de carrera” o del “coche más equilibrado” para éste o aquél circuito. Si, además cuando este hecho ocurre, resulta que el líder es Sebastian Vettel, puedes darte por derrotado… una vez más.
Vettel abrumador
Vettel “The Killer” se aplica encomiablemente en cada faceta de su trabajo y la última fue cuando pegó una reprimenda a todo su equipo tras la carrera de España, donde tan “solo” pudo ser cuarto, posición que, por cierto es la peor de las siete en que ha acabado este año. “Seb” forzó una vez las neuronas del genio Newey para que los neumáticos Pirelli denostados por Red Bull, ejercieran en los coches energéticos tan benefactores efectos como ya lo hacían en Ferrari y Lotus; el resultado no se ha hecho esperar y tanto en la calificación bajo lluvia, como en la carrera radiantemente soleada de Canadá, el tricampeón ha dominado con puño de hierro a toda la concurrencia, anotando de paso otra muesca en su revólver, el triunfo en circuito Pilles Villeneuve, escenario en donde no había pasado de un modesto podio. Si tenemos en cuenta que Red Bull y Vettel se han mostrado sistemáticamente más eficaces en las siete carreras extra europeas que cierran el campeonato, donde la mayoría de las veces han llegado en desventaja (salvo 2011 cuando “barrieron”), la situación actual con 36 puntos de ventaja sobre Alonso y 56 de Red Bull sobre Ferrari hace que nos tiemblen la piernas ante lo que se puede avecinar.
¿Dónde está el chiste?
“Chez Ferrari” las cosas tienen doble lectura, como corresponde a una escudería que, por tradición, orígenes y leyenda, funciona casi como una secta (en el buen sentido) que impide la crítica pública aunque cuente entre sus filas al otrora díscolo Alonso que no se cortó en sus tiempos de Renault y McLaren de azuzar a los suyos para obtener los beneficios que necesitaba. Aquí, todo es más discreto y, ni siquiera los continuos errores de Massa, son puestos en entredicho y, todavía hay alguien que espera renovar al subcampeón de 2008. En Maranello saben que el F138 es mejor coche que el del año pasado pero, “c’est la vie”, hace doce meses Alonso salía de Canadá con un punto arriba sobre Vettel (86 contra 85) y los 93 puntos almacenados en las cinco carreras europeas siguientes, contrastaban con los tan sólo 57 del alemán. Luego llegó la serie de cuatro victorias consecutivas de Vettel y todo se fue al carajo, pero eso sí con un coche denostado desde todas las opiniones. Ahora resulta que con el súper coche, no sólo se pasan canutas en la calificación, sino que en carrera cuesta 55 vueltas sobre 70 luchar por la segunda plaza, que ayer ostentaba Hamilton y que conservó durante siete giros, eso sí, la lucha se producía 17 segundos por detrás de Vettel que casi se empotra contra el muro, antes de hacer un bonito trompo y aún así conserva esa apabullante ventaja al final.
La que se avecina
Hay por lo tanto un gran trabajo por delante para evitar que Force India, Williams o el segundo Lotus, birlen puestos en la parrilla y, además, habrá que retocar algún “cirulillo” de las suspensiones para que en calificación los Mercedes y sobre todo los Red Bull no parezcan el “monstruo de las galletas”, todo ello si antes no explota la soterrada guerra del neumático que, desde Barcelona, va ofreciendo señales de humo y pinturas llamativas en los rostros para acabar enfrentado a todos contra todos lo que, evidentemente, perjudicará a aquellos que han de remontar. Para resumir como estarían las cosas: Pirelli está cada vez más cabreada porque le obligan (La FIA) a hacer neumáticos “blandengues” lo que está perjudicando su imagen de marca segura en el mercado automovilístico mundial y quiere dejarlo a fin de año, según algunas fuentes o, parece verosímil, mejorar la resistencia de las gomas desde Silverstone, justo lo que pidió Red Bull y para lo que entrenó (¿ilegalmente?) Mercedes a ¿espaldas? de la FIA, quien, por cierto, ya lleva tendiendo puentes a Hankook y Michelin para el año que viene. Hankook ve precipitada su entrada en 2014, tanto porque no hay tiempo material para elaborar los sofisticados compuestos que exige la F1, y su experiencia en el DTM y otros campeonatos menores no le garantiza atender a tan exigente competición. En el caso de Michelin, que ya pasó por la F1 varias veces y que, mira por donde, era proveedora en la anterior época turbo, no sólo cuenta con experiencia contrastada, sino que, dado que en 2014 volvemos al turbo y dado que el “presi” de la FIA es francés, y ya que el Pisuerga pasa por Valladolid ¿porqué no hacer un “ménage à trois” (FIA, Michelin, Constructores) y “colorín, colorado, este cuento se ha acabado?
…Y como resumen
Vettel marcó en Canadá su 39ª pole position, preludio de lo que acabó siendo su 29ª victoria que significó, además su 51º podium. Por su parte, Alonso, consiguió su 33ª segunda posición en un GP lo que le aúpa a los 90 podiums, treinta y ocho más que Lewis Hamilton, que escaló la tercera posición en Montreal. Räikkönen, que ha perdido por diversas causas su anterior eficacia, logró terminar la carrera en los puntos por 24ª vez consecutiva lo que le hace empatar con Michael Schumacher en el mejor registro histórico, dejando a Alonso con 23 veces en la tercera plaza de esa lista. Pues bien, “read my lips” que decían en no se qué “peli”, entre estos cuatro tipos se encuentra el campeón de 2013 y es posible que nos quedemos largos y tengamos que decir entre los dos primeros. Hace un año siete pilotos habían cosechado la victoria en estas primeras siete carreras, ahora son cuatro y, uno de ellos, lleva tres victorias, se apellida Vettel, es de Oppenheim (Hesse) a escasos 200 kms. de Baviera (“algo así como Cataluña”) y está poniendo el asunto de color morado… como su coche.
Amigo, Juanma, sabes que mi escasa sapiencia formulaunera viene de conversaciones con su eminencia, pero sin entender empiezo a estar hasta los cojones de lo mismo de siempre, que Alonso sale el séptimo y remonta hasta el segundo puesto en una carrera fenomenal. Pues que espabile, salga el primero o el segundo en la pole, gane podios y el mundial, que de los dos anteriores ya va haciendo un peligroso tiempo de mas que separa un gran corredor de una leyenda (como Nadal)