El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha valorado la reunión del Grupo de Trabajo que se creó en el ámbito del Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrada ayer, en la que estudió cómo va a repercutir en las comunidades autónomas la posible flexibilización de los objetivos de déficit de la UE a España.
Romaní ha defendido, en línea con lo expresado por el propio Ministerio de Hacienda, «que no se trata de fijar déficits a la carta y a cada uno el que le vaya bien, sino que deben utilizarse criterios objetivos para hacer la distribución de los objetivos de déficit».
Según el consejero, «el esfuerzo fiscal a realizar durante el año 2013 ha de ser equitativo entre todas las comunidades autónomas, lo que no quiere decir necesariamente que la cifra de déficit tenga que ser la misma para todos».
Para ello, tal y como ha planteado el Gobierno de Castilla-La Mancha, hay que valorar ciertas circunstancias objetivas. «Desde el Gobierno regional hemos planteado, entre estas circunstancias objetivas a tener en cuenta, las posibles circunstancias excepcionales o imprevistos, el déficit primario o la reducción de gasto y de déficit que hemos hecho en Castilla-La Mancha, entre otras», ha asegurado Romaní.
Además, el consejero ha incidido en la idea de que el reparto del objetivo de déficit «suponga en ningún caso que comunidades autónomas que han hecho un gran esfuerzo en materia de reducción de déficit como Castilla-La Mancha se vean penalizadas o tengan que hacer esfuerzos adicionales».
Tras la reunión del Grupo de Trabajo, el Ministerio de Hacienda refundirá todas las aportaciones de cada comunidad autónoma y posteriormente, en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, se llegará a una decisión sobre cómo repartir el objetivo de déficit entre las todas ellas.
