Una lona conmemorativa de olvidados hitos deportivos cuelga descolorida, desvencijada, de una de las fachadas del Quijote Arena. El trapo, que muestra el escudo del equipo que antaño fuera paladín del balonmano europeo, no consigue ocultar el evidente deterioro y abandono de las instalaciones de una de tantas edificaciones desproporcionadas, heredadas del boom inmobiliario. Un moderno coliseo en el que gladiadores y césares de la época dieron más de un pelotazo. Uno de los vestigios de la reciente esquizofrenia financiera y la miopía social, responsables de la realidad deforme que construimos; de aquel cuento de hadas que, antes del colorín colorado, ya apestaba a melodrama.
Cubierto de suciedad, el raído estandarte del deporte castellano-manchego permanece mudo. Me acerco a una de las puertas, tratando de rescatar el rastro de aquellas imborrables emociones pasadas que, a buen seguro, impregnarán su interior… pero no percibo más que un desolador silencio. Imagino que escucho un ¡campeones, campeones!… el clamor de un graderío a rebosar… ¡va!, no es más que un murmullo proveniente de la vía verde. ¡Qué tontería! esta maldita caja hermética se lo ha tragado todo.
Debe ser el entorno, del que puede que emane algún tipo de efluvio telúrico que induzca a la ensoñación, que adormezca el ánimo, turbe el juicio y actúe como un narcótico alucinógeno. Cómo si no pudo erigirse aquí ese espejismo construido a base de ego, fervor y dinero público.
Me alejo a paso ligero mientras me sacudo el polvo -no fuera a ser de adormidera-, alucinado por el recuerdo de aquella esperpéntica rueda de prensa en la que el capitán de tamaña farsa, secundado por el resto de la plantilla, representó una mojiganga, dando lectura a un comunicado tan falaz como disparatado, en respuesta a informaciones publicadas por Miciudadreal.es. 
Pienso en aquéllos que, azuzados por el fanatismo, arremetieron contra este medio, pues la bufonada no tenía otro fin y me pregunto qué poso de dignidad alberga quien utiliza a las personas como a perros de presa.
Es difícil que los incautos que sucumbieron al embrujo, prohombres, prensa y sujetos anónimos, reconozcan que, ingenuos, los embaucaron. Tentados por prestidigitadores, ebrios de gloria y entre delirios de grandeza, todo acabó en una dolorosa resaca. Las víctimas de los timos suelen avergonzarse y negar la realidad, pero entre escombros no hay donde esconderse. Los que han elegido el camino del ofuscamiento no se percatan de que en el orgullo florece con facilidad el cinismo. Afortunadamente, aunque los fantasmas se alimenten de quimeras, se esfuman cuando huelen la humildad.
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Eusebio García del Castillo Jerez
Resaca de una fiesta…a la que no se supo poner freno.
Ya nada queda de los aires de grandeza. Los que presenciamos algún partido, pensamos que eso no era para nosotros, que sólo era una ciudad-pueblo-grande. Excesivo
Bueno, siempre nos quedará el Caserío Vigón
En el Palco del Quijote Arena, en los ‘Días de Vino y rosas’ se cerraron muchos compromisos, algunos negocios, listas electorales para la CEOE, viajes de promoción de alguna Cámara y cosas parecidas. Recupérense las fotos y las miradas de los protagonistas, para entender lo que de verdad estaba pasando.
Qué ojo Rivero. Este comentario es de filo de bisturí de los buenos. IMPRESIONANTE!!!
Cómo se agradece tener a gente así por este medio. Iba a hacer un comentario por el estilo y ya me lo encuentro hecho. Fenomenal!
Realmente es una pena verlo así, pero se disfrutó mientras duró, y duró bastantes años para lo que es el deporte actualmente y la esponsorización (menuda palabreja). No estoy de acuerdo con los que dicen que era demasiado para nosotros. ¿Por qué no se puede tener un equipo de primera fila en una ciudad pequeña? La crisis se ha llevado por delante a muchos equipos, algunos históricos, no sólo al BM CReal. ¿Acaso es mejor, como en el fútbol, que con tal de seguir, acaben pagando las deudas los ciudadanos? (Valencia, Puertollano…). El deporte de élite es puro negocio. A los aficionados lo que les importa es disfrutar viendo a los mejores, como pasó aquí. Lo demás, mientras no se cometan delitos, es cuestión de la conciencia de cada uno.
Por supuesto que fue grandioso mientras duró. Pero siempre pensábamos que todo ese enorme peso pendía de un solo hilo, hasta que el hilo se rompió…en una noche electoral. De todas maneras la dinámica era insostenible porque una ciudad como la nuestra no podía permitirse pagar al mejor equipo del mundo.
Culipardo, el hilo no se rompió en una noche electoral. El hilo era tan falso como la moneda de Judas. El deporte de élite es algo que solamente funciona con la esponsorización, y al BM tengo entendido que le fallaron la inmensa mayoría de las empresas que ya estaban tiritando y, muchas de ellas, ya han desaparecido o adelgazado de forma extrema.
Fue bonito mientras duró. Lo que habría que hacer ahora es poner en marcha esa instalación y que sirva para que la ciudadanía pueda hacer deporte. Seguramente, si pensamos, hay formas de recuperarlo para el uso cotidiano y no hacer lo que se ha hecho hasta hoy, que es dejarlo hundirse pero, habrá que saber también qué intereses tienen los que lo gestionaron…
Respecto a si Barreda hubiera mantenido al equipo, déjame que lo ponga en duda. La Junta estaba arruinada también. Y no hace falta que nos lo diga la bien pagá de Cospedal, ya lo sabíamos dos años antes los que no conseguíamos cobrar facturas de ellos.
El deporte utilizado como medio para conseguir poder y dinero.
Aunque es verdad, que la Junta de Comunidades, llevaba años sin pagarle ni un euro. Pero Cospedal, tampoco iba a permitir que cualquier huella de etapas anteriores, pudiera pervivir: aeropuerto, balonmano….. Ante este galimatías, pues viendo lo que ven, el odio contra todo lo anterior, este o no bien hecho,sea bueno o malo para los ciudadrealeños, estos señores , que venían a pabellón sin pagar entrada y disfrutaban de los placeres de los mejores sitios y deleitosos aperitivos, deciden levantar vuelo y marcharse de nuestra ciudad, sin importarles el daño moral y económico que nos han hecho.