Sortear las dificultades e invertir en el presente para garantizar el futuro. Esta es la filosofía del Plan de Inversión y Creación de Empleo (PICE), presentado por el Gobierno de Castilla-la Mancha como una importante alternativa para impulsar el desarrollo de los sectores claves de la economía regional en tiempos de crisis.
El conjunto de medidas incluidas en el plan PICE promoverán, según el Gobierno regional, el desarrollo económico de Castilla-La Mancha para cortar el lastre del desempleo, generando puestos de trabajo y garantizando el bienestar social para el periodo 2013-2020. La estrategia incluye actuaciones concretas en cuatro ejes estratégicos: comercio, turismo, fomento y agricultura.
Según el Ejecutivo, los cuatro ejes de este plan de activación económica de la región incluyen medidas en distintos campos que, desde una visión transversal e integrada de la realidad actual de Castilla-La Mancha, se aglutinan para convertirse en una acción única que desemboque en el desarrollo económico de la región. De esta manera, se pone en práctica la Estrategia Europa 2020 en Castilla-La Mancha, objetivos fijados por la Unión Europea para la próxima década que buscan “crear una economía inteligente, sostenible e integradora para contribuir a que los Estados miembros generen altos niveles de empleo, productividad y cohesión social”.
Teniendo en cuenta que actualmente los recursos económicos para implementar el desarrollo en Castilla-La Mancha son limitados, a través del Plan PiCE se pretende buscar la eficiencia, eficacia y efecto multiplicador de combinar los fondos propios y los procedentes de la Comisión Europea, centrando éstos en la inversión en sectores económicos y de futuro para que actúen como palanca de la economía castellano-manchega.
En definitiva, el Plan PiCE es, según la Junta de Comunidades, un plan dinámico que irá adaptando sus medidas, en un proceso exhaustivo de seguimiento y evaluación a las necesidades cambiantes de Castilla-La Mancha y las pautas derivadas de la aplicación de la Estrategia Europa 2020, durante sus años de aplicación para conseguir los objetivos fijados.
Comercio
El conjunto de medidas del Plan PiCE busca activar y revitalizar el sector económico comercial, fortaleciéndolo a través de la innovación y la tecnificación durante el periodo temporal 2013-2020, y con un enfoque dinámico que permita al programa adaptarse a las necesidades que puedan ir surgiendo a lo largo de su vigencia.
El eje de comercio del Plan PiCE gira en torno a 7 líneas estratégicas que contienen 21 actuaciones o acciones dirigidas a apoyar el sector comercial castellano-manchego. Para lograr estos y otros objetivos, se dispone de un presupuesto de 2.796.000 euros, una cifra que se irá incrementando con las ayudas que llegarán de Europa.
De este modo, hay acciones dirigidas a fomentar el asociacionismo, convenios con varias entidades financieras para que el crédito no sea un problema para poder emprender a través de los convenios firmados con varias entidades financieras por valor de 64 millones de euros en condiciones muy ventajosas y con el convenio adoptado entre el Gobierno y las ocho entidades financieras más importantes de nuestra región por valor de 28 millones de euros, de los cuales, el Gobierno financia el diferencial del 5,5% del tipo de interés y el 1,7% del aval, acciones formativas para acercar el uso de las TICs a los comerciantes, mesas de innovación comercial, o acciones dirigidas a promocionar la artesanía y los establecimientos comerciales y hosteleros con un destacado valor comercial, social, artístico o histórico, entre otras. También se trabajará en mejorar el urbanismo comercial, actuando sobre el diseño de las calles, el mobiliario y la señalización urbana.
Turismo
Para impulsar este sector, el Plan PiCE sintonizará sus estrategias turísticas con las del Plan de Turismo Español Horizonte 2020 y con las del Plan Nacional e Integral del Turismo 2012-2015.
El Gobierno regional pretende posicionar Castilla-La Mancha en el mercado nacional e internacional como un destino único, con personalidad propia, que ofrece una propuesta turística variada y diferenciada, capaz de satisfacer las expectativas del visitante y del propio castellano-manchego.
Dentro de esta reordenación del sector, se apuesta por productos consolidados como el turismo patrimonial reflejo de una larga y rica historia, cruce de civilizaciones y cultura, literatos y artistas como El Greco, Quevedo, Garcilaso de la Vega y Cervantes. Una tierra en la que poder disfrutar del patrimonio de la humanidad de ciudades como Toledo y Cuenca o el parque minero de Almadén; de los encantos de los parques nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel, de los siete parques naturales, de las áreas de avistamiento de aves, de la oportunidad de experimentar nuestro ecoturismo, turismo activo, micoturismo, etcétera; y por supuesto, de nuestro turismo gastronómico en los más de 3.000 restaurantes de Castilla-La Mancha con nuestras denominaciones de origen en queso manchego, miel de la Alcarria, berenjenas de Almagro, Ajo Morado de las Pedroñeras, aceite de Campo de Calatrava o de los Montes de Toledo, mazapán de Toledo, melón de la Mancha, azafrán, cordero Manchego y Pan de Cruz de Ciudad Real. Asimismo, se profundizará en líneas de acción que atañen al turismo cinegético, enológico, senior e industrial.
Fomento
La optimización de las infraestructuras existentes en la región y la creación de nuevos proyectos que tengan como objetivo el progreso y desarrollo son la base de
este eje del Plan PiCE. Con una inversión de más de 65.000.000 € y a través de cinco líneas de acción, se prestará especial atención al equipamiento viario e hidráulico, con medidas de aplicación en las cinco provincias.
De este modo, se planean varias actuaciones para dotar a la región de una adecuada red de carreteras que garantice unas comunicaciones ágiles, cómodas y seguras. El Programa de Gestión de la Conservación y Mantenimiento de Carreteras y de Gestión de la Mejora de la Seguridad Vial será la línea clave para el eje de fomento del Plan PiCE, alineando sus acciones con las líneas de actuación enmarcadas en la Estrategia Europa Horizonte 2020.
El Gobierno regional asegura que con la ejecución del III Plan General de Carreteras se mejorará la accesibilidad al territorio y la seguridad vial, garantizando la máxima rentabilidad con el mínimo coste para el contribuyente.
Entre estas actuaciones destacan la futura autovía entre Albacete y Cuenca o la ampliación de la autovía del IV Centenario. Además, el Plan de Obras 2013 cuenta con una inversión de 86 millones de euros, repartidos equitativamente entre las cinco provincias, para atender las necesidades más urgentes de la red viaria castellanomanchega.
Se realizará un esfuerzo inversor, incrementándose en 2013 un 28% respecto al año anterior, para acciones de eficiencia de los recursos hídricos e impulso de nuevas infraestructuras hidráulicas. De esta manera se pretende asegurar el abastecimiento de aguas y la calidad en la depuración de aguas residuales a través de 56 actuaciones presididas por los principios de racionalidad económica y sostenibilidad ambiental, entre las que incluyen sondeos, creación y sustitución de tuberías y actuación en manantiales.
También se trabajará en implantar una nueva política de vivienda, basada en el alquiler y la rehabilitación, que se presenta como “una solución viable para reconducir la evolución del mercado inmobiliario hacia un equilibrio económico que favorezca su desarrollo en la región”.
El Ejecutivo espera que el nuevo Mapa de Suelo Industrial en el que ya se está trabajando, conjugado con una oferta de suelo industrial a precios competitivos, permitirá aprovechar la ventaja geoestratégica de Castilla-La Mancha para atraer el desarrollo de actividades industriales, impulsando así el desarrollo económico y la creación de empleo en la comunidad.
Agricultura
La inversión para este eje estratégico es de 1.713 millones de euros durante el periodo 2013-2020, que se desglosa en seis líneas de actuación que contienen más de treinta medidas concretas orientadas a dinamizar la economía del medio agrario y rural.
Se trabajará para conseguir un crecimiento sostenible a través de un uso eficiente de los recursos naturales, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el control de residuos derivados del ejercicio de la actividad económica en el sector agrario, impulsando así la búsqueda de la intersección entre competitividad, innovación y sostenibilidad de las empresas.
También se pretende rentabilizar la utilización del recurso biomasa, ya sea procedente de productos destinados específicamente para ello o mediante la puesta en valor de subproductos o residuos generados por la actividad agraria y forestal.
Además se pondrán en marcha varias medidas orientadas a la promoción económica en espacios naturales que persiguen la conservación, mejora, valorización y aprovechamiento de los recursos naturales de la región.