El Consejo de Salud de Argamasilla de Calatrava, en el que están representadas todas las asociaciones, grupos políticos y personal sanitario, ha iniciado las movilizaciones para evitar lo que consideran un ataque a la atención sanitaria de los rabaneros, la supresión de un médico y una enfermera en el centro de salud.
En los dos primeros días se han recogido 400 reclamaciones para que el gobierno regional de marcha atrás en esta decisión, que supondría, según los representantes ciudadanos, que cada médico pudiese tener que atender hasta 1.800 pacientes, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que ningún facultativo supere el cupo de 1.500 cartillas.
El Consejo de Salud se ha reunido para tratar la reducción «de forma sorpresiva» por parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) de un médico y una enfermera que actualmente prestan sus servicios en el centro de salud a partir del próximo 1 de mayo. Esta decisión, según el grupo, «supondría que los tres médicos restantes asumirían alrededor de 1.800 pacientes cada uno lo que, a todas luces, implica una sobre carga de trabajo que limita las posibilidades de los profesionales para prestar atención con la calidad que actualmente lo hacen».
Los asistentes al Consejo han estado de acuerdo en que este pretendido recorte significaría «volver a tener lista de espera de varios días para la atención primaria». Además, y según ha informado el personal sanitario, al no cubrir a los médicos salientes de guardia nocturna en urgencias, ni las vacaciones o bajas puede haber días en que un solo médico quede al frente del centro de salud para atender a una población de 6.000 personas.
A juicio del consejo, «este recorte en la plantilla del centro rabanero conlleva que, simplemente para pedir cita para una receta, haya que esperar hasta una semana para ser atendido lo que, para los pacientes crónicos es especialmente grave y conlleva unos perjuicios más importantes que el supuesto ahorro económico».
Los representantes del personal sanitario han informado al Consejo de Salud de las justificaciones que ha pretendido dar el gerente del SESCAM, considerando inválidas todas ellas. Así, ante el argumento de menor número de pacientes en las consultas desde que se puso en marcha el copago farmacéutico, afirman que el número de pacientes no ha disminuido, manteniéndose la misma cantidad de consultas.
«Tampoco la puesta en marcha de la receta electrónica ayudará a reducir el retraso en la atención, ya que es un proceso ágil solo para tratamientos crónicos, en el resto será un proceso administrativo más largo para el médico lo que, añadido a un mayor número de pacientes que atender implica reducir el tiempo de atención a los usuarios o tener que dar citas para días posteriores», señala el Consejo de Salud.
El gerente del SESCAM también ha planteado la posibilidad de desplazar al médico de Villamayor de Calatrava para que apoye al de Argamasilla lo que conllevaría una mala calidad de la atención en los dos municipios, al tener que estar itinerante entre los dos municipios. En definitiva, según han explicado los profesionales al Consejo, «todo lo planteado va en detrimento de la atención que recibían hasta ahora los ciudadanos de Argamasilla de Calatrava».
Movilizaciones
El Consejo de Salud ha acordado en pleno recoger firmas en contra de esta decisión y plantear reclamaciones a través de atención al paciente. «Solo en los dos primeros días se han presentado 400 reclamaciones y todas las asociaciones han solicitado más de 2.000 hojas de reclamaciones que entregarán a usuarios del centro de salud, tanto a los 1.350 pacientes que se quedan sin médico de cabecera por esta decisión, como a los pacientes de los otros tres facultativos que se verán afectados, puesto que su médico tendrá que incrementar su cupo de cartillas una media de 400-500 pacientes más», aseguran.
La alcaldesa, Jacinta Monroy, solicitó una entrevista urgente con el gerente de área del SESCAM nada más conocer esta decisión, y será recibida el lunes 6 de mayo. A la cita acudirán también miembros del Consejo de Salud. Al término de la reunión el Consejo se reunirá para conocer si se ha decidido rectificar la decisión y, de no ser así se elaborará un calendario de movilizaciones y concentraciones para expresar su rechazo ante este «grave recorte».