El 29 de Mayo de 1913 se estrenaba en París «La consagración de la primavera» de Igor Stravinsky, que acabaría en uno de los más sonados escándalos de la historia de la música. Cien años después, la Biblioteca Pública de Ciudad Real celebra la «consagración» de esta obra maestra. 
La obra se adelantó a su tiempo y provocó el rechazo de gran parte del público. El responsable del escándalo fue Igor Stravinsky, autor de la música de este ballet ambientado en la Rusia pagana, con coreografía de Nijinsky. Se trata de una de las obras más revolucionarias y trascendentales de la música, por sus innovaciones en armonía, ritmo y timbre.
Este evento musical, que se celebrará el próximo miércoles, 29 de Mayo, a las 19.00 h. en el salón de actos de la Biblioteca Pública de Ciudad Real, comenzará con una charla sobre la obra a cargo de Antonio Fernández Reymonde, compositor, profesor de música del Conservatorio Marcos Redondo de Ciudad Real, y responsable del Festival de Música Contemporánea de Ciudad Real.
Posteriormente, los asistentes podrán disfrutar de dos proyecciones. La primera, en versión de concierto, dirigida por Pierre Boulez, permitirá descubrir la obra desnuda en todo su detalle sonoro. La segunda, dirigida por Valery Gergiev, es la versión escénica, con la coreografía original de Nijinsky que pudo verse en el estreno.
Además, durante varios días, se ha podido visitar una pequeña exposición en el vestíbulo de la Biblioteca con los fondos que ésta tiene sobre la obra y su autor.
Argumento
Primera parte
En una colina sagrada se reúnen las tribus eslavas para celebrar los rituales de la llegada de la primavera. Una hechicera predice los augurios, un sabio anciano se aproxima y un grupo de adolescentes empieza a bailar la danza en honor del dios Yarilo. Los chicos y las mujeres se les unen en un frenesí intenso. Vuelve la calma y se emparejan mientras los miembros de la tribu buscan una virgen para el sacrificio. Las danzas se tornan cada vez más violentas. Un anciano besa la tierra en la que empiezan a aparecer brotes de vegetación. Las tribus muestran entusiasmo por la renovación de la vida que supone.
Segunda parte
En el crepúsculo reina la tranquilidad. Las vírgenes danzan formando círculos. Una de ellas será la elegida para el sacrificio bailando hasta la muerte para resarcir al mundo de la fuerza que la juventud le ha robado. El anciano, cubierto con una piel de oso, dirige los rituales de las tribus. En una especie de trance la virgen elegida baila su última danza hasta que muere y es conducida al montículo sagrado, donde será inmolada al dios Yarilo. La primavera ha sido consagrada.
