Ante la desolación que cruza España, especialmente la región de Castilla-La Mancha, es preciso aferrarse a la utopía para sobrellevar tanto dolor y desesperación. Es por ello que ya hay 600.000 españoles viviendo directamente la utopía, residiendo en el u-topos, habitando el no-lugar.No entiendan ustedes la utopía como la aspiración ilusa a una perfección inalcanzable ni, por supuesto, en el sentido ingenuo de un Zapatero que, enajenado, soltaba lindezas como que “las utopías realizables merecen la pena”. La utopía española consiste en fregar baños en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, hacer camas en Alemania, servir copas en Canadá, recoger huevos en los Estados Unidos de América, recoger fresas en Holanda y limpiar establos en Australia. Esos son los no-lugares o los lugares-fuera a los que puede aspirar un compatriota para evadirse de un gobierno que le desprecia, le humilla, le maltrata, le odia y le invita con una sonrisa a abandonar la nación porque su presencia en el país enturbia las estadísticas.
Es tan gigantesca la proyección en los próximos meses de la fuga de España de sus ciudadanos buscando la dignidad que Rajoy y Cospedal pasarán a la historia por su capacidad sobrehumana de diluir la nación española por el mundo haciendo, por tanto, innecesaria la existencia de un Estado; supongo que esto explica que lo estén desmantelando.
Y lo peor de todo, Rafael, es que esos que se van nos han costado una media de 70.000 euros en formación básica, media y superior. Porque lo que se está yendo es personal con carrera.
Nos hemos gastado el dinero el formarles y los mandamos a hacer camas y tirar cerveza.
Este país va camino del enfrentamiento civil entre la sociedad y los politicuchos a los que hemos votado con desidia.
No sé si vamos a aguantar hasta las próximas elecciones sin que esto pegue el reventón. El dinero B se le está acabando a las familias y, los que antes aguantaban callados porque algo iban metiendo, ahora salen con una virulencia fuera de lo normal.
He leído a Nemesio de Lara en la entrevista que le han hecho y se me ha caído la cara de vergüenza. De verdad que esto ya no es un país, es la cueva de Alí Babá.