Fermín Gassol Peco.- Llevando publicados varios artículos desde que Santos accediera amablemente a mi deseo de escribir en Miciudadreal.es, cosa que públicamente le agradezco, considero que es momento de explicar a los hipotéticos lectores, la razón por la cual suscribo los artículos bajo el epígrafe de “Entretenimientos”.
Estar entretenido es una agradable obligación para aquellos que por la edad tenemos el riesgo de hacer con la vida una consabida y monótona costumbre. El motivo que me ha llevado a titular así estos artículos, tiene su origen en el nombre que tenían los entrantes de un menú que preparaban en los Paradores Nacionales en las Cañadas del Teide. Sentados a la mesa, el camarero presentaba un carrito lleno de pequeños cuencos y platillos con porciones de variados alimentos de todo tipo, unos dulces, otros salados y picantes e incluso alguno con sabor agridulce. Muy distintos unos de otros en su textura e ingredientes, gustaban en diferente medida y siendo pequeñas raciones, la misma alternancia de sabores hacía que fueran agradables al paladar; un verdadero entretenimiento.
Nuestras vidas se componen así mismo de muchos pequeños “platos” que diariamente nos sirven las noticias y nos ofrecen u obligan a comer las circunstancias. Afortunado aquel a quien la vida le ofrece experiencias distintas porque suponen un equilibrio para el siquismo y el humor. En la variedad está el gusto, pues comer siempre el mismo plato por refinado que sea y mucho nos guste, siempre acaba resultando algo aborrecible. Al contrario, ingerir pequeñas y distintas experiencias cotidianas hacen que la vida sea vivida de una manera más completa, amena y grata.
Conversando cierto día con una persona que por su muy avanzada edad ya se ha echado al coleto los muchos y muy variados “platos” que la vida le ha servido, me confesaba lo siguiente: Esta vida consiste en saber pasar los “cuatro ratos”. Disfrutas a tope cuando eres joven, formas una familia con hijos a los que crías e intentas educar, mantienes un sereno tiempo de madurez y terminas resumiéndola.
La vida sería como una asignatura; mientras aprendemos cada concepto, cada día cuenta y cuesta en lo que vale, pero una vez aprendida, lo que queda, lo que se recuerda de ella es un resumen. Lo que pervive en la memoria después de haber olvidado lo aprendido, esa es la verdadera cultura de la vida. Los “Entretenimientos” que la existencia nos ha deparado. Espero que éstos sean del agrado de “casi todos ustedes” y ojalá que prolongados en el tiempo; muchas gracias.
Sí Fermín, la vida es como un cocktail de experiencias…algunas muy fuertes y otras, las más, que apenas tienen un agradable sabor.