Los dueños del restaurante El Campestre, en Peralvillo, han denunciado la muerte de otra nutria atropellada en la carretera N-401 (Ciudad Real-Toledo), a la altura del pantano de El Vicario. Este tramo se ha convertido en un auténtico «punto negro» ecológico en el que han perecido numerosos animales de esta emblemática, aunque amenazada, especie.
Hace años que los colectivos ecologistas vienen denunciando esta situación y advirtiendo de pasividad de las autoridades, tanto de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) como la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. Ecologistas en Acción, por ejemplo, ha reclamado medidas como la instalación de vallas protectoras o corredores que permitan el tránsito de las especies.
Me gustaría saber que piensa hacer la Consejería de Medio Ambiente para impedir esta catástrofe medioambiental. ¿Pobres nutrias o muertas en el asfalto o convertidas en abrigos de pieles…!