La presidenta del Patronato Municipal de Cultura, María Jesús Pelayo, visitó ayer en la Galería Orfila de Madrid una exposición de Nuria Cortina, artista nacida en Barcelona pero que desde 1990 y hasta su jubilación ejerció de profesora en el Instituto de Enseñanza Secundaria Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan.
La muestra, que se ha podido visitar desde el pasado día 5 de abril y que ayer se clausuraba, es una colección de obras de carácter abstracto realizadas mediante la técnica del collage. Antes de verse en Madrid, la muestra pasó por Barcelona y por una feria de arte de Estrasburgo.
María Jesús Pelayo recordó que Nuria Cortina es una persona muy querida en Alcázar de San Juan por la cantidad de alumnos a los que ha dado clase durante años y destacó que es importante que los vecinos conozcan esta faceta suya como artista.
Asimismo, hizo mención a su trayectoria artística, que pasa por la formación recibida en la Escuela de Bellas Artes San Fernando de Madrid y la Escuela Massana de Barcelona. Además de participar en numerosas exposiciones, algunas de ellas en Alcázar, tanto en la Galería Marmurán, como en el Museo Municipal y el propio IES Cervantes, Nuria Cortina ha obtenido diferentes premios en Ciudad Real, Alcázar, Valdepeñas o Campo de Criptana, siendo también seleccionada al Premio Goya de Pintura del Ayuntamiento de Madrid.
Por su parte, la artista se mostró muy orgullosa de exponer de nuevo en Madrid, a la que considera su ciudad, junto con Barcelona y, por supuesto, Alcázar de San Juan. Sobre su trayectoria, comentó que comenzó recibiendo una formación clásica en el arte figurativo, pero poco a poco fue encaminándose a la abstracción, en una evolución que la ha acompañado como reflejo de las distintas etapas de su vida.
En la abstracción, fundamentada en el uso de formas geométricas y recortes informes de papel, no trata de representar nada de la realidad, sino que busca “la esencia de las cosas”. El papel es, por tanto, su principal herramienta de trabajo. “Me siento en la mesa y tengo muchos papeles delante de mí como si fuera una paleta de colores; voy cogiendo trozos, les doy forma y los voy colocando en función de la forma o el color”, explicaba. El resultado son obras que parten de una idea inicial, pero que van adquiriendo vida propia en un diálogo entre la artista y su obra que “hay que saber cuando parar”. “Hay un momento en que sabes que ya no hay diálogo y es cuando la obra está terminada”, señaló Nuria Cortina, quien indicó que necesita aislarse para crear. “Me envuelvo por la música que siempre me pongo, me aíslo y me voy metiendo en el trabajo”.
En los años ochenta comenzó a trabajar en esta técnica, pero la maternidad y su trabajo como docente la obligaron a dejar a un lado durante largas temporadas su faceta artística, que ahora sin embargo ha retomado con gran ilusión y no le faltan proyectos. “Mi objetivo ahora es trasladar todo esto, estas obras, al grabado”, señalaba tras comentar que también ha recibido formación en el uso del aguafuerte, pero principalmente de carácter figurativo, y no tanto en el que es su estilo artístico. En este sentido, comentaba que sus referentes son artistas como Joseph Cornell y Kurt Schwitters, sin olvidar a Kandinsky, al que considera el padre del arte abstracto.
Nuria Cortina se mostró encantada por los comentarios positivos de la gente y por haber podido volver a exponer en la Galería Orfila. Asimismo, agradeció la presencia de la presidenta del Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan y por el apoyo que le ha brindado.