Cáritas Ciudad Real.- Como es habitual en los días previos a la celebración del Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, Cáritas quiere levantar su voz por aquellas personas desempleadas a las que acompañamos en el día a día. Estamos sufriendo una dura y larga situación de crisis que está afectando a muchas personas de nuestro entorno, pero especialmente a las personas con ciertas carencias, en situación de exclusión y pobreza.
En estos días en los que el informe de la EPA nos dice que el número de desempleados ya superan los 6.000.000, de los que 311.100 pertenecen a nuestra Región, son una llamada urgente e ineludible a la responsabilidad de todos ante este contexto que está expulsando a las personas del acceso a los derechos fundamentales.
El derecho al trabajo, está amenazado y es una exigencia ética, moral y de justicia, que sea una prioridad invertir esta realidad, que nos demuestra cada día que detrás de la pérdida del empleo se genera una espiral que erosiona el acceso a otros derechos fundamentales como el de la vivienda, pero también se erosionan otros bienes intangibles pero esenciales como la confianza, la autoestima, la participación social, la vida familiar…
Resultado de este momento complicado, es la cantidad de personas que llegan a esta Institución por la puerta del programa de empleo, solicitando apoyo en la búsqueda de una oportunidad laboral, que se acercan a nuestros Servicios de Orientación, bolsas de empleo, talleres de formación o empresas de inserción. Hablamos de números y parece que es el dato que identifica si una circunstancia es grave o no, pero detrás de cada dato, hay nombres, hay personas, cada una con su drama y vivencia particular, con sus historias personales y familiares de gran dificultad y dramatismo. Sin embargo, desde Cáritas, no queremos olvidar que estas mismas personas nos muestran valentía, protagonismo y fuerza para asumir su propia historia en la búsqueda de condiciones de vida digna, de mirar hacia delante y decir “puedo”, porque desde Cáritas creemos que es mejor trabajar desde las posibilidades de las personas.
Y por ello en este primero de mayo, queremos hablar de esperanza, de que hay que devolver la confianza a las personas y no a los mercados que son un medio, que hay que impulsar un marco que tenga como guía el bien común y el destino universal de los bienes, que sitúe a las personas en el centro de las decisiones.
Desde esta perspectiva, Cáritas renueva su compromiso por el acceso al empleo de las personas más desfavorecidas, desde la esperanza y responsabilidad. Desde Cáritas Diocesana de Ciudad Real, creemos que el trabajo es el elemento fundamental de inserción, por eso nuestro programa y acciones de empleo, se encaminan hacia ese objetivo. Durante el año 2012 se ha trabajado con 101 personas, desde los diferentes servicios, pudiendo hablar de 13 insertadas.
Hay opciones, hay alternativas, todos estos datos y servicios lo demuestran, se trata de no tener miedo a abrir nuevos cauces, a poner en el centro a la persona, a renovar con ella los compromisos: sociales, políticos, económicos… con todos los actores posibles: sindicatos, empresarios, movimientos sociales, asociaciones, Iglesia, ONG, los propios desempleados… y por supuesto las Administraciones, a las que en estos tiempos de decisiones, les pedimos que hagan una opción clara y eficiente por las personas más necesitadas de nuestra comunidad, facilitando la inserción total en la sociedad a través de un empleo digno y creyendo siempre en que la persona lo puede lograr.