Libros, del Prado al Gasset – Casa de la Cultura

Estanislao Z. Navas.- Hace unos días, concretamente el día 23 de abril, se celebraba un año más el Día Internacional del Libro, mostrándose que el saber a través de los libros y las actividades lúdicas no deben por qué ir reñidas sino todo lo contrario: actividades como los Concursos de Marcapáginas, los hombres – libro para mantener en la memoria diversos conceptos (y si a ello se une un marco tan agradecido como el Parque de Gasset, la actividad vinculada a la literatura oral se hace más placentera) son algunos ejemplos de ello.

Todo este mundo de la literatura, la bibliofilia, la biblioteconomía, está edificiamente representado por su inmueble más característica: el almacén de los libros, por todos conocido como BIBLIOTECA.

En el caso de Ciudad Real, el mundo de las bibliotecas es diverso en función de su grado de especialización, desde las bibliotecas universitarias hasta las bibliotecas municipales de barrio, aunque es, sin ningún género de dudas, el edificio de la “Casa de la Cultura”, el inmueble más emblemático que representar el sentir bibliófilo de los ciudadrealeños, la cual tiene su propia historia, en la cual hoy nos vamos a detener.

   Por muchos conocido fue el edificio de la calle del Prado, que, al mostrar un espacio insuficiente para atender correctamente los servicios y albergar las diversas colecciones (desde el libro a los objetos multimedia), se construyó una nueva sede coronando el Parque de Gasset. Aunque la historia de las bibliotecas en nuestra ciudad tiene aún más recorrido y es el siguiente…

La biblioteca tiene como su núcleo central a los fondos bibliográficos procedentes de las desamortizaciones conventuales del siglo XIX, que aparecerán recogidos en el Instituto de Enseñanza Secundaria “San Juan de Ávila” (y posteriormente “bautizado” con su nombre actual como de “Santa María de Alarcos”).

Finalizando el siglo XIX, en 1896, la Biblioteca que hasta entonces sólo estaba destinada a la comunidad educativa del citado centro (docentes y discentes), pasaría a convertirse en Biblioteca Pública Provincial, quedando a cargo de Cuerpo Facultativo de Bibliotecarios, Archiveros y Arqueólogos, quedando abierta al público en general desde el año 1900. Durante estos años de finales del XIX y comienzos del XX, la biblioteca verá incrementados sus fondos a partir de donaciones procedentes tanto de instituciones (la Diputación Provincial y el Ayuntamiento) como de particulares (principalmente aquellos vinculados al mundo de la enseñanza y la historia de la ciudad, como José Díaz Jurado, Inocente Hervás y Buendía, Antonio Blázquez, así como a la jurisprudencia como José Castillejo). En el año 1956, a partir de una Orden Ministerial, se constituirá como Casa de Cultura, junto con el Centro Coordinador Provincial de Bibliotecas y el Archivo Histórico Provincial. Y ya en 1957 sería cuando se iniciase el proyecto de construcción de una Biblioteca, a cargo de Miguel Fisac, aquella que hasta recientes fechas todos los usuarios contemplábamos en el Prado. El edificio en sí quedará inaugurado en 1960, mostrándose para tal evento en su sala de exposiciones una exposición sobre la Orden de Calatrava. Los fondos serán trasladados de su antigua sede hasta marzo de 1961, corriendo a cargo de su directora, doña Isabel Pérez Varela, la cual daría nombre a este centro en el año 1976.

La Biblioteca, desde un punto de vista institucional, fue inicialmente separada del Archivo Histórico Provincial y poco después del Centro Coordinador Provincial de Bibliotecas –actual Sección Provincial del Libro, Archivos y Bibliotecas de la Delegación Provincial de Cultura de la Comunidad Autónoma desde 1982-, adoptando funciones de Biblioteca Pública Provincial, a partir del Convenio de Gestión del año 1984. Su sede residiría en la calle del Prado hasta que las necesidades de espacio hicieron obligada la realización de un proyecto para un nuevo edificio, el cual se pondría en marcha en 2003, a cargo de José Luis Martín Clavo, poniéndose la primera piedra del edificio en las inmediaciones del Parque de Gasset el 27 de julio 2006 –cuya presentación corrió a cargo del Presidente de Castilla – La Mancha, José María Barreda, y la ministra de Cultura, Carmen Calvo- y abriendo sus puertas el 23 de diciembre del año 2010 –en su inauguración asistieron la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, el Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero-. La ministra de Cultura mostró su congratulación de que las bibliotecas siguiesen siendo “casas de vida”, y a lo que añadió que el cambio de edificio era necesario para dar respuesta a las nuevas necesidades de la ciudad pues “cuando Miguel Fisac diseñó la antigua Casa de la Cultura”, Ciudad Real no contaba nada más que con la mitad de su población.

Por lo que respecta al edificio en sí, la “Casa de la Cultura” de la calle del Prado de poco más de 1000 m2 útiles fue diseñada por el arquitecto Miguel Fisac e inaugurado en 1961, sufriendo numerosas remodelaciones para mejorar la funcionalidad de los servicios bibliotecarios y acoger sus fondos, siendo la última entre agosto de 1999 y abril del 2000. Esta insuficiencia espacial propiciaría el surgimiento de la perentoria necesidad de construir un nuevo edificio, el actual, que aunque corona el Parque de Gasset, tiene su acceso principal por la Avenida del Ferrocarril.

Este nuevo edificio correría a cargo de José Luis Martín Clabo, teniendo una superficie de 8.500 m2, lo que constituye una muy superior oferta espacial respecto al anterior edificio, siendo una de las bibliotecas punteras no ya sólo en la localidad o la región castellano-manchega sino también a nivel nacional. Se trata de una biblioteca inteligente, en la que aparecen numerosos puestos de lectura, de internet, se han incrementado sus fondos (documentos infantiles, adultos, audiovisuales, cómics, prensa y revistas de libre acceso), existen varios terminales de autopréstamo y autodevolución, la biblioteca es zona wifi, se acogen diez clubes de lectura (clubes juveniles y de lectura en otros idiomas especialmente), otros tipo de actividades de animación lectora (cuentacuentos, talleres de escritura, de creatividad, de narración oral, de ilustración y de cómic, sesiones de bebeteca, etc.)

Estructuralmente, es un edificio que cuenta con un sistema de vigas frías único en España, puesto que dispone por el techo la climatización, suponiendo un ahorro y eficiencias energéticos.

La nueva biblioteca se distribuye a lo largo de tres plantas, quedando la distribución como sigue:

1. En su planta baja se encuentra la hemeroteca, una sala polivalente, una zona infantil y juvenil, a lo que se suma el mostrador de información y préstamo.
2. En la primera planta se prestan los libros y audiovisuales para adultos, además de encontrarse los depósitos bibliográficos y las aulas de formación.
3. Y en la segunda planta, aparecería la Comicteca, una sección dedicada al público joven, servicio de información y referencia, y salas de investigación y consulta de fondo especializado de la colección patrimonial de fondo antiguo y local.

Sin embargo, el propósito inicial de que esta Biblioteca mostrase esta gran variedad de servicios y espacios se encuentra desde el 15 de junio de 2011 con la suspensión indefinida de varios de sus servicios (préstamo y consulta de sección local, fondo antiguo y colecciones especiales, y de la Sección de Humanidades y Ciencias Sociales y Ciencia y Tecnología, las salas de trabajo en grupo, el servicio de información y referencia, la solicitud de documentos en depósito o el uso de los puestos de consulta y puestos de acceso público a internet situados en la segunda planta), todo ello motivado por la carencia existente de personal que pudiera realizar una adecuada prestación de dichos servicios, situación que actualmente se ha visto agravada por la mayor reducción de los recursos humanos disponibles en la Biblioteca, todo ello haciendo aún más imposible no sólo la poco correcta prestación de todos los servicios sino también la realización de un adecuado control de los espacios que garantizase la seguridad de los fondos y usuarios en el uso ordinario del edificio, lo que nos lleva a una clara pregunta: ¿era realmente necesario construir un edificio de tan vastas proporciones a pesar de las carencias del anterior, o hubiese sido factible llevar a cabo una construcción más modesta y acorde con las particularidades de los usuarios que en realidad podrían acogerse?

Finalmente, en cuanto a su entorno, el lugar privilegiado que acoge a este centro se halla situado en un entorno urbano de ensanche, en pleno desarrollo, cuyas edificaciones tienen uso residencial reciente, a lo que hay que unir la proximidad de uno de los pulmones vegetales de la ciudad, el Parque de Gasset.